Por si era la última vez que podía decírselo.
Cuando me hablan de tinieblas pienso en esa niña de cuatro años lavantandose de aquella cama con unas gotitas de miedo en su rostro. Chocando contra muebles y figuritas de porcelana que eran imposibles de no romper, porque, diablos, es que había miles y miles. (Una vez que rompí una El Joven de la Máscara me desnudó y me encerró en el balcón). Palpando de puntas las paredes frías, buscando el interruptor de la luz o el de volver a casa. En pleno llanto y con el instrumental de aquellos asquerosos gozos mientras mis lágrimas caían en mi rostro.Nunca encontré ninguno de los dos interruptores.
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Aviso extra:
A partir de este capítulo cuento con la ayuda de esta señorita: Megaloca2006 para la edición y aportación de ideas a esta historia.
Espero que puedan pasar y visitar sus historias (son bastante buenas).La pobre diabla se lo agradece.🖤
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La historia de una pobre diabla
RastgeleSolo lee, conóceme y sorpréndete. Algunos tienen el valor de ser ellos mismos, ¿Tú eres uno de ellos?, Porque al final de todo no hay forma de cambiar quien eres. Érase una chica que jamás vivió sin temores, así que decidió pintar cada una de sus tr...