Estaba en una reunión con todos los de la “organización" escuchando las amenazas del jefe, esto debido a que según él, le habíamos fallado por no haber logrado nuestro cometido de acabar con el bando que estaba arrebatándole todo el negocio de las drogas en el barrio.
Me sentía algo enojado, pero mantenía él silencio, él nos culpa por algo que habíamos hecho bien, ya que él hecho, de que sus contactos no hubiesen sabido identificar al verdadero cabecilla de la banda, haciéndome asesinar, al hombre equivocado, una insignificante y pequeña pieza, del juego... nada grave sólo un peón más al igual que nosotros.
–Están advertidos, si vuelven a cometer otro error como éste, me encargaré de buscar a cada uno de sus familiares y asesinarlos, yo soy su jefe, ustedes no pueden ser ineficientes, no se les olvide que se perfectamente dónde vive cada uno, puedo hacer que cualquiera sufra, acabaré con quien tenga que acabar.
Inútilmente estaba intentando intimidarme, cosa que conmigo no funcionaba del todo, esto debido a que yo no tenía ningún familiar que pudiese llegar a importarme al punto de sentirme amenazado por sus palabras.
Cuando terminó de dar su patético discurso amedrentador observe de reojo a Erick y le hice una seña para que esperara afuera y bajár deprisa al barrio, quería ver a Katy y sabía perfectamente que nadie me lo iba a impedir.
Pasé por un lado del barón él me tomó de la camisa y me hizo observarlo fijamente.–Que no se te olvide Marcus, que el hecho de que no tengas madre no significa que no pueda saber cuál es tu punto débil.
–¿A qué se refiere señor?- lo observé algo intrigado.
–Sé que te gusta la chica de la tienda, la hija del señor al que casi asesino, por no querer pagar su cuota mensual. Créeme cuando te digo, que a mí no me interesa poner a pagar las deudas de mis hombres, con sus seres queridos y mucho menos si se trata de una jovencita tan linda como ella.- lo observe furioso y el sonrío de lado.
–Se equivoca señor, si usted quiere hacer algo en contra de esa chica, hágalo.- necesitaba despistarlo.–Siendo completamente franco con usted, a mí esa chica no me importa tanto como cree, es sólo una más del montón.-el soltó una gran sonrisa.
-Así me gusta Marcus sin piedad y sin corazón.- palmo mi espalda.–Llegarás muy lejos en este mundo si aprendes a no dejarte cegar por mujeres.
–Así es señor... tengo el mejor maestro.- pasé por su lado y Erick me esperaba fuera de la finca en una moto, me subí en ella y fuimos directo al barrio, al llegar dos jovencitas estaban de pie en la plaza charlando amenamente, reconocí enseguida a la castaña a lado de la pelirroja.
Hoy lucia aún más hermosa que de costumbre y eso me hacía sentir orgulloso, por haber escogido muy bien a mi futura novia, nos acercamos a las chicas y ella nos sonreían, escuché como mi amigo le decía un par de bobadas a su chica y me limite acercarme a Kathy quien sonreía algo nerviosa.
–Creí que no te vería nunca, lejos de la tienda de tu padre.- le dije y ella se ruborizó enseguida.
–La verdad es que vine acompañar a mi amiga, no creí que tú fueras a venir también.- mencionó tímida.
–Sabes perfectamente que el novio de tu amiga, es mi mejor amigo, deberías deducir el resto...
–La verdad es que no me gustan las suposiciones y quería salir a respirar un poco de aire fresco, por lo de mi padre.- su rostro se entristeció.
–¿Qué pasó con tu padre?- tragué grueso.
–¿No lo sabías?- me pregunto.–Creí que todos los de tu calaña se mantenían informados, de lo que sucede a su alrededor.
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El Mafioso Marcus Hawkins
General FictionNuestro mafioso favorito tiene un oscuro pasado, podría sorprenderte lo difícil y cruel que él pudo llegar a ser, conoceremos en esta historia, una realidad que abraza a muchos y quiero que este tercer libro te deje una gran lección. Los invito a em...