Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]

Episodio 123

Camila comprobó su teléfono por décima vez en cinco minutos por palabra de Wilmar o Lauren. ¿Por qué no había llamado alguien? Se suponía que habían entrado y salido, un rápido ataque furtivo. Y Lauren debería haberla llamado. Ella iba a patear su culo de vampiro cuando regresara de esta pequeña aventura. La puerta de la pequeña biblioteca del cuartel general de Lisa, donde había estado usando la computadora para localizar las especificaciones del centro de investigación, se abrió detrás de ella. Al final. Ella se levantó de un salto y se dio la vuelta.

— Ya es hora de que...

— Lo siento. — Sarah entró y cerró la puerta. — Necesito que vengas a la enfermería conmigo.— El estómago de Camila se tensó, y el temor helado se deslizó por su espina dorsal.

— ¿Por qué? ¿Qué pasa?

— La Alfa acaba de llamar. Estarán aquí en unos minutos. Eres necesaria.

— ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? Dímelo ahora. Por favor. — Camila agarró el respaldo de la silla para ocultar el temblor en sus manos. Lauren no había llamado.

— Sólo dime. — Tristeza y compasión llenaron los ojos de Sarah.

— Lo siento. La detective Jauregui estuvo en un tiroteó y murió durante la incursión.

Una negra cayó, de pronto bloqueando toda la luz de la habitación. Camila luchó para recuperar el aliento. Por favor, esto no puede ser. Ellas habían tenido muy poco tiempo. Tantas cosas por decir, por hacer. Los años de su vida se extendían ante ella como una noche interminable. Largos años oscuros. Camila luchó contra la desesperación.

— Ella es un Vampiro. Ella se levantará. Ella no está muerta. No es lo mismo. No está muerta.

— No lo sé. — dijo Sarah suavemente. — Sólo sé que la Alfa dijo que era urgente y que necesitabas estar allí.

— Llévame allí. — Camila agarró el brazo de Sarah.

— Estamos unidas a la sangre. Alguien debe saber qué hacer. No la voy a dejar ir.

La puerta de la sala de tratamiento se abrió de golpe, y Lisa pasó a través de ella, Lauren en sus brazos. Detrás de ella, Jisoo llevaba a Lena. Un lobo blanco y gris se al lado de ellas.

— ¡Lauren!

Camila se precipitó hacia adelante. La camisa blanca de Lauren estaba empapada de sangre. Camila agarró la mano de Lauren. Estaba fría, más allá incluso del frío cuando Lauren no se había alimentado durante mucho tiempo.

— Dios, oh Dios, cariño. ¿Qué te han hecho? — Ella miró más allá de Lisa a Halsey y no vio nada en sus ojos excepto resignación.

— Dime lo que tenemos que hacer. — Cuando la Vampiro no respondió, Camila agarró el brazo de Lalisa.

— Por favor. Ayúdame. No puedo perderla.

— Sarah. — dijo Lisa, sacudiendo su cabeza a Jisoo cuando Jisoo hizo un movimiento para sacar la mano de Camila de su brazo.

— Lena y Irene necesitan atención.

— Llévalas a la puerta de al lado. — dijo Sarah a Jisoo.

— Voy a buscar a Roseanne.

— Jisoo, quédate con ellas.

— Sí, Alfa.

Camila agarró la mano de Lauren mientras Lisa ponía a Lauren cuidadosamente en la cama. Los labios de Lauren estaban blancos, sin sangre. Sus párpados eran casi translúcidos, sus gruesas pestañas oscuras como manchas de carbón contra sus blancas y pálidas mejillas. Camila la besó.

— Lauren, hey. Te amo. — Miró alrededor de la habitación y encontró a Halsey.

— ¿Cuánto tiempo tenemos? ¿Que necesito hacer? — Halsey apartó la mirada. — Por favor.

— Dile lo que nos dijiste. — dijo Lisa con brusquedad. Halsey respiró hondo y lo soltó lentamente.

— Mi Lieja dijo que no tenía una compañera de sangre.

— Eso no es cierto. — dijo Camila. — Si no me crees, pregúntale a Ariana. — Ella giró la cabeza y señaló las débiles marcas de punción en el cuello.

— Ella se alimentó de mí y me dio su sangre. Estamos unidas. No la dejaré morir.

— ¿Cuán recientemente? — dijo Halsey, luz quemando en sus ojos de ónice. — ¿Cuán reciente es el vínculo?

Camila miró a Lisa, vio la misma compasión en sus ojos que había visto en la de Sarah y su corazón empezó a golpear tan rápido que le dolía el pecho.

— Ayer, ayer por la noche. Esta mañana. ¿Por qué? ¿Por qué eso importa? — Halsey pasó una mano por su pelo oscuro y despeinado.

— Es demasiado pronto. Incluso si sus órganos aceptan tu sangre, no ha habido suficiente tiempo para que tu cuerpo cree una cantidad suficiente de ferrin compatible. Un volumen seguro de su sangre será insuficiente para sostenerla. — La habitación quedo en silencio y Camila agarró el marco frío de la cama de metal para sostenerla.

— ¿Qué estás diciendo? ¿Que la dejamos ir? ¡Ella es mía! No la voy a dejar ir.

— Ella negó el vínculo. — dijo Halsey en tono llano. — No quería levantarse.

— No. Eso no tiene ningún sentido.

La razón de Camila cedió bajo una ola de dolor y rabia. Un abismo negro se abrió frente a ella, y ella sintió que se deslizaba hacia él. Demasiado. El dolor era demasiado. ¡No! ¿Qué había dicho Lauren? Tu fuerza es tu mente. Así es como lucharás. Camila se obligó a concentrarse. Su visión se aclaró, su mente se afiló. Miró fijamente a Halsey.