Abril 3. All night

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Recomendaciones antes de leer: escucha la canción mientras lees la historia, es más bonito. La canción de hoy es "All night" de ASTRO.

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"No sé por qué estoy mirando mi teléfono, pretendo que no me importa pero aquí estoy esperando tu llamada esta noche. Es tarde pero no importa, no duermo. Cada que cierro mis ojos veo tu rostro. Lo único que quiero escuchar toda la noche es tu voz. Lo único que quiero escuchar cuando me duerma es el sonido de tu respiración."

Joong sentía que su corazón palpitaba de forma nerviosa mientras sus ojos buscaban primero el reloj de la pared de la sala y después, la ventana de enfrente como si el solo deseo que ardía en su corazón pudiera traer a ese sitio al joven que en tan solo pocos días se había convertido en su amigo a distancia aunque era divertido pensar que aquella distancia no eran más que unos cuantos metros.

La noche afuera del departamento era brillante y cálida, la luna de los primeros días de abril irradiaba luz sobre él. El mundo parecía un lugar pacifico aquella noche, el silencio de las calles que parecía haber venido para quedarse lo acompañaba haciendo que Joong pudiera escuchar el latido de su corazón y sin que pudiera evitarlo, sus ojos buscaron de nuevo el reloj.

Nine le había dicho que aquel día los profesores se habían excedido un poco con los deberes de las clases en línea así que su amigo había estado ausente la mayor parte del día. Joong sabía que era algo tonto pero lo extrañaba. Extrañaba que Nine le enviara imágenes graciosas y videos de canciones que Joong había terminado por amar. Durante aquellos días el chico había notado que su lista de reproducción musical gritaba "Nine Kornchid" en cada una de sus canciones pero aquello era bueno.

Su Phee tenía un excelente gusto musical y Joong quería contarle que la banda que él le había recomendado le había parecido maravillosa. También quería contarle que su familia había llamado y que todos estaban bien ya que en Turquía la situación no parecía ser más grave que en Tailandia. Joong quería hablarle de que uno de sus profesores lo había regañado por hablar demasiado en sus clases y que de repente, cuando escuchaba una canción especialmente dulce, pensaba en él.

Las mejillas del chico se sonrojaron un poco con ese pensamiento pero es que no podía evitarlo. Descubrir a Nine en una situación como aquella parecía ser obra del destino. Era como si los dos hubieran sido llamados a encontrarse en medio de la distancia que quizá aquella noche se rompería por primera vez.

Nine le había prometido llamarle, Nine le había dicho que aquella noche, ambos podrían por fin escuchar la voz del otro.

Joong sonrió ante la sola de idea de escuchar la voz de su amigo por medio del teléfono. El menor aun recordaba la calidez de las notas que Nine había cantado el día de su encuentro y un rumor de mariposas inquietas empezó a insinuarse en su estómago. Quería hablar con él. Nine le había dicho que cuando terminara con los deberes, él abriría la ventana de su balcón y con una sonrisa, empezaría la llamada.

La respiración de Joong se interrumpió ante esa idea y cuando sus ojos buscaron el reloj nuevamente, el chico se dio cuenta de que la luz del balcón de en frente se había encendido y que detrás de la cortina aparecía el rostro sonriente y aun así algo cansado de Nine. Joong sintió que los ojos oscuros de Nine eran como otra estrella en medio de la noche. El chico sintió que todo se iluminaba de nuevo al mirar a Nine. Su teléfono sonó de forma inmediata después de que Nine se sentara en el sillón que daba al balcón y Joong se encaramó en el alfeizar haciendo que Nine riera cuando el chico lo vio trastabillar un poco para sentarse.

"Debes tranquilizarte, Joong Archen Aydin", pensó, pero cuando contestó la llamada un torrente de risa cristalina lo recibió haciéndole pensar que si era Nine quien reía así, él no tenía miedo de hacer el ridículo.

-Hey, debes ser cuidadoso, Nong- dijo Nine a modo de saludo-. No queremos que termines en el exterior por un descuido ¿o sí?

-Lo siento, Phee Nine- respondió él sintiendo que su corazón se aceleraba un poco más cuando el tono suave y dulce de la voz de Nine acarició su oído por vez primera- ¿Terminaste los deberes?

-Sí, he terminado con todo- declaró Nine con tono festivo- ¿Y tú? ¿Qué hiciste hoy? ¿Viste algo divertido? ¿Hablaste con alguien querido? Cuéntame todo acerca de tu día, Nong.

Joong sonrió al pensar en la lista de cosas que había querido contarle a su amigo y empezó con el relato sin que le importara mucho que los días fueran siempre iguales o que no muchas cosas cambiaran dentro de la monotonía en la que el mundo estaba sumergido. Chen se dio cuenta de que hablar con Nine era sencillo, que las risas y las palabras iban y venían creando un puente entre los dos. Por un momento, a Joong le pareció estar del otro lado, era como estar en la misma habitación que Nine. Lo sentía cerca y ni siquiera se quejó cuando Nine decidió acostarse en el sillón haciendo así que su sonrisa desapareciera.

Joong suspiró y dejó que la conversación siguiera su curso sin notar el paso de las horas, disfrutando simplemente el hecho de que la soledad se desvanecía con cada pequeña cosa que decía Nine, con cada risa compartida con Nine.

-Oye Phee, ¿crees que todo esto terminará algún día?- preguntó Joong de pronto.

-Claro que sí, Joong, nada es para siempre, ni siquiera el dolor o la desesperación...

-Tienes razón, Phee...

-Todo estará bien, te lo prometo- dijo Nine bostezando un poco.

- ¿Estás cansado? ¿Te he aburrido, Phee?- cuestionó Joong de forma asustada.

-No, claro que no, creo que simplemente es algo tarde.

-Tienes razón, quizá deberíamos dormir, Phee Nine. Podemos tener una nueva llamada dentro de unas horas ¿no crees? Duerme bien, ha sido genial hablar contigo y...

Las palabras de Joong se interrumpieron cuando del otro lado de la línea, el sonido acompasado de la respiración de Nine empezó a escucharse, sin duda alguna su amigo se había quedado dormido.

-Buenas noches, Phee Nine- dijo Joong demorándose en terminar la llamada para seguir escuchando la respiración del otro chico que sonaba como una canción nocturna que se unía al cielo y al viento que soplaba con debilidad en las calles desiertas.

Joong sonrió una vez más al levantarse del sillón y con una sonrisa en los labios comenzó a tararear una canción que decía:

Haces que mi corazón palpite mientras te quedas dormido y te pierdes en sueños dulces que están llenos del cielo nocturno. Voy a ir contigo a ese lugar lejano...

NDA: ¡Hola! Estoy disfrutando mucho escribir esta historia :D

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