Miel quiere encontrar el verdadero amor, ella quiere sentir aquella felicidad de aquellas parejas que ve en la calle pero ¿qué es el verdadero amor? todo empezara a alocarse en su vida cuando quiera saber esa respuesta partiendo por acercarse a aque...
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Miel paseaba tranquilamente por los pasillos de su escuela a tempranas horas de la mañana, el día estaba fresco y soleado, perfecto para no hacer nada en toda la jornada, subió las escaleras y escucho no muy lejos de ella una extraña melodía.
Alguien estaba tocando
—¡Oh! ¿Qué es eso? —pregunto mientras se internaba en la sala de música. Un chico de mediada estatura, estaba sentado delante de un gran piano musical, sumergido en su propio mundo mientras sus dedos tocaban suavemente las teclas del órgano, creando una melodía muy bonita.
—Ohh. ¡Tocas muy bien ese piano! —dijo mientras se acercaba a admirarlo, el chico se dio vuelta mientras la miraba con el corazón a mil. No esperaba que alguien le estuviera espiando —. ¿en qué curso vas?
—1-1ero
—¿Sí?
—Primero d-de se-se-secundaria —dijo tartamudeando, Miel frunció el ceño
—¿Qué es lo que estabas tocando? Se me hace muy conocida —pregunto tratando de llevar una conversación
—No 1 in B-Flat Minor, Vadim Chaimovich —dijo con más confianza
—¿Va-vadim? ¿Qué?
—Es una velada poco conocida —dijo
—¡Oh! ¿Cuándo la crea...?
—Señorita —el profesor de música, un hombre gordito y con lentes los miraba desde la puerta de la sala de música. Él era una persona intolerante y lo que más odia es que los niños hablen en clase, incluso en los pasillo cuando hay mucho escándalo, nadie puede hablar cerca de él —. no puede estar aquí sin una autorización —dijo mientras se acomodaba los lentes
—¿Qué? ¿Pero por qué él puede estar y yo no? —pregunto mientras lo apuntaba con el dedo cual niño pequeño
—Solo las personas pertenecientes en el club de música tienen acceso para practicar fuera de clases ¡salga inmediatamente!
—¡Pero!
—¡Sin excusa!
Miel salió de la sala de música con ganas de golpear algo, pero a lo lejos se veía a Yune, caminando como un modelo mientras estrellitas imaginarias volaban a su alrededor. Toda su atención estaba fijada en ella
—¡Oh Yuna!, buenos días —saludo mientras la veía acercarse, esta llevaba unos nuevos lentes de sol que se le veían espectaculares, combinaban perfectamente con el tono de sus labios que esta vez era rojo cobrizo
—Bueno días cotón de Miel, debo imaginar que ya hablaron con mi confidente personal
—¿Sofía? ¡Sí! Fue muy amable —dijo mientras la seguía atrás suyo —, ¿hoy nos ayudaras con el amor? —pregunto Miel interesada
—¡Claro que sí! —dijo Yune guardando un mechón rebelde por detrás de su oreja —, con este tip definitivo no habrá hombre quien no se interese en ti
