Días de Abril

Abril 4. Crush

Recomendaciones antes de leer: escucha la canción mientras lees la historia, es más bonito. La canción de hoy es "Crush" de David Archuleta.
🌸🌸🌸

Colgué el teléfono esta noche y
algo ocurrió por primera vez.
Dentro de mí todo iba a cien.
Porque la posibilidad de que tú sientas lo mismo, es demasiado, demasiado.

¿Por qué aún sigo huyendo de la verdad?
Todo lo que puedo pensar eres tú.
Me tienes hipnotizado, muy hipnotizado.
Y tengo que saber...
¿Alguna vez  piensas cuando estás solo qué podemos hacer, dónde podemos ir con esto? 

¿Estoy loco o me estoy enamorando?
¿Es esto real o es solo un crush?

***

Nine colgó el teléfono y estuvo unos segundos contemplando el techo con una amplia sonrisa plasmada en el rostro. Había escuchado la voz de Joong y había visto su rostro, más de cerca.
Hacía un par de días que habían iniciado con eso de las llamadas pero ese había sido el primer día que se habían pasado a las videollamadas.

Sabía que no hacía mucho que se conocían pero el transcurrir de las horas escuchando la dulce y calmada voz de Joong tumbado en su cama, hablando de todo y de nada y simplemente disfrutando de la compañía del otro, aunque no fuera físicamente, endulzaba los días de Kornchid y los hacía más llevaderos, más hermosos. 

Era fácil perderse en la cadencia de la voz del menor, en su ligero acento extranjero al pronunciar el idioma que ambos hablaban. Era tan fácil dejarse llevar...
Y durante unos días, lo había logrado.
Su mente siempre metódica y lógica, le había dado un descanso y se había permitido conocer a alguien sin expectativas, sin deseos del algo más.

Proyectamos en las demás personas nuestros propios sueños y aspiraciones. Tanto es así que cuando no son lo que un principio parecían, cuando rompen nuestros esquemas, muchas veces acaban causándonos rechazo. 

Sin embargo, el haberse encontrado con Joong de esa manera tan inesperada, en ese momento de su vida en la que su mente trabajaba a mil por hora para tratar de adaptarse a la nueva situación, hacia que Nine no hubiera podido tener ninguna expectativa respecto a su relación.
Mejor así. No obstante, ese día, lo habían alcanzado las dudas. 

¿Qué era esa sensación burbujeante que nacía en su pecho cada vez que hablaba con el castaño? ¿Por qué no podía evitar que una sonrisa se dibujase en su rostro cuando le escribía o durante sus llamadas nocturnas? 

Por la mañana, mientras atendía a las clases telemáticas de la universidad o durante la tarde mientras realizaba las tareas domésticas, la situación estaba controlada.
Pero al caer la noche, el corazón empezaba a latirle velozmente por la expectación.
Dentro de la no rutina habían establecido unas pautas y a las ocho, ambos cruzaban miradas mientras aplaudían junto a sus vecinos en el balcón.

Se sonreían y alguna vez pronunciaban palabras que al otro le costaba entender. Y aplaudían más y se reían juntos. Al volver al interior, de vez en cuando compartían un par de mensajes pegados al cristal de la ventana, intercalando la vista entre la pantalla y su imagen al otro lado del espacio que a Nine se le antojaba siempre tan inmenso.

Cómo deseaba que pudiera abarcarlo y darle la mano. Aunque entonces quizá el propósito del aislamiento que seguían no se estaría cumpliendo del todo. Ojalá todo eso pasara pronto...
Volvían a dentro y entonces, uno u otro iniciaba la llamada del día. Se veían las caras, se oían... Y para el mayor eso era suficiente.

La presencia de Joong en su vida era como un bálsamo para su corazón y sus heridas. Cuando hablaba con él, el mundo ahí fuera no importa. Que estuvieran viviendo aquella crisis era un mal menor. Y era entonces era cuando Nai se preguntaba: ¿Era solo él quien sentía todo aquello? ¿O quizá Joong también perdía su tiempo dándole vueltas a aquello que habían iniciado?

Inspiró hondo y dio vueltas en la cama sin poder dormirse. Se recordó a sí mismo que estaban allí por un tiempo indefinido, que no tenían prisas y que las respuestas llegarían solas en algún momento, cuando menos lo esperase. En ese momento, el teléfono vibró en su mesita de noche.
Alargó la mano.  Era un mensaje de su Nong.

"Se me olvidó decirte, Phee. Tu sonrisa es una de las más bonitas que he visto. Ten una buena noche❤️" 

Kornchid dejó caer el teléfono al leer esto y hundió el rostro en su almohada para ahogar un grito de emoción. ¿Qué estaba haciendo ese chico con él? ¿Acaso era legal? 
Tenía ganas de levantarse de un salto, encender la luz y ponerse a bailar. Era como si rebosara toda la energía que no había tenido las semanas previas.  Al final, se obligó a sí mismo a calmarse y responder a Joong. 

"Gracias... Buenas noches❤️" 

Ya. Ya estaba hecho. No había vuelta atrás. Era la primera vez que le enviaba un corazón y no se sentía apresurado, ni rápido. No creía que hubiera hecho mal. Para otros quizá fuera algo banal pero Nine y Joong Archen apenas se conocían. 
¿Es necesario el tiempo para sentir cercana a una persona? ¿Hace falta tocarla, abrazarla, para saber qué va a estar ahí cuando la necesites? 

Era la primera amistad a distancia que Nine mantenía y todas estas preguntas que siempre habían estado ahí parecían encontrar respuesta poco a poco. 
Porque ya creía a Joong más cerca suyo que a muchas otras personas con las que había compartido años de recuerdos. 
Y eso sin contar las miles de mariposas que volaban en su estómago cuando escuchaba su voz... 
¿El encierro lo estaba volviendo loco o quizá... tenía un nuevo crush?

N. A. Endulzamos el 4 de abril con la historia estrella de esta cuarentena. Gracias por compartir nuestro mikrokosmos.
All the love,
Anna