XIV

37 2 2
                                    

Come up to meet you
Tell you I'm sorry
You don't know how lovely you are

I had to find you
Tell you I need you
Tell you I set you apart…

—¿Aló?

—Karim, ¿vas a venir a trabajar hoy?

—Te dije que no, Alissa.

—Es verdad que nuestro personaje nos dejó y aún lo tengo en investigación, pero no es motivo para que estés triste.

—¿Está en la morgue?

—Sí, pero aún no desocupo las mesas, ya sabes, los asesinados de Sprengen no me han dejado seguir investigando.

—Comprendo ¿Algo relacionado con Manakel?

—Lo que contenía la jeringa era una gran cantidad de Fluoxetina, un antidepresivo bien potente.

—Fue una dosis bien grande al parecer.

—No he podido analizar bien la cantidad que ocupó Sprengen para intoxicarse, pero algo me parece extraño.

—¿Qué cosa, Alissa?

—Que la jeringa es de quince centímetros cúbicos y si se consume un total de cincuenta centímetros cúbicos o sesenta y cinco miligramos puede provocar la muerte.

—Me dejas con la misma duda, ¿podrías ver el cuerpo durante el día?

—Veré si puedo, espera viene alguien, después te llamo sobre el caso.

—Ok, hablamos —corto la comunicación.

Come up to meet you
Tell you I'm sorry
You don't know how lovely you are

Observo el móvil, es Alissa que está llamando nuevamente, pero si recién cortamos la comunicación.  

I had to find you
Tell you I need you
Tell you I set you apart…

—¿Aló, Alissa?

—…

—¿Alissa?

—Ho… ho… hola, honesto… —una voz masculina me perturba.

—¿Sprengen? —me levanto desesperado.

 —¿So…sorprendido?

—¿Dónde está Alissa?

—¿La señorita de blanco? —ríe—. Es… está a mi lado, verdad Doctora.

—¿Alissa?

—¡Tranquilo Karim, está todo bien!

—Creí co…conocerte honesto, pero veo que te divertiste con esta puta haciéndote pasar por un detective sincero y bueno.      

—¿De qué hablas?

—E… en tu mirada me sentí reflejado, creí que tal vez habías pasado por el mismo dolor que yo, pero sospeché que este angelito blanco era tu geisha personal, es po… por eso que planeé todo para que me encontraras.

—Estás tratando de decir que el ave es realmente…

—¡Exacto! —escucho su risa—. Tu puta es el ave que necesita volar, vamos honesto, ¿m… me detendrás?

Se corta la comunicación y trato de contactar a Vladdimir.

—¿Qué sucede, pequeño saltamontes? —responde.

—Ha vuelto y necesito salvar a Alissa, o la matará, voy a ir en mi moto —digo corriendo por las escaleras.

—Con calma viejo ¿Quién ha vuelto?

—Sprengen —enciendo el motor del R15.

—Eso es imposible…

—Lo sé, pero el maldito es inteligente —coloco el móvil con altavoz en el interior de mi casco—. El ave no era Tori, sino Alissa.

—Maldición, yo igual voy para allá, por favor, no hagas nada estúpido.

—Si hay que matarlo, lo haré pero no con una pistola, lo sabes bien —corto y acelero mi motocicleta.

SprengenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora