Sprengen

XI

—¿Qué deseas que haga? —pregunta Vlad sujetando firme su revólver SIG P226.

—Abrir la puerta, ¿qué más puede ser? —respondo disgustado.

—¿Y si no está aquí? —Baja las manos—. ¿Por qué estás tan seguro que Sprengen puede estar aquí?

—Porque él no quiere asesinar a la siguiente víctima —busco algo para abrir la puerta.

—Despreocúpate —levanta las manos, aprieta el gatillo y el sonido detona—. Recuerda quién lleva el arma —dice entre risas.

—Sabes el porqué no ocupo armas, pero igual gracias por ser caballero —suelto con cuidado la bala que se incrustó en la manilla de la puerta.

Empujo suavemente la puerta e ingresamos al lugar. A la entrada hay varios animales disecados tales como un lobo, un jaguar, una lechuza, un cisne y una liebre.

—De verdad a este tipo le gustan los animales —dice Vlad jugando con las orejas del lobo.

—Sólo es su trabajo, tan solo eso.

Llegamos a otra puerta, de color café y algo vieja. Empujo despacio e ingreso solo. Distingo un escritorio y una lámpara sobre él, me agacho y acerco en silencio. Llego hasta el escritorio y me levanto lentamente.

—No deberías estar aquí —recojo la máscara blanca de Sprengen.

Me devuelvo caminando hasta Vladdimir.

—¿La máscara?

—Es la máscara de él.

—¿Dónde puede estar? —arrebata la máscara.

—Está acá, creo que quiere ser encontrado.

—¿Pero dónde?

—En el otro cuarto —indico a otra puerta que está al final del pasillo.

—Es curioso que todo este lugar esté compuesto por dos piezas y un gran pasillo, ¿te diste cuenta?

—Desde que entramos Vlad, desde que entramos —le arrebato la máscara.

Vlad prepara su arma y pasa hacia delante. Le sigo tranquilamente, sin dejar de ver los animales que hay en el lugar, muchos no los conozco.

—Hay una luz adentro —dice Vlad detenido en la puerta.

—Está ahí, abre la puerta.

Vlad empuja la puerta e ingresamos.

—¡Alto ahí, Policía!

—¡Ayúdenme! —grita una joven dentro de una jaula. Está vestida con plumas y encadenada del pie izquierdo.

—Sácala tú, jefe. Yo busco a Sprengen —indico.

—¿Para qué? —Es la voz de Sprengen—. Si yo estoy aquí, Honesto —diviso una sombra detrás de mí.

—Creo que no harás lo que querías, ya te atrapé… Manakel — me acerco sonriendo.

—Eres sabio, amigo. Más que sabio, inteligente —cambia la voz—. A Tori no le iba a hacer nada, ¿por qué? Ella no tenía la culpa de nada.

—¿Y por qué la has vestido, amarrado y enjaulado? —lo miro a los ojos.

—Para hacerla libre, no te has dado cuenta que ese es mi propósito, que todos sean libres de sus pecados… Pero Tori no es pecadora, solo fue un ave indefenso que no supo qué hacer cuando le golpearon.

—Juro que te golpearé…

—¡Golpea! ¡Veamos si eres honesto como lo es tu nombre!

Mi puño quiebra los gruesos lentes que lleva puesto.

—Calma Karim, ella está bien —Vlad lleva en brazos a la joven que tirita como una gelatina.

—Que bien, cuídala y llama a la policía, ya tenemos a nuestro querido artista —me agacho y observo a Sprengen.

—Yo no soy… el artista… mi estimado… —levanta su desgraciado rostro—. Ella era la artista… yo su fanático y crítico de sus pinturas —una lágrima cae por su mejilla—. Su arte inspirador y expresivo por fin fue expuesto al mundo, por parte de mí, un estúpido y miserable disecador de animales de museos.

—Tú lo has dicho amigo, no eres un artista.

—¿Cómo me descubriste, Honesto?

—¿Por qué quieres saberlo?

—Porque eres la única persona en la que confié...

—¿Confiar qué?

—Confiar mis pistas.

—¿Cuáles de todas las pistas?

—El pasto de Pegeas, las huellas de animal, las plumas, la droga en el brazo, la sangre falsa y cada frase que estaba tras las pinturas.

—¿Querías que te encontraran?

—Muy diferente, quería que reabrieran un caso de homicidio que fue cerrado porque se consideró accidente.

—¿Y por qué asesinar?

—Para explicar el dolor que sentía la artista antes que la asesinaran, aquellas pinturas que mostraban la esperanza de poder volar y ser libre —el sonoro sollozo inunda la habitación.

—Eres un tipo muy inteligente.

—Tú lo eres más, Honesto —levanta la mirada—. ¿Cómo fue que diste conmigo?

—Te cuento…