capitulo 22

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Pasé una noche agradable; con el trío de narcos, unas nenas que llegaron hacernos compañía y aunque no tenía planeado quedarme tiempo de más allí, no podía despreciar a los hombres con los que posiblemente tendría grandes negocios a futuro y que podrían dejarme grandes cantidades de dinero extra.

...

Conducía camino a casa, iba en la parte trasera de la camioneta, observaba con un poco de resaca el camino, pensando en un montón de cosas pendientes y sentía un fuerte dolor de cabeza.

Decidí tomar un par de pastillas para relajarme, afortunadamente lo hice y no se me hizo difícil quedarme dormido.

Al llegar a casa me percaté de que había demasiado silencio para mi gusto, saqué mi arma, la escondí y subí hasta la habitación de Kathy, me sorprendí al no verla, sentí nervios, así que revise en el closet y estaban todas sus cosas.

Busqué a mi nana y tampoco estaba por ningún lado, pensé que quizás andaban haciendo algunas compras, ultimadamente ella estaba algo extraña.

Los hombres que había dejado a cargo de ellas tampoco estaban, entré a mi oficina y me topé con uno de los chicos de seguridad.

-¿Acaso no te deje custodiando a mi esposa?- le pregunté enseguida y éste me observó algo raro.

-Señor creí que había recibido mis mensajes.- se excusó.

-¿De qué mierda hablas?- observe en mi teléfono y me di cuenta de que tenía un montón de llamadas perdidas.- ¿Le pasó algo a Kathy?- le pregunté sin rodeos y éste asintió.

-Ayer tuvo un dolor muy fuerte, esta mañana la conseguimos inconsciente, su nana se la tuvo que llevar a urgencias. Ellas están en el hospital a un par de minutos de aquí.- me preocupé enseguida.

-¿Por qué no me informaron de esto?- espete molesto.

-Señor anoche intenté informarle y usted nos dijo que no lo molestamos. Cuando veníamos en camino intentamos decirle pero estaba tan drogado que no pudimos despertarlo.- se excusó Yeremaya.

No quise seguir con el tema fui un completo idiota, así que salí sin pensarlo al hospital, me metí dentro de la camioneta, no pedí ningún chofer, arranque yo mismo la camioneta y conduje con rapidez hasta urgencias. Al llegar pregunté por mi esposa y me dijeron que estaba en una habitación; qué debía esperar a tener noticias, me enviaron a la sala de espera. Supuse que mi nana estaba allí, efectivamente allí se encontraba y estaba llorando.

Ella al verme corrió a abrazarme.- ¿Que sucede?- le pregunté, alejándola un poco de mí y limpie sus lágrimas con un pañuelo que siempre llevo en mi bolsillo.-Dime, ¿Qué pasa?- repetí, ella intentaba hablar, pero no podía.

Experimente un susto grande, necesitaba saber más, definitivamente algo malo había ocurrido.

-Ella se desmayó.- mencionó con dificultad.-Yo, entré a su habitación, estaba desmayada.

-¿Pero sólo fue un desmayo?- asintió, me relajé.

-Si, aparentemente así fue.

- Entonces ¿por qué lloras de esa manera? me asustas.

-Mi niño, ella no está bien, no había querido comentarte nada. Pero la he visto muy extraña últimamente, le pedí que viniéramos al médico pero ella no quiso.

-¿ A qué te refieres?- no entendía como mierda pasó esto y los imbéciles de seguridad no insistieron.

-Pues ella no está comiendo como debería, siento que si yo no le doy las pastillas, por sí sola no se las toma y me percaté de que va demasiadas veces al baño, eso no es del todo normal.

-Ya nana, no te preocupes. Mejor esperemos a ver qué dicen los médicos.

Quizás ella estaba exagerando, quizás fue alguna baja de presión y ella lo está exagerando.

-Es que tú no entiendes, yo soy mujer. Puedo sentir que ella, no se encuentra bien y temo que hagas una estupidez.

-No te preocupes.- la abracé.

Se acercó uno de los doctores, preguntando por los familiares de Kathy, corrí a ver qué sucedía y me observó fijamente

-¿Quién es usted?

- Quién soy, pues su esposo.- dije serio y éste asintió.

-Si, bueno, ella está perdiendo líquido amniótico. La vamos a retener aquí, un par de días, hasta que todo vuelva a la normalidad, tendrá que tener reposo absoluto.- me explicó.-Así que le aconsejo que la mantenga vigilada, está pasando por una especie de depresión y necesita apoyo de ustedes.

-Claro, así mismo será doctor, ¿Puedo verla?- pregunté y el doctor negó.

-Me temo que eso no será posible. Ella está diciendo, tuvimos que hacerlo, pues Aparentemente no ha dormido muy bien, le recomiendo que espere aquí un par de horas y luego le permitiré entrar.

Quise negarme pero no lo hice, primero estaba su salud que mis caprichos, me relaje y me despedí del doctor.

- Vez Nana, te dije que no era nada grave.

- Pues te equivocas, para ti nada es grave, pero yo sé que esa pobre muchacha está sufriendo y tengo un presentimiento muy extraño.

-No vayas a empezar otra vez, con tus presentimientos.

-Solo te estoy advirtiendo, sabes que no falla, por lo que te pido, te mantengas tranquilo. Tómate un descanso Marcus, evitarle más preocupaciones a Kathy.

-Bueno Nana, está bien.

Era el segundo día de Kathy en hospitalización, no me había ido a duchar a la casa, me tocó en el hospital, ella estaba acostada y yo a sus pies. Habíamos hablado un poco, pero no me atrevía a preguntarle nada más, el doctor nos dijo que no debíamos presionarla y eso era lo que iba hacer.

Mientras estuvo hospitalizada, intenté ser un hombre muy paciente y cariñoso, me siento miserable por haberla engañado. Mientras ella estaba enferma, otra vez comprendí que estaba comportándome como un imbécil y la estaba dejando sola en el momento que más me necesitaba.

-Marcus.- despertó y me puse enseguida su lado, besando sus manos.

-¿ Cómo te sientes?- pregunté y ella sonrío.

- La verdad, contigo me siento mejor.- eso me relajo, ya que de cierta manera ella no me estaba rechazando.- Amor tienes un aspecto terrible.

-Lo se, te prometo irme a bañar a la casa.

-Eww qué asco, con razón la habitación huele tan horrible.- bromeó y acaricie su rostro para luego darle un beso.

- ¿Ya te vas?, tan pronto.- pregunto nerviosa.

-No amor, prometo mantenerme distante de los negocios, hasta que des a luz.

-¿Qué?, pero aún faltan tres meses.- ella no podía creerlo.- Es decir, para el parto.

-Lo sé, bueno imagino que tendré que pasar tres meses a tu lado. Espero puedas soportarlo, será mucho tiempo juntos los cuatro.

- A mí me agrada tu compañía y lo sabes.

-Si, bueno, prometo que de ahora en adelante estaremos bien. No te daré motivos para que te preocupes, para que todo el embarazo llegué a buen término.

Ella sonrió y sus ojos se humedecieron con lágrimas.- Eso me agrada.

- Te amo Kathy.- tomé su rostro con mis manos y la bese.

-Y yo te amo a tí Marcus.

El Mafioso Marcus HawkinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora