PAULA
Más tarde el mismo día me siento en el sillón junto a la ventana y sigo pensando en él. No lo he vuelto a ver, pero creo que está bien. Me causa conflicto, lo imaginé diferente. Sentir su presencia me hace recordar muchas cosas que había olvidado, más bien que había enterrado junto con los sentimientos que me consumen.
Me recordó cuando era pequeña y a mamá. Siempre iba con ella a todos lados. Me vestía con lindos vestidos. Me arreglaba porque decía que era importante ir presentables por el mundo. Jamás lo entendí, pero yo hacía lo que me pedía y pasábamos largas horas ahí. Se involucraba en todo el asunto de la beneficencia y yo solo me ponía a jugar, sola, no hice amigos jamás. Siempre fui muy retraída y me apartaba de todos para hacer lo mío. Yo solo quería ir a casa y ponerme a dibujar, creo que eso es lo que siempre me ha hecho diferente del resto. Siempre he sabido lo que es para mi.
Un ruido fuerte me despierta de mi sueño y salgo rápido de mi habitación.
Escucho ya más claramente, es Michael corro hasta la cocina y ahí está con la Señora de la limpieza.
-¡Deja de meterte en mis asunto! -le está gritando y ella lo observa con una mirada fija, pero firme.
Avanzo más cerca de el.
-No pensé que te estuvieras convirtiendo en esa clase de persona -.
Iba a decir algo pero sus palabras me han dejado boquiabierta. Las ha dicho con tanta naturalidad como si supiera que tiene la razón.
-Solo déjame en paz -se acerca a ella y se le queda mirando fijamente, pero ella ni siquiera titubea.
Voltea de reojo y se da cuenta de que estoy ahí.
-!¿Tú que estas mirando?¡ -me pregunta.
-Vete al infierno -le respondo también con tranquilidad.
Este quién demonios se cree que es, el dueño, el que manda. Que lo jodan.
-La que se va a ir al infierno eres tú, yo por lo menos no m... -
-¡Cállate Michael! -le grita la señora antes de que termine de decir la frase.
Lo detesto, se lo que ha querido decir, es un maldito imbécil y ojala se muera de una maldita congestión alcohólica.
Se queda estático, sorprendido por lo que ha estado a punto de salir de su boca. Me doy la media vuelta y comienzo a caminar de prisa.
Lo odio, odio a todos aquí, ya quiero largarme y no volver jamás. Me meto rápido a mi habitación y no puedo evitar derramar lágrimas. Después de unos minutos me levanto del piso donde me quedé sentada y me recuesto en la cama.
Me quedé dormida por un buen rato, pero me despierta el ruido de la puerta que se abre.
-Creí que querrías comer algo -me levanto cuando escucho que es la señora Richards.
¿Nadie toca las puertas en esta casa? ¿Acaso ya ni en mi cuarto puedo tener privacidad.?
-Tú lo sabes todo ¿No? -le pregunto cuando quedo de frente a ella.
Porque si ha callado a Michael ha sido por algo. Es obvio que sabe toda la historia. No puedo creerlo, si ella que es la sirvienta lo sabe, no quiero ni pensar quien más sepa sobre eso.
-No, yo en realidad no sé nada -me responde.
Deja la charola de comida encima de la mesa de noche y se queda mirándome. Por un segundo siento que las lágrimas van a comenzar a salir de nuevo, pero me contengo.
-Déjame sola -.
Le hago una seña con la mano para que salga. Antes de irse voltea a mirarme.
-Creo que no es necesario que te condenes a ti misma por algo que ya paso -dice y cierra la puerta.
No sé a qué se refiere, pero me da lo mismo así que tomo la comida. Me siento en medio de la cama con las piernas cruzadas y empiezo a comer.
En la noche cuando estoy ya acostada tomo mi teléfono y comienzo a revisar mi galería de fotos.
Cuando termino derramo una lagrima, no por lo que he visto. Lloro porque me acuerdo de mi mamá. Porque pienso para mí misma que tal vez si ella estuviera aquí nada de esto estaría pasando y que mi sueños y todo por lo que lucho pudo parecerle hermoso.
Entristezco de pensar que no sé nada de ella, que no tengo más que vagos recuerdos y que si ella estuviera aquí yo no sería lo que soy. No sería más que pedazos de un corazón que se mueven de un lado a otro porque no tienen a donde ir, porque no tiene unos brazos que esperen por el, que le dé un poco de calma.
Volví a quedarme dormida. Miro el móvil y me doy cuenta que solo me he quedado dormida por una hora. Apenas son las diez y escucho ruido de nuevo pero esta vez es aquí afuera de la habitación. No pienso salir, no me voy a volver a meter en cosas que no me importan. Lo que menos quiero es salir. Si puedo quedarme aquí hasta mi regreso a Londres, lo haré.
-¿No puedes dejar de ser tan estúpido? -escucho que grita Rouse.
Me acerco a la puerta para escuchar más de cerca lo que está diciendo. Sé que no debería de oír conversaciones ajenas, pero bueno todos se meten en mis asuntos así que porque no escuchar un poco.
-Ni siquiera le dije nada -le responde Michael.
No sé si hablen de mí o de la señora Richards, pero me ha dado mucho más curiosidad ahora.
-Estuviste a punto ¿Crees que Lili no me lo ha contado todo? -sube el tono de voz.
-¡Shhhh! Te va a escuchar -murmura Michael –. Lili no debería de meterse en lo que no le importa -continua.
-Tu deberías de cerrar tu gran boca, prometimos que le ayudaríamos, es nuestra hermana ¡Por Dios! Actúas como si fuera un enemigo -se quedan en silencio por unos segundos.
-Es que no sé cómo. Apenas lidio con mis cosas Rouse -susurra el muy despacio.
Se escucha el sonido de una puerta que se cierra y me quedo estática por un momento tratando de asimilar todo lo que escuche.
Odio como me tratan, odio como me miran y odio que crean que pueden arreglarme como si fuera una juguete que se ha descompuesto. Lo único que me puede ayudar seria regresar el tiempo y vamos que ni los mas genios han podido crear maquinas para eso.
-Tranquila Pau pronto nos iremos de aquí -me susurro a mi misma.
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MUERO POR SABER EL SECRETO DE PAULA Y MUERO POR OTRO ENCUENTRO CON EL CHICO MISTERIOSO. QUIZA LA ESTOY HACIENDO CANSADA, PERO RECUERDEN QUE PRIMERO HAY QUE CONOCER A LOS PERSONAJES ;)
LOS AMO, NOS VEMOS EN EL SIG CAP <3
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CUANDO EL AMOR NO PUDO SALVARNOS.
RomansaLas cosas para Paula no han ido bien desde que su madre murió y un error fatal la hace volver al lugar al que juro no regresar jamás. Ella solo vive para la pintura. Él respira vida y parece que todo lo que hace le sale de maravilla. Cuando la vid...