Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]

Episodio 76

El sexo y la sangre estaban inextricablemente conectados en el cuerpo y la psique del Vampiro. Ella entendió eso, y en realidad pensó que estaba bien con eso. Lo que no estaba bien era la idea de que alguien compartiera algo tan íntimo con Lauren. Maldita sea, estaba celosa. No podía creer que algo tan increíblemente especial no significara nada para las partes involucradas. Lauren insistió en que la sed de sangre y la liberación sexual que siguieron fueron subproductos de su insaciable necesidad de alimentarse.

Su impulso biológico para sostener su existencia no podía ser negado ni alterado, y cualquier placer derivado del acto era secundario y a menudo inconsecuente para ella. Tal vez eso era cierto para Lauren, el orgasmo que experimentó en la agonía de la sed de sangre tenía poco significado, pero Camila estaba condenadamente segura de que no era verdad para los anfitriones.

Había visto bastantes de ellos—humanos y Weres— llegar al clímax en medio de ser mordido. Y de la mirada implorante en los ojos de Cameron, estaba desesperada por que Lauren la tomara ahora mismo. Camila tuvo que esforzarse por no decir, "Ve a buscar a alguien más. Esta Vampiro está tomada." ¿Y que si lo hacía, y Cameron realmente se iría? Lauren todavía tendría que alimentarse. ¿Podría Camila alimentarla? ¿La dejaría Lauren?

— Esta es Merihan. — Dijo Lauren, atrayendo a Merihan a su lado con un brazo alrededor de sus hombros.

— Ella es mía y tiene hambre. Quiero que la alimentes.

Los ojos de Cameron se sorprendieron por un segundo, luego en blanco, como si todo pensamiento hubiera huido. Cuando parpadeó de nuevo, como si despertara, ella se centró instantáneamente en Merihan. Su sonrisa estaba de vuelta, y también el ronroneo gutural de placer en su voz.

— Oh, estoy tan feliz de conocerte. Sí por favor. Me encantaría alimentarte.

Si Camila no hubiera estado observando tan de cerca, habría perdido esa ligera transformación, pero ahora reconocía la esclavitud. Lauren había atrapado a Cameron y había desviado su atención hacia Merihan. Ahora, probablemente, Cameron creía que Merihan era la que siempre había deseado. Ella ciertamente actuó de esa manera deslizando sus brazos alrededor de la cintura de Merihan y frotando sus pechos contra el pecho de Merihan. Bajo la ajustada camiseta de Merihan, los músculos de su pecho ondularon y sus senos se tensaron. La boca de Merihan se abrió, y el blanco brilló contra sus labios rojo oscuro.

— Oh sí.— Cameron agarró a Merihan, besándola. Quiero alimentarte.

Incluso en la luz baja, las llamas que saltaron a la vida en los ojos de Merihan eran tan brillantes como el sol. Ella gimió y agarró las caderas de Cameron, arrastrándola fuerte contra su cuerpo. Los incisivos de Merihan descansaban sobre su labio inferior, más grandes que los de Lauren y brillaba con los anticoagulantes que le permitirían alimentarse de la vena de Cameron.

— Espera. — Dijo Lauren en voz baja a Merihan.

— No puedes alimentarte al aire libre.

— Otros lo hacen. — Dijo Merihan, sus caderas moliendo a Cameron mientras lamía su cuello.

Cameron gimió y amontonó la camiseta de Merihan en una mano, raspando sus uñas lacadas sobre la espalda de Merihan y dejando largas ronchas. Merihan jadeaba, su cuerpo temblaba.

— Son tontos. — Dijo Lauren. — Ya encontrarás cobertura antes de alimentarte.

— No. — Merihan retumbó, brotes de sangre floreciendo en la garganta de Cameron.

— Déjame beberla ahora. — Lauren apartó la cabeza de Merihan del cuello de Cameron con un tirón aparentemente sin esfuerzo.

— Debes aprender a alimentar con seguridad. Nunca te alimentas cuando estás expuesta y desprotegida, a menos que quieras una estaca en la espalda. Ven conmigo.— Lauren le señaló a Jisoo, que había estado de pie a pocos metros de distancia.

— Tienes que vigilar la puerta. Camila permanecerá adentro conmigo.

— Muy bien. — dijo Jisoo.

Su camisa oscura estaba empapada y se aferraba a sus hombros y brazos. Ella la había desabrochado, exponiendo su torso desnudo, y sus pechos brillaban. Una línea de piel roja fina espolvoreó su abdomen. Lauren trazó sus dedos por el centro del torso de Jisoo y ella se estremeció, un gemido bajo reverberando en su garganta.

— La sala está llena de feromonas, y cada Vampiro está lanzando un anfitrión disponible. Ya estás medio esclavizada. — dijo Lauren. — ¿Puedes aguantar?

— Sí. — Dijo Jisoo, su rostro anguloso y duro. Ella pasó su mano por su cuerpo, limpiando la humedad. Los músculos de su abdomen ondularon bajo su palma.

— No tienes nada que temer. Sé cómo absorber una llamada sin perder el control. — Lauren asintió con la cabeza.

— Sí, como la segunda de la Alfa lo harías. Lalisa tuvo razón en enviarte. — Los ojos de Jisoo destellaron.

— No voy a fallarle. O a ti, Vampiro.

— Bien. — Lauren miró a Camila, luego se encontró con la mirada de Jisoo.

— La seguridad de la humana primero, ¿entiendes, Lobo?

— Conozco mi trabajo.

Un impulso de poder inundó la mente de Camila, y ella miró a su alrededor. Un círculo de Vampiros con ojos llameantes se cerró sobre ellas. Urgentemente, dijo: — Lauren. Tenemos compañía.

— Lo sé.

Cameron gimió y se retorció en los brazos de Merihan. Los ojos de Merihan estaban ciegos de sed de sangre. Ella sumergió su mano en el vestido de Cameron y sacó su pecho. Ella lamió el pezón, un incisivo empujando el núcleo duro, cerca de perforarlo. Cameron gimió oh sí, oh sí, oh sí una y otra vez.

— ¿Qué hacemos? — Camila murmuró.