El Mafioso Marcus Hawkins

Capitulo 20

Marcus había logrado expandir todo el negocio que el ruso la había dejado a nivel internacional, a su corta edad había logrado lo que muchos anhelaban y no podían, esto provocaba la envidia de muchos, agrandando su interminable lista de enemigos declarados.

El intentaba en la medida de lo posible mantener a su esposa resguardada, se había casado con Kathy un año después de la muerte del ruso, en una hermosa boda familiar. Ellos disfrutaban cada momento juntos, que por el trabajo de él no era demasiado; Marcus la llenaba de lujos y de viajes, a ella y a su familia.

Pero esto no era suficiente para Kathy, quién esperaba un esposo diferente pero no le quedó más que terminarse adaptando a lo que había elegido, ella era feliz aunque vivía con la zozobra de que un día posiblemente su esposo no llegaría a casa o que le dieran una terrible noticia.

La familia de Kathy tuvo que abrir los ojos y darse cuenta de lo que se dedicaba su yerno, cosa que muy en el fondo ellos ya sabían, pero intentaban hacerse los desentendidos. Marcus había expandido sus negocios por diferentes partes del mundo, logrando así aumentar su fortuna en cantidades inimaginables, era buscado por diferentes grupos gubernamentales y grupos contra extorsión y terrorismo.

En sus viajes por el mundo también había logrado sumar diferentes amantes, pero ninguna lograba revocar del trono a Kathy, pues ella siempre era su reina y lo dejaba claro en todo momento.

Había logrado hazañas inimaginables como contrabando gigantescos, mediante autos, aviones, mar, mulas de carga, etcétera; los rojos en diferentes ocasiones le habían hecho atentados en los que había perdido muchos de sus hombres pero jamás habían logrado su cometido.

Frederick Butche era su enemigo más grande, el líder de ¨los rojos¨ una organización de narcotráfico enorme, Marcus no entendía porque este hombre estaba tan empeñado en destruir su organización, pero deducía que era por causa de todo el poder que él había logrado obtener, no sabía de donde venía su rencilla con el señor Kosov, pero si era consciente de que él cumpliría su promesa acabando con todo ese grupo, era bastante difícil de por sí tener que lidiar con otros enemigos para tener que cuidarse por encima de todo de uno en particular.

Marcus ahora a sus 23 años había logrado todo lo que tanto había anhelado en algún momento de su vida, cada uno de sus esfuerzos estaban surgiendo ahora recogía la cosecha que había sembrado durante estos últimos años.

Él se había convertido también en un hombre completamente frío, de tanto tener que probar el producto que exportaba término también consumiendo la droga que tanto odiaba. Kathy en reiteradas oportunidades lo había amenazado con dejarlo, pues cuando consumía perdía la noción del tiempo y se volvía un hombre agresivo, inclusive no le gustaba quedarse a solas con él cuando venía de probar mercancía, pues en algunas ocasiones termino abofeteando cosa que ella aún resentía internamente .

Aunque le hubiese dicho que lo disculpaba, Kathy tomaba métodos anticonceptivos a escondidas de Marcus para no procrear de él; pues le aterraba que sus hijos crecieran en ese mismo mundo en el que ella se había metido de manera estúpida. Amaba a Marcus por sobre todas las cosas, pero era consciente de que el hombre que tenía su lado, no era la misma persona que conoció antes, se había vuelto alguien controlador, posesivo, agresivo y esto para ella era demasiado defecto junto, al punto de no querer esto para sus futuros hijos.

Hoy era el aniversario número 4 de la muerte del señor Kosov, Kathy estaba como de costumbre paseando por los jardines de la casa. Cuando sintió un leve malestar, corrió hasta un par de arbustos y desecho todo lo que tenía en el estómago, ella se asustó enseguida pues el marido se hizo presente y finalmente se desmayó, cuando despertó estaba en urgencias, acompañada de sus acostumbrados escoltas y de su nana Lucí una mujer de aproximadamente 30 años a quién quería demasiado, pues se había ganado todo su cariño.