VIII

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El calor del calefactor se almacena al interior de mi oficina, ya llevo cuatro horas tratando de pensar a quien irá a atacar Sprengen.

—Señor —ingresa Luis, uno de los investigadores más nuevo—. La señorita Alissa envió esto —muestra un par de papeles.

—¿De qué son?

—De los casos de la mañana, señor —deja los papeles en el escritorio.

Observo con atención a Luis y bajo la vista a los papeles.

—¿Por qué estás asustado? —Recojo uno de los papeles.

—N…no… —tose—. No estoy asustado, señor.

—Lo estás —me levanto de la silla y me acerco lentamente a él—. O estás preocupado, ¿qué sucede?

—¡El segundo asesinado era mi primo! —Grita desesperado—. Señor.

—¿Azkeel?

—El mismo, ayer Azkeel me informó que terminando su último caso le pediría la mano a su novia…

—¿Caso? ¿Qué caso si se puede saber?

—Hace cuatro años asesinaron a una joven de 18 en un colegio, Azkeel quedó como abogado defensor de los supuestos asesinos, unas tres o cuatro jóvenes…

—Espera, espera —muevo la mano tratando de calmar la situación—. Tu primo era abogado defensor de un caso de asesinato desde hace cuatro años.

—Así es, aunque el caso quedó como un accidente hace una semana y todas las sospechosas quedaron libre.

—Toma asiento, por favor —indico una silla—. ¿Qué más sabes sobre el caso? —Me siento en la orilla del escritorio.

—Azkeel conversaba que un viejo amigo o novio, realmente no sé, de la víctima prometió acabar con todos.

—¿Cuál era su nombre?

—Azkeel era muy secreto con sus casos, nos hablaba de lo sucedido pero nunca de los protagonistas.

—¿Qué más puedes decirme sobre Azkeel o el caso?

—Nada más, aunque creo que el asesino es aquella persona que lo amenazó.

—Gracias Luis, me sirvió mucho tu testimonio —acerco a estrechar mi mano—. Hablaré con Vladdimir para que sepa que has ayudado en nuestro caso.

—Gracias, señor.

Se levanta de la silla, hace una reverencia y sale tan silencioso como ingresó a la oficina.

—Ahora a investigar sobre aquel caso.

Miro al escritorio y me acerco a analizar los documentos. Hay una pequeña nota de Alissa.

Mira Karim, de esto fallecieron nuestros amigos”.

Pegeas falleció por un fuerte golpe en la nuca. Se encontró residuos de pelo de llama en las áreas dañadas por la herida.

Azkeel en cambio, al golpear el suelo se quebró ocho costillas, tres vertebras de la columna y se le rentaron estómago, vejiga y riñones, el choque fue fulminante. Se encontró Diazepan en la sangre, lo que explica el porqué su temple era relajado.

—Esta persona sabe de animales, pero no trabaja en un zoológico o granja, trabaja en otra cosa.

SprengenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora