CAPITULO 40 - El Cumpleaños

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<< Unas semanas después... >>

Era la mañana de un hermoso día de primavera, el sol lentamente hacia su presencia en el horizonte asomándose entre los montes de la región.

Aurora apareció por la puerta de su recamara vestida con una larga camisa de Andrés dibujando una sonrisa al ver que él aún dormía tranquilamente como un niño. Sus pasos lentamente se fueron aproximando hacia el...

"Estas son las mañanitas que cantaba el rey David, a los muchachos bonitos se las cantamos así..."

Andrés entreabrió los ojos con una gran sonrisa. Encontrando ante él un pastelito pequeño, con una sola vela en el centro encendida.

"Despierta, mi bien despierta mira que ya amaneció... Ya los pajaritos cantan y la luna ya se escondió."

Andrés se sentó contemplando a Aurora.

"Feliz cumpleaños mi vida." ella dijo plantando un beso sobre los labios de él.

"Y esto?"

"Pide un deseo y apágala."

"Solo uno?" preguntó Andrés con una mirada pícara.

"Uno solamente."

Andrés cerró un ojo jugando y apagó la velita.

"Y qué fue lo que pediste?"

"Ah, eso no se dice. Si no, no se me cumple."dijo con una descarada sonrisa, tomando un poco del glaseado. "Mm... Está rico." se saborea el dulce. "Pero... sabes que." la ve pensativo. "No sé. Como que..."

Inesperadamente le roba un beso a Aurora.

"¿Qué haces?" dijo ella riéndose al casi perder el balance del pastelito. "Me llenas de dulce..."

"Mm... Tenía razón... sin duda tus labios le ganan. Mil veces."

"¿A si?" Aurora tomó un poco de glaseado y lo embarró por la barbilla de Andrés.

"Esta si me la pagas." dijo él atrapándola.

Volvió a besarla envolviéndola entre risas en sus brazos. Cayendo juntos a la cama en un beso dulce y tierno.

<< . . . >>

Iglesia del Pueblo de San Francisco de los Reyes

"Y qué es lo que piensas hacer?" dijo José María viendo a Andrés dar vueltas por la sala de su casa.

"No lo sé." Andrés detuvo sus pasos. "Pero sea lo que sea tengo que ponerle una solución. No puedo seguir así por mucho tiempo. Si Aurora llega a enterarse de que estoy ayudando a Victoria, no quiero ni imaginarme lo que se me va a armar."

José María sonrió levemente. "No puedo creerlo, Andrés Del Valle le teme a una mujer?" dijo en un tono burlón.

"A una celosa y embarazada mujer."

"Puedo imaginar sus razones. Con tu historial." Andrés miró sin gracia la sonrisa de hermano. "Relaje. Me imagino que no ha de ser fácil para ella asimilar que también compartirás un hijo con otra."

"Hijo? Hijos querrás decir... Aún no le he dicho lo de Sebastian."

"Y no crees que ahora es el momento? No quiero echarte la sal, pero no creo que Victoria se haya resignado a perder. Y va usar a esas criaturas para conseguir lo que se proponga de ti. Tal y como lo hizo con Gustavo todos esos años."

*

Casa Del Valle...

"Huele terriblemente delicioso aquí adentro." dijo Andrés entrando a la cocina.

Plantó un beso sobre la mejilla de su tía Blanca quien junto con otra mujer agredían los ingredientes de la cena.

"Pues lamento advertirte que todo esto es para esta tarde así que..." ella le da un golpe sobre la mano al verlo querer empezar a probar. "Manos lejos."

"Aow!" sacudió su mano con una cínica sonrisa. "Si la tía no complace al cumpleañero que tal su mujer?" Enredo sus brazos por detrás de Aurora, mientras ella picaba vegetales. "Mm..." le dio un beso.

"Me temo que las reglas son las reglas, cariño." dijo Aurora con una dulce sonrisa.

"Bueno... Está bien, me rindo. ¿Te la puedo robar por unos momentos tía?"

Blanca sonrío contemplándolos.

"Solo no se les vaya ocurrir perderse, porque los invitados llegan dentro de un rato."

*

Abrazado de la espalda de Aurora, ella y Andrés cruzaron el patio hasta entrar a la sala.

"No creo que nos vaya dar tiempo de ir a la casa y regresar, así que tu ropa está acomodada sobre tu cama." dijo dándose la vuelta en sus brazos. Él tenía sus ojos fijos en ella. "¿Qué tanto me miras?"

"Lo hermosa que te ves."

"Le he estado ayudando a tu tía a cocinar las últimas horas. Me he quemado los dedos quien sabe cuantas veces. Así que dudo mucho que este algo presentable."

El beso su manos.

"Y aún así, logras hechizarme."

"Vamos a ver si piensas eso dentro de unos meses. Cuando esté toda gorda y con un humor terrible."

"Siempre." Él sonrió llevando sus labios a besarla. David apareció por la entrada viendo a la pareja fríamente con celos.

*

Horas más tarde Andrés había sido felicitado por familiares, amistades y conocidos. Y disfrutado del buen ambiente de la fiesta.

Ante él habían puesto un pastel con más de treinta velas ya encendidas. Tomado de la mano de Aurora de un solo golpe apago cada una de ellas. Clavando su mirada en adoración sobre su mujer...

*

Juntos se habían alejado del ambiente buscando algo de privacidad caminando por el patio tomados de la mano bajo un cielo estrellado.

"Tengo algo para ti." Ella sacó una cajita delgadita enredada entre un moño rojo.

"Otra sorpresa?" Andrés sacudió la cajita. "¿Qué es? Porque por el tamaño de la caja ya están descartadas... las botas... el sombrero." sonrío. "¡Ya sé! Es un beso tuyo?"

Ella soltó la carcajada.

"Ábrelo."

Lo hizo descubriendo lo que parecía una fotografía en blanco y negro. Donde prácticamente a nada se le podía dar figura.

"Es..." la vio confundido. "¿Qué es?"

"Una foto de ultrasonido, la primera foto de tus hijos."

Aurora sonrió, mientras Andrés parecía haberse quedado inmóvil.

"Hijos?" le dijo viéndola fijamente, como si le hubiera hablado en otro lenguaje. "Dijiste hijos... no hijo."

"Si. Tal parece que son gemelos."

"Como en dos?"

"Como en dos a la vez, si." dijo ella con emoción en la mirada.

Andrés miró la imagen, sintiendo que su alma y su pecho se llenaba de una felicidad infinita.

ACUERDATE DE MI (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora