Conociendo a los merodeadores (Sirius Black Y Casidi Potter)

capítulo 101

Aviso: el capítulo tiene varias cosas repetitivas del capítulo 99 ya que contiene la vison de la profesora pero por favor leerlo todo y no saltarlo ya que varias cosas cambian
Gracias lo leer
Espero que les guste
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Cuando los merodeadores llegaron a el Ministerio les costó un poco el entender la situacion, primero habían llegado llenos de cenizas algo mareados por el viaje en chimenea ademas de confundidos y preocupados de lo que verían o de la que pasarian, James fue el primero en salir le suguio Sirius y le cerró el paso Remus

-¿pero que es esto? - los tres se quedaron quietos a lado de la chimenea viendo lo que pasaba en el lugar, había hombres con mascarrillas y trajes negros, sus rostros cubiertos y el hambiente inhóspito, poco agradable y terrorifico hacia parecer que los hombres eran malos (cosa que lo eran pero ellos no llegaban a entender aun) otros adultos sin máscaras y que gritaban a sus compañeros instrucciones durante los ataques parecían ser miembros del ministerio, su vestimenta era formal pero no parecían querer ocultarse entre las paredes, todos y cada uno de ellos corrían de un lado a otro con las varitas alzadas, cuerpos volaban a metros del suelo cuando eran impulsados por otro contrincante, los rayos prenominaban la luz, y los gritos de instrucciones o incluso pronunciación de un hechizo o maleficio se escuchaban en el lugar

- Casidi - Sirius pareció salir de su encimamiento y recordar a lo que iban así que de ese modo tomando la varita con fuerza corrio a lo que parecía otra chimenea escapando de los maleficios que volaban a todas dirrecciones

-¡espera! - dijeron sus dos amigos y corrieron detras de el

-¡estas loco a que! -

-¡tenemos que salvar a Casidi! ¡Tenemos que ir por ella! -

James se agachó cuando un gran escombros arriba de ellos calló y se destruyó en el suelo de mármol - tenemos que estar juntos estos son mortifagos - señaló a los hombres de mascaras, los tres estaban asustados, su mentalidad no alcanzaba a comprender que las personas con las que podrían luchar eran hombres expertos en las artes oscuras, no era como su juego de niños ni como enfrentamiento a los Slytherin, ellos eran expertos en matar, sin compasion, sin arrepentimiento, ni siquiera perdonarían sus vidas por ser niños, ellos jamás habían estado en un duelo de verdad, pero en sus mentes eso no era lo mas preocupante, lo mas preocupante era Casidi, su amiga, sus sobrina y su amada

-¡tenemos que salir de aqui! - dijo Remus quien segundos antes miro con asombro como un mortifago hacia que un hombre estallara en mil pedazos, era asqueroso ver su cuerpo, era tan incapaz de seguir viendo que los tres desbiaron el rostro asustados y sin saber como actuar en lo que se habían metido -¡no estamos seguros! -

Una explocion, fuego y el color rojo iluminando el piso principal -¡NO ME IRE SIN CASIDI! -

James tomó a su amigo por los hombros y lo sareandeo - ¡LO SABEMOS! - sus voces aún cuando era gritos apenas podían ser escuchadas por el otro ya que se escuchaban explosiones y vidrios romperse por toda la sala -¡Y  NOSOTROS TAMPOCO PENSAMOS HACERLO! ¡PERO SIRIUS NO ESTAS SOLO Y TENEMOS QUE ESTAR JUNTOS! - voltio a ver a Remus quien no podia dejar de mirar las peleas de aquellas personas -¡SOLO ASI SALDREMOS CON VIDA!¡SOLO
ASI PODREMOS ENCONTRARLA! - los ojos abiertos, histericos de James lograban transmitir confianza, lograban dar valentía, sus palabras eran sabías y los ayudaban aún cuando el chico estaba muerto de miedo por dentro

Sirius sonrió -¡ENTONCES QUE TIENES EN MENTE! - James le correspondió

- ¡SOMOS LOS MERODEADORES! ¡¿NO?! - ni siquiera recordaban que Peter faltaba en el grupo para ellos incluso Casidi se había ganado aquel puesto mas que su amigo regordete (lo pensaban aún desde hacia tiempo sin siquiera haberse dado cuenta) James tomó a Remus y hizo que los mirara -¡ACABEMOS CON ESTA MIERDA, TOMEMOS A CASIDI Y SALVEMOS SU TRASERO! ¡SALVEMOS NUESTRAS VIDAS! - James sonrió con todos los dientes incluso aun cuando podian llegar a morir nuevas energías crecieron en ellos, estaban felices si llegaban a hacerlo si lo hacían salvando la vida de uno de sus amigos, estaban incluso alagados de pelear a lado del otro y confiaban su propia vida en las manos de sus compañeros