Consorte - Elsanna Fanfic

Capítulo 3: Atardecer

POV Anna:

Tuve que ir delante de Elsa ya que con solo mencionar la habitación se me subieron los colores, si lo sé, parezco una adolescente.

En fin, quería que como bajativo probara el postre que más le gusta, los chocolates.

Al llegar, observó la habitación con detención, recordé que la habíamos remodelado hace poco y Elsa no pudo verla hasta ahora, cabe mencionar que siempre le gustó mi cuarto pero donde se hallaba siempre fue su lugar favorito, se había sentado en el balcón mirando aquella vista, recién comenzaba a atardecer.

Elsa esta tan concentrada en la vista que aproveché de sacar los chocolates que había comprado hoy en la mañana con Olaf, observo a mi hermana de reojo y sigue allí por lo que me voy acercando de a poco, me sorprendo contemplando su silueta que contrasta con los colores de aquel atardecer, su figura era tan fina y delicada que parecía estar sacada de un cuadro de Bottichelli, sin lugar a dudas me encontraba cautivada por ella y eso que siquiera sus ojos se habían posados en mí, reconozco la mirada que le estoy dando, embelesada es poco para describirla, comienzo a perder el control de mis pasos y voluntad, en un pestañeo me encuentro atrás de ella, Elsa nota mi presencia y me mira de reojo.

- ¿Qué tienes para mí? – Su tono era aterciopelado y hacía que se me erizara la piel.

- No es nada, solo un detalle – Le doy la caja de chocolates mordiéndome el labio.

- Muchas gracias, hermanita. Sabes bien cuales me gustan – Noto una pequeña sonrisa en su boca.

- De nada, Elsa – Y de nuevo siento ese calor apoderándose de mi estómago, perdiendo el control de mis impulsos coloco ambas manos en sus hombros, siento su sobresalto pero al cabo de unos segundos ella sube una de sus manos comenzando acariciar una de las mías. Cierro los ojos por unos segundos, estaba extremadamente nerviosa y siquiera sabía por qué había hecho eso.

- Ven, siéntate a mi lado – Su mano me condujo al lado suyo en el balcón – apreciemos este atardecer, hace tiempo no estábamos juntas hermanita. – Mis nervios estaban a mil, estaba rogando que Elsa no escuchara mi pulso, no quería delatarme.

- ¿Te importa si saco uno de tus chocolates? – Mi hermana me miró divertida y negó.

- En absoluto, sé que te gustan también. – Ella volvió a posar su mirada en el horizonte, me llevé un chocolate a la boca para calmar los nervios pero estos se vieron incrementados de nuevo cuando posó su cabeza en mi hombro.

¡DEMONIOS!, probablemente Elsa ya sepa todo lo que causa en mi debido a mi pulso, mi mente y corazón estaban desbocados y tenerla así jamás me había hecho sentir de esta manera, al cabo de unos minutos logro controlar todo, ambas soltamos el nombre de la otra al unísono.

- Anna – Dijo ella

- Elsa – Dije yo

- Oh, tu primero – Mi hermana mayor se reincorporó quedando ambas a la misma altura, tragué en seco por la cercanía de nuestros rostros.

- Nada, era solo que me hace feliz que estés aquí, te he extrañado – Al decir esto puedo ver un poco de rojo en sus pómulos, veo que también se muerde un poco el labio.

- También me siento así, no encontraba la hora de venir. – Elsa volvió a mi homrbro ya que a toda costa estaba tratando de ocultar su evidente sonrojo.

- Ya te vi, no es necesario que te escondas, hermanita – Anna soltó una pequeña risilla.

- ¿Esconder qué? No se dé que hablas.

- De esto – La menor llevó uno de sus dedos a la mejilla de la platinada y comenzó a contemplarla.

POV Narrador:

Anna al ver aquel cuadro al lado suyo, apoyada en su hombro, sentía que era una de las cosas más bellísimas que podía presenciar, el sol escondiéndose mientras que su hermana miraba hacia abajo sonrojada y con el labio mordido. La pelirroja estaba perdiendo los estribos otra vez y su respiración, sin prever aquel impulso, tomó la barbilla de su hermana mayor haciendo que se reincorporara, dejando su hombro, Elsa suspiró.

- Eres bellísima en todo sentido, nunca escondas lo que sientes. – La pelirroja no tenía idea de donde había sacado tanto valor.

Pero por dios, ¿A quién quería engañar?, estaba embobadisima de aquella chica y sabía que no era para nada correcto, sabía que probar aquellos labios que estaba mirando no era para nada correcto y sabía que el sentimiento que ella le hacía sentir sin lugar a dudas no era para nada correcto.

Elsa por su parte estaba teniendo más preguntas que respuestas, la mirada de su hermana a sus labios la descolocó pero a su vez el cuerpo le pedía acortar distancia y eso mismo comenzó a pasar, su hermanita aún miraba sus labios a medida que se iban acercando, podían sentir la respiración de la otra. Anna, aunque sus ojos paseaban por todo el rostro de Elsa siempre volvía al mismo lugar, sus labios. Ambas comenzaron a cerrar los ojos, se estaban dejando llevar.

- Anna – Aquel susurro se escapó de los labios nerviosos de la platinada. Esto caló al fondo de las entrañas de su hermana, el ambiente se podía cortar con un hilo y se sentía más caluroso.

La menor iba a acortar la distancia que las separaba de la gloria, en su mente ya no hallaba ningún rastro de cordura, otra palabra se formó al lado de vulnerable.

"Locura"

Ella sabía que aquellos labios la iban a llevar al cielo y allí se quedaría totalmente en otro planeta, Elsa por su parte sentía intensificado aquel magnetismo que siempre sintió al estar cerca de su hermana, aún sus labios no se tocaban.

- Elsa, déjate llevar – Ahora fue el turno a Anna suspirar, quería descargar todo lo retenido, todos los sentimientos escondidos y este era el momento.

De no ser por...

- ¡Anna, ya llegué!

Elsa cayó al suelo del salto que pegó, Anna por su parte se llevó una mano a su boca. Había llegado la lógica a su cerebro y cayendo en cuenta de lo que estaban a punto de hacer. Vio a su hermana en el piso, y le tendió tímidamente la mano.

- Será mejor que bajemos – Elsa aún mordía su labio y en un momento así lo único que le pedía el cuerpo Anna era besar a su hermana. La platinada asintió y tomó la mano de la menor, siempre era reconfortante su temperatura pero esta vez ambas tenían temperaturas similares, Anna también lo notó.