Cuando pase por la puerta principal de mi casa, tomé mis tacones y los lancé lejos. Había corrido mucho persiguiendo a esa mujer. Sí, porque la persona misteriosa es mujer.
-Hola princesa. -papá venía de la cocina con un café en sus manos.
-Hola. -contesté cansada.-¿Qué tal tu día? -dijo mirando mis tacones esparcidos en el piso.
-Se podría decir que cansador. -hice una mueca con mis labios.Mi padre se sentó en su cómodo y grande sillón. Nos quedamos incómodamente en silencio.Mi celular sonó, haciéndonos sobresaltar. Mire la pantalla, número privado.Pase la lengua por mis labios, estaban secos y contesté.
-Hola, diga. -dije dura.
-Necesitamos hablar. -su voz también era dura.
Justin Bieber .Rápidamente tome mis tacones y corrí escaleras arriba mientras mi padre quedaba con un rostro confuso.
-Selena ten mucho cuidado. Richard y tú están en peligro. No me perdonaría si te pasara algo. Billy le llevo el cuento a Michelle de que tú y yo nos estamos viendo a escondidas. -dijo todo de prisa.
Haciendo un conteo caótico.
-Hey ¿Cómo lo haces tú para saber todo? -dije algo normal, algo que no era precisamente correcto en ese momento.
-Selena no estoy jugando. Ten mucho cuidado, cuando te fuiste de la escuela ¿Alguien te siguió? -dijo como adivinando las palabras que le iba a decir.
-¿Cómo lo sa...? -pero me interrumpió.
-Toma tu auto y anda a la calle Collister 300. Estaré esperándote, por favor amor cuídate. -me cortó.
Sonreí cuando recordé la forma en que me dijo amor. Su voz era tan sexy, tan misteriosa, una voz que me aprontaba problemas y no me importaba tenerlos porque sabía que él me protegería porque seguiría siendo mi guardaespaldas pero con privilegios, su voz sensual que te elevaba al cielo y ahí quedabas hablando con los ángeles.Reaccioné moviendo mi cabeza haciendo agitar mis largos cabellos, me miré al espejo. Tome unas zapatillas vans cómodas y salí.
-Selena hoy tenemos una cena importante de familia. Por favor no llegues tarde. -papá me avisó mientras tomaba las llaves de mi auto.
No dije nada y salí. Tomé con toda velocidad la carretera en dirección al centro de Londres. Nubes negras se acercaban desde el norte. Miré el cielo.
-¡Maldición! ¿Dónde está la calle Collister? -hablaba para mí misma mirando hacia todas partes. En una calle algo pintoresca y alejada de la carretera vi un letrero "COLLISTER" Bingo pensé. Estacioné mi auto y camine buscando la casa número 300. Cuando di con ella, revoltosas mariposas aletearon en mi estómago. El fuerte viendo de Londres hizo ponerme la piel de gallina. Toqué el timbre.Su vestimenta era de un chico normal de 20 años, se notaba que Justin tenía un buen sentido de la moda. Su cabello castaño alborotado y sus ojos ambar llameantes llamarían la atención de cualquier perra. Pero el es mío, lo dije desde la primera vez que lo vi y lo diré el último día de mi vida.Levanté una ceja sexymente, él me atrajo a su cuerpo y me dio un pequeño besos en los labios. Cerró la puerta detrás de mí, el interior de la casa era hermosa. Las paredes azul marino, televisor pantalla plana, sillones claros.
-¿Casa de soltero? -dije riendo.
-Creo que solo me quedan horas para ser soltero. -me abrazó por detrás -Necesitaba tenerte a mi lado para protegerte. -susurró en mi oído, inconscientemente cerré mis ojos.
-¿Qué querías hablar conmigo? -dije recordando a lo que venía. -No puedo estar mucho tiempo, mi padre me estará esperando para una cena importante.
-Creo que Richard tendrá que esperar. Necesitamos hablar muchas, una de ellas es que no estás segura en tu casa, solo estás segura a mi lado. Tengo mis contactos aún en la agencia de guardaespaldas, planean la muerte de Richard.Abrí mis ojos lo que más pude, tape mi boca.
-¿Estas jodiendome o es verdad? -dije en un susurro.
-Me temo que esta no es una broma amor. La venganza empezó. Y tú serás una de sus víctimas. -Tomó mis manos.
ESTÁS LEYENDO
Guardaespalda -EDITANDO.
RomansaMucho dicen que el amor es lo más importantes en la vida. Dicen que tu vida no es perfecta si no tienes amor, pero se equivocan.