Episodio 2

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Los dos vacilaron un instante, luego se dieron la vuelta, todavía de rodillas, y se arrastraron fuera de la vista. En cuestión de segundos, el ruido de pasos que huían resonaba por el cavernoso edificio. Lisa se volvió hacia Jisoo, su segunda y la líder de sus centuri.

- Quémalo.

- Sí, Alfa. - Dijeron los Were de cabello castaño. Casi de la misma altura que Jennie, el musculoso cuerpo de Jisoo era una máquina de pelea. La imperatorde la Manada, la ejecutora de Lalisa, vivió para proteger a Lisa.

- Darren busca al Rover. Jesse el acelerador está en el compartimiento bajo del suelo. Wilmar toma a Joy y patrulla la carretera de acceso. No queremos que los lugartenientes de este mestizo nos tomen por sorpresa si vienen a buscarlo.

Escupió sobre el cuerpo desnudo del pícaro muerto. Jesse, uno de los más nuevos centuri, corrió con Darren. Wilmar, un hombre de pelo escarpado y peludo, gruñó su asentimiento y se alejó con Joy, una hembra ágil, castaña y gemela de Jesse. Lalisa deslizó su brazo alrededor de la cintura de Jennie.

- ¿Feliz ahora?

Lisa estaba temblando, y Jennie instintivamente la atrajo lo más cerca que pudo sin que pareciera ser su soporte. Ver a Lisa dominar a los pícaros la despertó aún más que la pelea, y ella no había pensado que eso era posible. Su piel hormigueaba con feromonas y brillaba con un brillo sexual que reflejaba al de Lisa. Su clítoris pulsaba y su sexo se apretaba rítmicamente. Sus músculos internos golpeaban, y sus glándulas sexuales, los nódulos de oliva enterrados profundamente en la base de su clítoris que producía los únicos neurotransmisores sexuales, estaban duros y listos para estallar.

- No seré feliz hasta que te tenga a solas y debajo de mí. - Lisa rió.

- No hasta que te haya tenido debajo de mí, y corrida en ti.

- Todavía no eres lo suficientemente fuerte para eso.

- He sido lo suficientemente fuerte hace unas horas. - Jennie necesitaba a Lisa tan mal que su sangre ardía.

- Eso fue antes de que tuvieras que pelear, y ahora estás herida de nuevo. Esperaremos a enredar hasta que hayas cambiado y terminado de sanar.

- Soy lo suficientemente fuerte como para tomar a mi pareja. - Lalisa mordió el cuello de Jennie, su mordisco abrasador a través de Jennie y haciendo que sus caderas se sacudieran.

- Y voy a correrme en ti muy pronto.

- Estoy lista.

Lalisa la besó, su mano en el pelo de Jennie, inclinando su cabeza hacia atrás. Ella metió la lengua profundamente en la boca de Jennie, su beso reclamando, una demanda caliente, dura y furiosa. El calor ardía en el vientre de Jennie, apretando su clítoris, llenando su pelvis de sangre y victus, la esencia de la vida Were. Sus glándulas pulsaron, y ella gruñó en la boca de Lisa.
Jisoo dijo detrás de ellas: - Los incendiarios están listos, Alfa.

Los ojos de Lisa resplandecían hasta el oro de lobo y se clavaronen los de Jennie con la promesa de su apareamiento.

- Hazlo.

Dejando al centuri para encender el incendio, Jennie y Lisa se dirigieron al todoterreno negro fuertemente fortificado. Jennie llenó sus pulmones con el olor fresco y limpio de la noche, animales en la maleza, polen en la brisa, peces en el río cercano. Vida.

- Te quiero en la enfermería tan pronto como nosotras...

- No. - Lisa se detuvo y agarró los hombros de Jennie.

- Te dije que eso no es lo que necesito.

- Lo sé...

- No, no lo haces. - Lisa tiró de Jennie cerca, su boca contra la garganta de Jennie.

- Tú. Te necesito a ti.

El calor rugió a través de la sangre de Jennie, clavando su clítoris tan fuerte que casi se corre. Ella necesitaba reclamar a Lisa tan mal como Lalisa la necesitaba. Dolía por tocarla, saborearla y saber en sus huesos que Lisa estaba viva y bien y suya. Gruñendo ante la necesidad, se apretó contra Lisa, frotando su pecho desnudo sobre el de Lisa. Sus pezones se endurecieron, sus pechos se tensaron y su piel se encendió. Sus garras y caninos extruidos. Antes de rendirse a la llamada de apareamiento, se alejó, gimiendo ante la dolorosa separación.

- No, estás herida. No deberíamos...

Lalisa gruñó y su cara cambió, los crudamente hermosos planos de los bordes afilados de su lobo. Ella era una Alfa Were, y negarle era peligroso. Jennie acarició el pecho de Lisa hasta que los tensos músculos de Lisa se relajaron. Demasiado suavemente para que nadie lo oyera, susurró: - No me gruñas, amor. No me asustas. - La esquina de la boca de Lisa se curvo.

- Esa fue una de las primeras cosas que noté sobre ti cuando todavía eras humana. Deberías haber tenido miedo. Incluso ahora, deberías estarlo. Pero nunca lo has sido.

- Amo tu furia. Amo tu fuerza. - Jennie pasó sus dedos por el cabello de Lisa.

- Amo tu poder. Nunca temeré a eso

- Pero tampoco dejarás que te controle, ¿verdad?
Jennie abrió la puerta trasera del Rover y se acomodaron en los bancos, atornillados longitudinalmente, a los lados del compartimento.

- No. - Lisa rió.

Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora