La vida es de quién la toma y eso le tenía muy en claro Casidi, la chica cuyo cabello rojo intenso llamaba la atención desde cualquier pasillo, sus ojos color avellana podían atraer a cualquiera, sus pecas y piel pálida la hacían ver una chica frágil sus mejillas rosadas una chica tímida su voz dulce era armonía, pero no era perfecta ni hermosa, al menos eso pensaba ella, usaba gafas grandes y redondas, no tenía una gran figura, constantemente tenía ojeras y palidez no comunes en ella, no era la alumna más hermosa de Hogwarts, pero podía llamar la atención de más de uno como lo era Sirius.
El pelinegro veía algo en ella que no veía en otras, algo que no podía explicar, sentía una conexión segura, un cariño de amigos y una admiración profunda, pero había instantes en los que la chica lograba confundir sus pensamientos no sabía la razón de eso pero cuando la veía reír o escuchaba los tarareos involuntarios de ella solo pensaba en que podía escucharla toda su vida, la forma en que ella veía la vida en la que hacía las bromas o se divertía no era algo común en chicas, simplemente Casidi lograba que Sirius pensara cosas que no debía como el querer abrazarla o incluso besarle pero ella era su amiga solo una chica común, era alguien especial para los merodeadores y no podía pensar esas cosas, sabía que solo sentía o pensaba eso por el simple echo de que ella era prohibida, era como un fruto prohibido y eso provocaba todos eso impulsos.
Sirius creía que era algo que podía ignorar que luego desaparecería, por esa razón no cambio en sus ligues, continuo teniendo citas con todas las chicas que quisiera, se beso con muchas mas, pero no tuvo una relación más allá de una semana, para el pelinegro le aburrían tener relaciones, quería divertirse y vivir la vida, era alguien guapo que llama la atención de casi toda la población femenina, su cuerpo, su cabello, sus ojos y su forma de caminar lo hacían ver sexi, su sonrisa, su risa y sus bromas ibnotisaban a las chicas y cuando quedó en el equipo de quidditch lo hizo más popular de lo que ya era.
Casidi, Remus y Peter iban constantemente a ver los entrenamientos de sus amigos pero para desgracias de la pelirroja no era la única chica en las gradas, muchas otras de cursos mayores e inclusos menores iban a ver a Sirius y su padre, no le molestaba eso muchas de ellas eran sus compañeras o amigas pero le molestaba el ruido que hacían, los constantes gritos y exclamaciones.
-¿Logras concentrarte?- le pregunto a Remus cuando estaban observando un entrenamiento, el grito femenino de las gradas se expandió cuando Sirius dio una vuelta repentina tratando de lucirse ante ellas.
Remus con la voz más elevada por el escándalo contesto - Cuando duermes en la misma habitación que James y Sirius te acostumbras - y cambio la hoja de su libro.
Sonrió y regreso su vista a el entrenamiento, vio a su padre perseguir la pequeña Snich aunque su escoba no era tan rápida como la de Harry, James le sacaba provecho, se deslizo como bala de un lado del campo a otro, se reclino sobre su escoba, vio como subía al cielo y como también caía en picada todo por atrapar a la mendiga Snich en un momento James paso muy cerca de las gradas y las admiradoras de su padre gritaron, mientras que en otra parte del campo Sirius golpeaba una bludgers, noto que las venas de su brazo resaltaban cada vez que agarraba el bate con fuerza, su cabello agarrado en una coleta y su rostro rojo por el ejercicio lo hacia ver tremendamente sexi.
Peter salto y grito el nombre del pelinegro cuando este había logrado golpear una bludgers directamente a otro contrincante.
-Peter parece una mas de el grupo de admiradoras - Remus levanto la vista de su libro y rió por el comentario de su amiga, se le acerco para susurrarle.
- Mira quien lo dice - Casidi voltio la cabeza y con las cejas alzadas pregunto.
-¿De que estas hablando? -
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Conociendo a los merodeadores (Sirius Black Y Casidi Potter)
De TodoAdvertencia: Historia terminada pero con faltas ortográficas apenas esta siendo corregida ________________________ La ultima oportunidad o la ultima manera de salvar el mundo mágico cae sobre los hombros de Casidi Lilian Potter, cuando después de l...