AY! el amor toco mi puerta

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"¿Qué es el amor en verdad?" decía al principio de una de las novelas favoritas que leía la madre de Miel en sus tiempos libres, desde ese momento su dilema adolescente empezó

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"¿Qué es el amor en verdad?" decía al principio de una de las novelas favoritas que leía la madre de Miel en sus tiempos libres, desde ese momento su dilema adolescente empezó.

Todo el mundo lo hablaba a sus espaldas en todas partes, en el casino de su escuela, en la sala de clases, en los conciertos en su casa, en la cafetería, ¡en los restaurantes! Siempre lo escuchaba a la lejanía. Miel es una chica muy desinteresada y no pudo conocer varias cosas importantes en su vida. Uno de esas fue el amor.

No el amor familiar, o el amor amistoso en lo que ella tenía muy en claro. No, ella le decía el amor complicado, el romántico.

El de personas de sexos diferentes que mantienen una interacción amigable y normal, hasta que de pronto se agarran los unos a los otros y empiezan a comerse la lengua. Si, ese amor.

Sabia de que ese amor le deparaba en el futuro y que tenía que alistarse mentalmente para eso pero cuando intentaba imaginarse una vida junto con una persona especial no podía, no lo veía.

Miel llego a segundo de secundaria sin poder besar a nadie.

Su amiga Sasha, una chica de otro curso fue la causante de que pudiera conocer a su primer amor platónico, pudo conocer a Luke.

No era difícil saber la diferencia entre enamorarse y sentir cariño por alguien, según las páginas que había visitado en ese tiempo los síntomas de "amar" puede llegar a sentir mariposas en el estómago, sentir calor cuando se acerca y tartamudear cuando intenta hablarle y todo esos síntomas lo tenía ella

¿Eso significaba que estaba enamorada? ¡Wuau que fácil era!

Pero había un pequeño problema, un problema que ella no sabía solucionar. Resulta que no sabía cómo hacerse novio con ese chico que le gustaba.

Sí. Ella se quería confesar pero no sabía cómo hacerlo

Con su 0 experiencia en el amor romántico nunca le había gustado leer esas historias de amor juveniles y cuando se atrevía siquiera a leer una sola página de esas su vista se cansaba y no podía seguir leyendo. Era como una maldición que la seguía a todas partes.

Miel era una chica que había llegado a 2do de secundaria con un amor platónico, ignorancia y desesperación.

—Bien chicos hoy se termina finalmente la clase antes del examen...—el profesor de historia. Mateo, era un hombre alto, delgado y guapo. Bajo una mirada más de fondo era un hombre serio y malhumorado, que de lejos parece que no le agradan los niños, ni los gritos, ni nada. Pero aun así era bien guapo. Las chicas siempre se lo quedaban mirando al finalizar las clases, cuando empieza a ordenar sus cosas para irse a la sala de profesores, todos lo admiraban a pesar de su indiferencia con el resto. Pero a Miel no le importaba mucho su físico, ella solo quería ir a almorzar —más vale que estudien si quieren pasar este ramo, no daré más oportunidades —dijo y se fue justo antes de que sonara la campana para salir a comer

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