Ella sabía que el bastardo se acercaba, sintió su asquerosa presencia aproximarse a la habitación de sus hermanos. Mantuvo a su hermana entre sus brazos, no sabía lo que quería ese infeliz, pero no podía ser nada bueno, las cicatrices que le había dejado la última vez no habían sanado aún y había partes de su cuerpo que aún estaban adoloridas.
Abrió la puerta y la observó en silencio, pudo sentir como su mirada recorría su cuerpo, no pudo evitar pensar que iba a tomarla de nuevo, pero el hombre se limito a hablar.
-Tenemos una reunión esta noche, querida- Su adjetivo le causo nauseas, no, ella no era su "querida" -Jake y Rice te harán compañía junto con Robert y Sky- Ella sintió naúseas, cuando él estaba cerca todos solían alejarse, ella era su juguete y aunque nunca la había tomado de tal manera que pudiera aparecer una marca de apareamiento, todos sabían que no podían tomarla si él estaba cerca, pero cuando él se iba los otros lobos se acercaban para hacerle cosas asquerosas como su líder, aunque nunca tan nauseabundas como las que le obligaba a hacerle él.
Y es que a pesar de tener los suficientes poderes para cortarlo en pedazos, no sabía si podría con toda la manada y definitivamente no arriesgaría a los cachorros. Pero esa noche era diferente, era la noche perfecta, si solo se quedaban cuatro a vigilarla... podrían hacerlo, era una oportunidad que no podía desperdiciar.
No después de lo que Luna le había dicho hace una semana.
-¿Qué estas diciendo, pequeña?- Ella tenía lagrimas en los ojos, no dejaba de temblar.
-Ellos lo han sentido, saben que mi celo esta cerca- Sintió un escalofrío.
Luna era una Lykos Katagaria, era un lobo que tenía la capacidad de transformarse en humano, sin embargo, su forma original era la de un lobo. Cunado dormía o estaba herida inconscientemente regresaba a su forma original.
-Sol, ellos me van a sortear- Le dijo totalmente fuera de sí, estaba tan nerviosa que parecía a punto de desmayarse, ella le tomo ambas manos y las pego a su pecho.
-Ellos no te tomaran ¿Esta bien? Lo impediremos-
-¿Cómo? No has hecho nada por defenderte ¿Cómo podrás evitar que me tomen a mi?- Ella sintió esas palabras como un golpe, eran la más cruda verdad.
Desde el momento en que esa manada Arcadia había tomado posesión de sus propiedades y vida no había podido defenderse, su padrastro le había dicho claramente que escondiera sus poderes hasta que tuviera oportunidad de escapar, no podía demostrar que ella como humana tenía ciertas habilidades ¿Por qué? Porque probablemente buscarían someterla como a Juliana y Luna que en ese momento tenían unos malditos collares metriazo que anulaban sus poderes.
Ella podría quitárselos fácilmente, pero si lo hacía los Lykos Arcadia se darían cuenta, todavía no era el momento.
-Encontremos la manera de irnos antes de tu siguiente ciclo ¿Esta bien?-
-No quiero quedar emparejada con alguno de ellos, no creo tener tanta suerte como tú- Ella sintió ganas de vomitar ¿Cómo le explicaba? No había manera de que ella quedara emparejada con alguno de ellos, nunca la habían tomado de esa forma, él siempre se había encargado de degradarla y humillarla.
-No tengo suerte, Luna- Su voz sonó fría, Luna dejo de temblar y abrió los ojos, seguro percatándose de lo que había dicho.
-No, yo no quise...- Respiró profundamente.
-No importa, lo sé, solo cálmate- No tenía caso que se pusiera nerviosa, debían de mantener la cabeza fría.
-Escuche otra cosa- Escucharon pasos, las dos guardaron silencio, Juliana apareció en la puerta, tenía varios golpes en el rostro, no parecía nada de gravedad.
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Una luz en la oscuridad
FanfictionRemi Peltier siempre se ha sentido como un alma solitaria a pesar de estar en una numerosa familia. Malhumorado e impredecible, es un oso con el que no te gustaría iniciar una discusión. Odia a todo el mundo, todos lo toleran debido a que conocen la...