Episodio 125

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— ¿Cómo están? — preguntó Lisa cuando Jennie salió de la sala de tratamiento. Jisoo estaba de pie frente a otra puerta un poco más abajo.

— Camila está muy débil. Lauren sigue...sin responder. No sé si se levantará.

Jennie envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Lisa y se inclinó hacia ella. Estaba cansada y preocupada, y la batalla le había dejado la necesidad de conectarse con su compañera

— ¿Cómo están las jóvenes?

— Roseanne está con ellas ahora. Tuve que forzar a Irene a cambiar de piel, pero ella me obedeció. —Jennie suspiró.

— Han pasado por el infierno. — Lisa gruñó.

— Lo sé. Todo el mundo en la Manada se encargará de ellas. — Jennie deslizó los dedos por la mandíbula de Lalisa.

— Las encontraste, las liberaste. Eso las ayudará a sanar más que cualquier otra cosa.

— Pero no encontré quién estaba detrás de ello. Matar a sus carceleros es una pequeña justicia para lo que se hizo.

— No nos detendremos hasta que averigüemos quién estaba a cargo de ese laboratorio, y con quién se reportaron. — Jennie besó a Lisa.

— Pero esta noche Irene y Lena dormirán con la Manada. Y su Alfa dormirá conmigo.

Ella lamió el cuello de Lisa y sonrió ante la reunión de rumores en el pecho de Lisa. Deslizó sus dedos por el torso de Lalisa y tiró de la cintura abierta de sus vaqueros.

— Me alegro de que trajéramos ropa con nosotras en la incursión, pero preferiría que te deshicieras de ellas pronto.— Lalisa mordió la oreja de Jennie.

— Quiero que Sarah te mire. Entonces si podemos dejar a Lauren, quiero correr. Te quiero sola, toda sobre mí. — Jennie se instaló entre los muslos de Lisa.

— No necesito ver a Sarah. Estoy bien. Todo lo que necesito es a ti. — Lisa levantó el labio lo suficiente como para mostrar la punta de un canino.

— Ese edificio estaba lleno de plata. Quiero estar segura de que todo el mundo está sano.

— ¿Oh, sí?— Jennie raspó sus garras por el pecho desnudo de Lisa, dejando rastros de sangre manchados detrás.

— ¿Y supongo que Sarah ya te ha revisado?

Las caderas de Lisa se sacudieron y sus caninos se extrajeron más lejos. Sus ojos brillaban entre el oro y el negro.

— ¿Tú desafías mi juicio, Prima?

Jennie lamió los finos hilos de sangre del pecho de Lisa y presionó su boca contra la mordedura mate por encima del pecho de Lisa. La línea de pelaje en el bajo vientre de Lisa se espesó, y el retumbar que se había estado reuniendo en el pecho de Lisa se transformó en un gruñido de advertencia. Jennie sonrió y chupó la débil marca dejada por los dientes.

— No lo sé, Alfa. ¿Te sientes desafiada?

Lisa apoyó a Jennie contra la pared y la enjauló con sus brazos y piernas. Ella rastrilló sus dientes por el cuello de Jennie y mordió el músculo grueso en la unión de hombro y cuello. Jennie gimió e inclinó la cabeza hacia atrás, dando a Lisa más acceso. Su vientre se tensó y su sexo palpitó.

— Lalisa. — Advirtió Jennie. — Si te estas burlando, vas a conseguir más que arañazos.

— Tendrás que atraparme primero.

Lalisa rodó sus caderas entre los muslos de Jennie. Al final del pasillo, Jisoo gimió suavemente. Jennie agarró las caderas de Lisa y le dirigió a Jisoo una mirada preocupada. Jisoo sacudió la cabeza y sonrió.

— Pronto. — Jennie murmuró en el oído de Lisa.

— Pronto correremos, nos enredaremos, curaremos a nuestras jóvenes. Y luego iremos a cazar otra vez.

Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora