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Sol estaba sentada en el despacho de Aimee esperando a que Vane, Fury y Bill Laurens. Había hablado con Tabitha hace unos días, después de escuchar durante media hora como la adulaba por "devorarse al guapo pero gruñón Oso del Santuario" le comento lo que había hablado con Remi respecto a sus hermanos, ella le había sugerido que hablara con su cuñado: Bill Laurens ¿Por qué? Bien, sus padres habían muerto, ella no tenía una acta de defunción, sus hermanos eran menores de edad, no sabía nada del testamento, por el momento estaba en la calle, sus hermanos no estaban asentados y no tenían un tutor legal.

Había decidido que los tutores serían Vane y Fury.

Lo había pensado por días, sinceramente no podía encontrar a alguien mejor para hacerse cargo de sus hermanos, Juliana podría hacerse cargo de ellos, si, pero Juliana no podría plantarle cara a Stone en cambio Vane y Fury podrían hacerle bastante daño si se atrevía a acercarse a ellos. Durante semanas lo pensó demasiado, tenía veintiséis años, dentro de unos días cumpliría veintisiete, viviría unos sesenta o setenta años más, había visto a Alex, el hermano de Jossie, tenía ciento cincuenta años y solo parecía un adolescente. Eso sería lo que pasaría con ella, sería una anciana mientras sus hermanos a penas comenzarían a vivir.

-Sol- Aimee había entrado al despacho, detrás de ella venían los tres hombres, supuso que el rubio con traje y porte formal era Bill Laurens.

-Hola- Saludo a Vane y Fury, no los había visto desde que hizo temblar el lugar, realmente la que había intervenido entre ellos había sido Aimee por medio de Fang, Amanda y Grace habían hablado con Bride.

-Sol- La saludaron los dos, su expresión era solemne, ambos sabían que lo que iban a hacer era lo mínimo que le debían.

-Buenas noches, soy Bill Laurens- Le extendió la mano.

-Buenas noches, Sol Flores- Tomo su mano, cuando se soltaron el hombre comenzó a hablar.

-Ya toda la documentación está lista- Abrió su maletín y comenzó a sacar un par de papeles -Estas son las actas de tus hermanos, estás son las actas de defunción de sus padres y este es el testamento de sus padres- Señalo finalmente mientras se lo extendía -Supongo que lo hicieron antes de que tú madre estuviera embarazada, todo te lo dejan a ti, tienes una cuenta en el banco donde tu madre colocaba los ahorros para tu universidad, de igual manera tu padrastro te dejo otra cuenta por si necesitabas dinero en caso de que faltarán, no se toca el tema de la custodia de tus hermanos, pero ya lo he arreglado- Extendió otro documento hacia Sol, ella estaba a media lectura del testamento de sus padres con emociones encontradas -La custodia es tuya, eres su familiar más cercano y tienes los recursos para mantenerlos, tus padres te dejaron de igual manera su negocio aunque... ha estado cerrado durante años, tendrás que revisar eso- Cuando se detuvo la miró -¿Estas segura de darle la custodia a Vane y Fury?- Sol estaba saturada con la información, pero tenía una idea clara.

-Me gustaría decir algo antes- Sol miró a Vane y Fury.

-No permitiré que Stone se acerque a tus hermanos, Sol- Señalo Fury -Ni Vane lo hará, tenemos razones suficientes para hacerlo, odio el sentimentalismo de Vane, pero en algo tiene razón, Star es nuestra hermana y aunque no es la mejor hermana del mundo no podemos dejar que muera por los pecados de Stone- Sol hizo una mueca -Me haré cargo de los Katagaria y aunque cambien no los rechazaré, mi hermano y yo cambiamos, no haré lo mismo que me hicieron a mí-

-Sostengo las palabras de mi hermano, no dejaremos que nadie dañe a tus hermanos, además puedes venir a vivir con nosotros cuando creas mejor, Stone no es tan estúpido para ir a mi casa, sabe que no podemos matarlo, pero podemos dejarlo cojo de por vida- Sol asintió.

-Gracias- Bill sacó los papeles.

-Bien, entonces solo firmen los papeles, mañana a primera hora arreglaré todo, Sol debes tomar posesión de la casa y el negocio, pero si quieres hacerlo funcionar, deberás revisarlo personalmente- Ella hizo una mueca, su madre tenía un negocio de venta y renta de vestidos de fiesta, así como trajes para hombre, su madre tenía buen gusto y el negocio había sido rentable.

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora