Anna rompió el sobre y comenzó a leer aquella misteriosa carta:
"Reina Anna:
Espero que estés llevando bien el reino, aunque lo dudo teniendo a aquella aberración al lado tuyo acompañándote, sé todo sobre ti y lo que ha ocurrido desde tu nacimiento, lamento que hayas tenido que pasar por todo esto.
Escribo esta carta para que reflexiones con quién te rodeas, esos poderes que tiene tu hermana son peligrosos y sé que lo sabes, no es por nada que casi te mata dos veces.
Anna contuvo la respiración, no tenía idea de quién era pero algo dentro le estaba provocando una rabia impresionante, miró de reojo a Elsa para tomar su mano, esta la recibió y continuaron leyendo
Quiero que sepas que tendrás que elegir, si eliges mal tu pueblo sufrirá. No tengo opción.
Esperaré deseoso tu respuesta."
Ambas apretaron sus manos y la respiración de la pelirroja se intensificó de solo haber leído eso, solo un pensamiento rondaba su mente.
"¿Quién mierdas se creía para hablarle así y a su hermana?"
Elsa le vio el rostro furioso, no quería hablarle solo relajarla, la abrazó mientras le sobaba la espalda.
- Debe ser una broma, Anna. Es todo – Aún el cuerpo de su hermana estaba tenso.
- Espero que sea eso, porque de verdad si descubro quien es...
La mayor puso su dedo en la boca de la otra, no quería que se comiera la cabeza de esa manera, continuó hablando para calmarla.
- Anna, no dejaré que nada te pase, ¿ok? – Ahora subía sus manos hasta aquellos hombros para acariciarlos, la menor sentía el calor de la otra y eso la reconfortó.
- Elsa, yo puedo defenderme y al pueblo también. Incluso puedo hablar con el Teniente Matías para mantener a todo Arendelle seguro, mi problema es otro... - Tragó seco - no quiero que te pase nada a ti, esa persona te odia. Sé que tienes que volver al bosque y cuidar de este, sé que debes encargarte de muchas cosas pero quiero que me prometas algo – Ahora ella tomó las manos de su hermana.
- Lo que desees, Anna – Elsa terminó de entrelazarlas.
- Quiero que a la leve sospecha de algo, no importa si es solo un arbusto que se mueve, me avises y de inmediato estaré a tu lado – Su pulgar yacía acariciando el dorso de aquella nívea mano.
- Pero Anna, no puedes dejar el reino desprotegido – Esta llevó una mano al rostro de la otra – Además tengo poderes, soy yo la que debería ofrecerte protección.
- Luis ha demostrado que hace una gran labor cuando me ausento a veces, solo prométeme que te vas a cuidar y que me contarás si ocurre algo. – Elsa suspiró con una risilla, le encantaba cuando su hermana se comportaba tan sobreprotectora con ella.
- Lo prometo - Y de una forma bastante sutil comenzó a acercársele, el semblante de Anna cambió de inmediato al saber lo que quería hacer la platinada. – Ahora, ¿Me das un beso?
- Ay Elsa – Esta agachó la mirada, recién acababan de hacer otras cosas pero ella aún sentía miles de mariposas en el estómago cuando la otra la miraba de esta manera. – Si me lo pides bonito, quizá – Soltó juguetonamente con una mueca, esto provocó una risa por parte de la otra.
- Está bien, ojitos preciosos y cabellera pelirroja – Los colores comenzaron a subirles a las dos - ¿Me permites besar tus labios una vez más? – Anna creía que no podía ser más cursi pero se equivocó, la mayor la tomó de la barbilla mientras aún le dedicaba esa mirada que hacía sentir que solo ellas estaban en este mundo.
Sus miradas las llevaron a la boca de la otra y un cálido beso las envolvió al igual que sus manos se entrelazaban, ambas sentían una paz que la otra complementaba a la perfección y solo se mantuvieron ahí por un largo rato, sintiéndose la una a la otra.
- Debo volver en unas horas al bosque, pero no quiero dejarte – Ahora sus frentes estaban unidas.
- Me encantaría que vivieras aquí por siempre, pero también ser el 5to espíritu es parte de ti, jamás te quitaría eso – Soltó moviendo su nariz despacio contra la otra.
- Tienes razón, aun así, intentaré venir apenas me desocupe. Estar en el bosque no es lo mismo sin ti – Al traer esos recuerdos a la conversación hizo que Anna sonriera.
- Vaya aventura. – En aquel instante se congeló y Elsa lo sintió.
- ¿Qué pasa?, ¿Dije algo malo? – Sonó preocupada, separándose de Anna para poder observarla.
- No sé cómo le voy a contar, su incondicionalidad sobrepasa a todo lo que alguna vez soñé – Estaba avergonzada y estaba buscando una explicación para darle a Kristoff.
- Hey, no hay apuro, recién lo estamos asimilando nosotras. Quiero que sepas que por mi parte nunca te voy a pedir que hagas algo que no quieres. – Subió otra vez su barbilla y la miró a los ojos – Porque el querer que te profeso va más allá de mi egoísmo o beneficio propio – Era imposible no sonreír para Anna frente a esas palabras.
- Te prometo que hablaré con él, siempre supe que mi corazón era tuyo. Ahora voy a luchar por él y por estar juntas – Dijo determinada la pelirroja.
- Por mí no te preocupes, ya me tienes. – Y con esto ambas bajaron a caminar por el pueblo para disfrutar lo que quedaba del día, ya atardeciendo ambas fueron al embarcadero del reino y Elsa llamó al espíritu del agua. Ambas no pudieron contenerse y sellaron su despedida con un tierno beso, la mayor se subió y partió al bosque, esta quería descubrir el emisario de esta carta y sabía por dónde empezar, Ryder.
Anna volvió al palacio sonriendo, Elsa la quería e iban a luchar por su amor. En esto se encontró con Olaf mientras comenzaba a atardecer. A lo lejos vio Kristoff llegando con Sven, tenía poco tiempo para pensar en lo que le iba a decir, pero no dejaría que los nervios tomaran poder en ella. Fue al gran salón para recibirlo mientras el entraba a palacio.
- Hey, ¿Cómo te fue? - Por lo menos sus gestos estaban bastante tranquilos comparados con su mente.
- Bien, hoy con Ryder estuvimos por el sector donde estaba la presa antes, descubrimos que hay unas hierbas que pueden servir bastante a los renos. – Este se sacó su chaqueta y continuó caminando, Anna los siguió. - ¿Qué tal tu día? Y ¿Elsa?
- Oh ella tuvo que partir al bosque, tiene cosas que hacer – Su mente viajó rápidamente en lo que había hecho con su hermana, tuvo imágenes muy vividas y su rostro lo expresaba con ese típico sonrojo.
- Oh que mal, bueno, espero que vuelva. Se nota que son muy unidas – Eso ultimo Kristoff lo fingió un poco mal, Anna entrecerró los ojos pero le restó importancia, lo menos que quería era discutir con su esposo. – Y bien, ¿Cenamos? Muero de hambre. – Este tomó la mano de Anna y se dirigieron al comedor.
La comida transcurrió en un incómodo silencio, ambos querían romperlo pero ninguno se atrevía, sirvieron el plato de fondo y Anna pensó que este era el momento o si no, no iba a ser nunca, sin embargo ambos hablaron a la vez.
- O no tu primero – El nerviosismo se apoderaba de la pelirroja esta vez.
- Está bien, Anna hay algo de lo que debemos hablar. – Esta asintió e hizo un ademán para que su esposo hablara. – bueno, hoy con Ryder estábamos cerca de la presa, el día estuvo bastante soleado y subimos a por agua, pues al llegar al río pasó algo – la pelirroja tenía un pésimo presentimiento sobre esto – Anna, tu abuelo, el Rey Runeard... él está vivo.
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Consorte - Elsanna Fanfic
FanfictionToma lugar después del final de la película "Frozen II".