Miel quiere encontrar el verdadero amor, ella quiere sentir aquella felicidad de aquellas parejas que ve en la calle pero ¿qué es el verdadero amor? todo empezara a alocarse en su vida cuando quiera saber esa respuesta partiendo por acercarse a aque...
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Miel y Sasha se adentraron al peligroso terreno del barrio bajo. No era un lugar en donde suelen vivir las mejores personas y el olor a sustancias desconocidas estaban en todo la atmósfera, pero era un excelente lugar para pasarla bien.
Siguiendo el mapa de su celular llegaron a una larga fila por delante de una gran discoteca. Las luces que sobresalían de entre las grandes letras que adornaban la puerta daban cuenta del tipo de lugar que era. En él, la música a todo volumen se podía escuchar en toda la cuadra
—Q-q-que miedo...—decía Sasha entre unos arbusto. Miel miraba a través de unos grandes auriculares al guardia musculoso que había al lado de la entrada, con unos lentes oscuros y traje elegante lleno de joyas y collares de oro. Dejaban solo entrar a los que eran mayores de edad.
—Bien, objetivo localizado —dijo con una sonrisa —, ¡vamos!
—No espera, no sabes lo que haces Miel ¡ese tipo nos va a matar! — chillo Sasha agarrándole del brazo
— ¡No te preocupes Sasha! —dijo con una sonrisa brillante y avanzaron hacia la fila
El guardia las miro con una seriedad abrumadora y su gran cuerpo tapo toda la entrada, Sasha temblaba de miedo mientras se ocultaba detrás de Miel, esperaba el momento en que con un puño las lanzara hasta la otra avenida pero ese momento jamás llego. En cambio, el señor extendió su mano como pidiéndole un carnet de identidad.
Miel saco de su chaqueta de cuero las entradas que le había dado su gran maestra y se los entrego en su mano, la diferencia de ambos era increíble.
El señor los miro a través de sus lentes oscuros y les cedió el paso.
— ¿Qué? ¿Solo así? —se preguntó Sasha mientras iba tras Miel, el señor les lanzo una sonrisa de oro que la perturbo como a un pequeño conejito, siguieron por el pasillo oscuro y abriendo la puerta del final, se encontraron en un mundo completamente diferente, la música entraba a sus oídos como una bomba en explosión. Tan repentino.
La música fuerte y los seguidores saltando en el escenario hacia que el suelo temblara por todas partes, el humo y las luces apenas se distinguían entre toda esa gente.
— ¿Dónde iremos? —preguntó Sasha mirando por todas partes, el humo tapaba hasta donde miraban sus ojos. Miel camino a través de la gente y llegaron a otra puerta por detrás del escenario
— ¿Será ese el lugar donde se prepararan? —se preguntó Sasha asomándose al lado de Miel la puerta adornada con una estrella en el medio, las alentaba a entrar
Tocaron el pomo de la puerta y lo giraron suavemente, entraron antes de que el público lo notara. La música quedo atrás, al igual que los gritos y saltos, en ese lugar estaban solo ellas y un pasillo largo y reluciente.
— ¡¿Que hacen ustedes aquí?! ¡Es una zona restringida! —grito un hombre pequeño a su lado, Sasha dio un brinco de susto hacia atrás.
— ¡Hola! Mi nombre es miel y ella es mi amiga Sasha —comentó Miel con confianza —, estamos buscando a esta persona —dijo mostrándole la tarjeta de su maestra, el hombrecillo se las arrebato de sus manos y la miro detenidamente.
