Después de clases Miel se encamino hacia el hospital de la cruz donde habían internado al señor Martínez, el tiempo del trayecto variaba según el transito que había en la capital así que no podría quedarse tanto tiempo con él. Era extraño visitar a personas que acababas de conocer, en especial aquellas que conociste por pura casualidad, se daba cuenta de que si el tiempo hubiera sido diferente ellos jamás se habrían encontrado, pero allí estaba ella, al lado de la ventana del ómnibus mirando los autos adelantarse, los edificios apareciendo y desapareciendo a la lejanía, la gente caminando hacia distintos lugares. Vidas completamente ajenas a ella.
Luego de 40 minutos de viaje llego al hospital, un recinto grande y alto como el resto de edificios, con ventanas polarizadas y muchas ambulancias estacionadas, entro al recinto y se dirigió a la recepción
— Quiero visitar al señor Martínez que llego aquí en la madrugada de ayer.
— ¿Familiar o conocido?
— Conocido
— Lo siento mucho pero solo se puede permitir familiares al área de cuidados intensivos
— ¿No sabe cuándo le darán de alta?
— A ver déjeme buscar —empezó a escribir en su máquina —, mañana en la tarde señorita
— ¿Y sabe en qué habitación se hospeda?
— En la 206 de la 2da planta
— Gracias...
Miel se alejó del lugar tan rápido como llego chocando accidentalmente con alguien que acababa de llegar
— Lo siento —se dijo sin levantar la vida y se sentó en unas bancas cerca del recepcionista. Había sido un viaje desperdiciado y sin sentido. Debió de haber consultado antes, pero no quería irse tan pronto como había planeado, una chica más alta que ella y cabello largo y liso se acercó a la misma recepcionista que hablo antes, la chica llevaba puesto maquillaje suave y un vestido de marca.
— Vengo a visitar al señor Martínez, por favor —dijo ella de mala gana y Miel encendió sus antenas
— ¿familiar o conocido?
— Familiar...si lamentablemente
— Está en la sala 206 de la 2da planta, puede estar allí por 30 minutos solamente
— Gracias
Dijo y camino hacia el ascensor, Miel se levantó de su asiento y camino hacia ella con rapidez, la chica tenia piernas largas y caminaba más rápido que ella, Miel tuvo que hacer un esfuerzo para alcanzarla
— Disculpe ¿acaso es usted la hija del señor Martínez? —pregunto miel cuando ya estaban cerca del ascensor y no había nadie alrededor, la chica se detuvo y se dio media vuelta. Sus ojos color avellana fue lo que más resaltó de ella, se notaban desde lejos y eran espectaculares
— Sí... ¿Quién eres? —pregunto de inmediato
— Hola, mi nombre es miel —dijo —, conocí a su padre hace algunos días antes de que tuviera ese problema —sintió una aura de superioridad alrededor de ella tan fuerte que con sola verla se sintió intimidada, la niña media un poco más que ella puede que 1,65 o 66 cm
— Ya ¿Y? —el tono de su voz fue brusco y desafiante, todo lo contrario de lo que miel trataba de manejar
— Debe de estar al contacto de sus problemas financieros...quiero decir...—se sintió incomoda —, se ve muy angustiado, quiero ayudarlo en algo, cualquier cosa, pero no sé cómo hacerlo, tu serias una buena ayuda para él...digo ya que como eres su hija...
Miel guardo silencio luego de tan magnifica presentación, la chica se la quedó mirando con una completa indiferencia y presiono el botón de subida del ascensor antes de decir otra cosa. Tenía unos aretes que hacia juego con el resto de ropa que usaba, eran de un oro falso y con forma de anillos de Saturno, se veían bonitos al verlo. También llevaba pulseras del mismo tono y un colgante con una joya en medio, parecía permanecer de una familia rica, todo lo contrario en lo que es su padre. ¿Qué paso con ella luego de que su madre falleciera? ¿Quién tuvo la custodia?
— A...sí perdón —dijo sin entusiasmo —, yo solo venía a pagar la factura del tratamiento, es su problema lo que tenga
Miel quedo sorprendida, jamás habían dicho algo malo de otra persona en frente de sus narices, de cierto modo le hizo sentir una cómplice de sus palabras a pesar de que no la conocía
— Se merece todo lo que le esté pasando —sentencio con vergüenza en su voz
— ¿Cómo puedes decir eso de tu propio padre? —Pregunto impactada ante sus palabras —, pensé que eran una familia... —la chica soltó un suspiro de fastidio contenido, pensó que sería mejor subir las escaleras en vez de quedarse a esperar el ascensor, ahora mismo su cabeza estaba tan caliente como el calor que había ahora en el recinto, simplemente le pareció insoportable
— Que pague las cuentas y las denuncias que tiene que pagar y que nos devuelva el dinero que debe...
Dijo y las puertas del ascensor se abrieron ante ella, la chica dio un paso, y entro al ascensor, Miel la miro con coraje y las puertas empezaron a cerrarse, ella no dijo nada hasta ya estar dentro del ascensor cuando Miel había creído que había dicho algo pero el ruido de las puertas fue tan fuerte que apenas se escucho
— Mentirosa — se dijo en voz baja antes de que las puertas se cerraran. La chica se apoyó en los paneles de la pared del ascensor mientras subía los pisos —, ¿Qué le pasa a ella? Ni siquiera la conozco —fue lo único que dijo antes de que las puertas se abrieran en otro piso
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Flip Flop: consejos de amor
ChickLitMiel quiere encontrar el verdadero amor, ella quiere sentir aquella felicidad de aquellas parejas que ve en la calle pero ¿qué es el verdadero amor? todo empezara a alocarse en su vida cuando quiera saber esa respuesta partiendo por acercarse a aque...