OCEAN.
Estábamos bailando y el espacio ya era demasiado reducido de por sí. Hasta que por fin nos volvimos uno cuando ella beso mis labios que ya rogaban por un poco de su aliento. No me di cuenta en que momento me convertí en este ser humano que daría su vida por alguien más y es que muchas veces escuche hablar sobre eso. El sacrificio, el dar la vida por los que amas, se predica todo el tiempo sobre eso y siempre me dije por supuesto dar la vida por mi familia, por mis amigos, es fácil, lo haría sin dudarlo, pero ahora con Paula. Sentirme tan entregado es algo totalmente nuevo para mí y lo comprendo todo, comprendo que si es posible dar la vida por los que amas, yo recibiría balas por ella, pelearía a muerte, dejaría de comer y se lo daría todo a ella.
Terminó la música y nos quedamos así por unos segundos. Cuando ambos levantamos la vista nos dimos cuenta de que todos a nuestro alrededor nos estaban mirando y nos reímos.
En ese preciso instante mi persona favorita en todo el mundo llega a arruinar el momento tan perfecto.
-Mi turno -dice JJ y le estira la mano.
Ella voltea a mirarme con la expresión llena de pena.
-Adelante -respondo.
No quiero parecer un loco celoso frente a nuestras familias y los invitados de Henry. Yo confío en ella, además sé que él solo quiere molestarme y no le voy a dar la satisfacción. Quiero que vea que soy un hombre seguro.
-Solo será una canción, ya habíamos quedado -dice con una sonrisa burlona.
Es tan inmaduro que no puedo creer que sea mayor y aun así actúe como si tuviera tres años y estuviera pelando por un juguete con algún otro niño. Paula no es un juguete y no peleamos por ella, porque es completamente capaz de decidir lo que quiere.
-No hay problema- sonrío y ella me devuelve la sonrisa.
La toma por la cintura y comienzan a bailar.
Camino hasta el pequeño puente que separa la pista de baile de las mesas y me quedo ahí parado observándola bailar. No puedo dejar de hacerlo y creo que ella tampoco. Me hubiera encantado quedarme ahí, no haberla soltado, no haber permitido que el me la quitara de las manos, pero también puedo ser un hombre maduro.
-Que JJ no te haga dudar -escucho.
Siento la mano de Michael en mi espalda, se coloca junto a mí y también los observa.
-La ama ¿No? -le pregunto y sigo mirando.
Ella también voltea cada que tiene oportunidad, pero él se las arregla para que sea lo menos posible.
-Solo esta encaprichado -me responde.
Comienza a sonar otra canción y ella trata de soltarse pero él no se lo permite. Quiero ir a quitársela de las manos, pero Michael voltea a mirarme y niega con la cabeza.
-Es la única manera en la que podrá tenerla, déjalo -me dice y suspiro.
Me alivia que este aquí y me ayude a calmar mis nervios.
-Por cierto ¿Te molesta si invito a bailar a tu hermana? -sonrío y niego con la cabeza.
Me devuelve la sonrisa y se va. Le urgía mi aprobación, porque volteo de reojo y veo que ya está hablando con ella.
Miro de nuevo hacia donde esta Paula y trato de concentrarme en la música para no perder la calma que Michael me ayudo a conseguir, pero me cuesta trabajo. Todo lo que dice la canción me hace pensar que yo debería ser el que este bailando con ella. Yo soy el que la ama aunque no se lo diga, el que no puede estar sin ella ni un segundo y nada podría hacer que eso cambiara. Él no podría quererla como yo lo hago, no podría hacerla feliz de la misma forma en que ella lo es cuando está conmigo, yo soy el indicado.
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CUANDO EL AMOR NO PUDO SALVARNOS.
RomantikLas cosas para Paula no han ido bien desde que su madre murió y un error fatal la hace volver al lugar al que juro no regresar jamás. Ella solo vive para la pintura. Él respira vida y parece que todo lo que hace le sale de maravilla. Cuando la vid...