Capítulo 7

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Martes 26 de junio. 17:25h. Camino a «La cangrejera II». Almería.


Al menos un par de días a la semana Cayetana y Martín comían en el Bar Chele, que se encontraba ubicado a unos pocos metros detrás del complejo de la Comandancia. En lo habitual eran ellos dos los que iban pues el resto del equipo se marchaba a casa o a veces venían con algo preparado y se lo comían en la sala común de descanso. Esto hacía que casi siempre tuvieran su mesa preparada al mediodía de los martes y los jueves para dar buena cuenta de su habitual fritura de pescado y, ya en función del hambre de esa jornada concreta, algunas tapas variadas. Ese día Paco, el simpático camarero que ya tenía por costumbre atenderles, tuvo que poner una silla más sin poderles cambiar a otra mesa más grande, ya que el recinto estaba lleno hasta la bandera. La causa fue que Pilar decidió acompañarlos a regañadientes pues le daba cosa meterse en las costumbres del día a día de su hermano siendo una recién llegada. Durante el tiempo que duró la comida no hablaron demasiado. Cayetana no es que fuera la alegría de la huerta normalmente y mucho menos cuando acababa de conocer a alguien, por muy hermana de su sargento que fuera. Pilar y Martín apenas intercambiaron algunas palabras que se salían de la tónica de contar cosas evidentes, como que la tapa de arroz estaba deliciosa.

Después de esto regresaron a Comandancia para seguir cada uno con sus labores. En verdad no se centraron demasiado en ellas porque estaban más pendientes de que llegara una hora prudente para poder desplazarse a «La cangrejera II» y continuar con la investigación.

Y la hora llegó.

Martín no quería menospreciar a su hermana, pero igual que sucedió el día anterior en su visita a El Puche, necesitaba a su lado a un compañero experimentado y no había nadie mejor que la cabo para ese menester, así que le asignó una tarea junto a Héctor —en concreto que ambos siguieran tratando de localizar dónde vivía la víctima— y se llevó a Cayetana con él.

Durante el trayecto no hablaron. No es que la situación fuera excepcional y estuvieran tan preocupados que ni les salieran las palabras, al menos en el caso de la cabo. Era que no solían hacerlo muy a menudo. Ella, como siempre, miraba sin mover la cabeza por la ventanilla del copiloto. Martín por su parte sí pensaba y valoraba ideas que le iban y venían a la cabeza. Se sentía raro en esta situación porque esto debería ser lo normal en una persona que de su rango que ocupara un puesto de responsabilidad como el suyo, pero él se limitaba en su día a día a seguir protocolos de actuación requeridos y poco más, sin que un caso en concreto llegara a meterse dentro de su cabeza del mismo modo que lo estaba consiguiendo aquel.

¿A que se debía?

¿Que ahora también estuviera Pilar ahí tendría que ver?

Reconoció que en parte podría ser. Él nunca creyó justa la situación que ambos vivían en el seno familiar y que mucho tenía que ver con la labor que desempeñaban. Él se había esforzado lo justo para estar donde estaba, pero a pesar de ello siempre recibía alabanzas de los suyos sin creer merecerlas. Era el orgullo de su padre, ya que este último no se cortaba un pelo en ir pregonándolo a los cuatro vientos. En cambio con su hermana ocurría todo lo contrario. Ella se dejaba la piel para que alguien reconociera su trabajo. Esto no había llegado a suceder todavía en casa de sus padres donde él parecía estar esperando a que ella metiera la pata para echárselo en cara y, una vez más, recordarle que las mujeres no estaban hechas para este trabajo. Un insulto que incrementaba su idiotez si tenía en cuenta que su tía, hermana de su padre, también había hecho carrera militar pero en este caso en el ejército. El caso es que todo lo que ella conseguía, con las múltiples trabas que él era consciente que le fueron poniendo, no era nada frente a un caso resuelto por él mismo en el que se había limitado a rodearse de gente muy buena, como era el resto de su equipo, y seguir los protocolos que conseguían que todo llegara a buen puerto.

El silencio de una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora