Sprengen

XII

—Acá está la ficha —Alissa lanza sobre la mesa, un archivador.

—Como lo esperaba de nuestra mejor forense —dice Vlad con una sonrisa en la cara.

—Los encantos de una dama no tienen límite —sonríe con gracia.

—¿Caso pincel? —pregunto.

—Náyade era una joven artista, el caso se denominó Pincel, ya que ella fue encontrada muerta junto a una pintura —responde Vlad.

—Gracias por los detalles, jefe —sonrío y abro el archivador.

Los detalles del caso fueron, que se abrió hace cuatro años, un día diez de Marzo fue encontrada muerta una adolescente de dieciocho años, una joven promesa de la artes, los principales sospechosos fueron tres mujeres y un hombre, cuyo nombres eran Pegeas, Mekare, Tori y Manakel, estos dos últimos absueltos por no encontrarse junto al cadáver.

El cuerpo estaba sentado junto a una pintura en la que se observaba una persona cayendo sobre el mar. La joven tenía un pincel encajado en el pecho, el cual atravesó el corazón, en la sala en donde se descubrió el cadáver estaban las sospechosas directas, las cuales estaban manchadas ropas y caras con pinturas de colores, las que coincidieron con los ocupados en la pintura.

Quienes descubrieron el cadáver fueron la señorita Tori y el señor Manakel, quien acusó a las señoritas Pegeas y Mekare de ser las asesinas.

El caso duró cuatro años, cuyos encargados fueron el Azkeel Moya Abogado de Tori y Manakel, Gabriel Medina Abogado Defensor de las dos acusadas, Manuel González Fiscal del caso y Fernando Flores Juez propuesto por el Juzgado.

Las acusadas fueron absueltas por considerarse una discusión infantil y el caso fue cerrado como un simple accidente. Tomar en cuenta, Manakel juró vengarse de su abogado y de las dos jóvenes acusadas.

—Este muchacho es nuestro querido Sprengen.

—¿Cómo lo sabes? —pregunta Alissa.

—Deja leer una de las pistas de la escena del crimen de Náyade —saco una de las hojas del archivador.

“Pista N° 2: Caso Pincel, Carta a novio.

Querido Sprengen, esta pintura que estoy terminando es con mucho cariño hacía ti, gracias por abrazarme en los días en que las ninfas trataban de ahogarme y de defender mis sueños de aquellos vampiros que solo quieren atacar.

Sé que llamarte Sprengen no es de tu agrado, pero te llamo así ya que tu vuelas, sabes volar, eres libre, sabes que significa un nombre y de donde viene, sabes de qué especie es un animal y escribir cosas que dejan pensando.

Manakel, creo que deberías saber mi respuesta sobre lo que me preguntaste ayer y es sí, acepto ser tu novia, quiero seguir a tu lado y que volemos juntos, que me defiendas, que me inspires y que seamos solo uno.

Con cariño, Náyade.

Volemos juntos por favor Sprengen.”

—Pobre muchacho, que triste —dice Alissa.

—Pero todo esto no es motivo para asesinar personas.

—¿Lo dices como experiencia? —Pregunta Vlad.

—Prefiero no responder eso.

—Dejando de lado lo triste, ¿dónde lo encontramos?

—Según los informes, Manakel reside en la calle Pablo II y trabaja como disecador de animales para un museo —responde Vlad mientras lee los papeles.

—Hemos dado con el asesino, el motivo, quien iba a decir que un caso recién cerrado abriría uno nuevo y más terrible —suspira Alissa.

—Vlad, enciende el auto, vamos ahora mismo donde Sprengen.

—¿Pero el ave que debemos salvar?

—Lo tiene en su casa, el quiere verme allá.

—Entonces andando —dejamos las cosas sobre la mesa y nos dirigimos al auto.

—Que les vaya bien a los dos. Cualquier cosa avísenme —se despide Alissa.