La multitud aclamaba sus nombres, cientos y cientos de miles de personas se encontraban afuera de aquel teatro, gritaban eufóricos, alzaban carteles y fotografías con el pálido y atractivo rostro de aquel hombre al cual, ahora, adoraban incondicionalmente, la emoción los consumía, las cámaras se elevaban listas para fotografiarles y enmarcar su existencia para la posteridad, algunos otros corrían detrás de la gran limosina tratando de verlos a través de los vidrios, les adoraban, hombres, mujeres, todos por igual, esperaban ansiosos por ellos, por él.
El lujoso vehículo se había aparcado frente a la gran entrada de aquel recinto, los guardias de seguridad, así como los guardaespaldas abrían pasó entre la extasiada gente que se empujaban tratando de acercarse para verlos, hacían camino para que pasara cada uno de aquellos chicos que en una noche de ensayo habían conocido a su suerte volviéndose famosos siendo la banda de aquel alabado cantante, ahora todos los conocían, ahora todos los amaban, gracias a él.
Se dirigían a una rueda de prensa, después de haber ingresado al lugar, los jóvenes pasaron a camerinos para retoques y salieron minutos después ante un foro que los esperaba ansiosos, los cuatro chicos, ahora con aquella seguridad, superioridad y egolatría que caracterizaba a los jóvenes artistas que tocaban la fama demasiado rápido con mínimo esfuerzo, caminaron por aquel escenario tomando asiento en las sillas que les habían preparado, en su actitud se percibía la desfachatez y despreocupación, la arrogancia con la cual miraban a la prensa era obvia y más sin embargo, les amaban.
Una pantalla enorme detrás de ellos fue encendida, una imagen que dictaba "Agust D, The Vampire", se visualizaba en esta junto con una imagen bastante oscura del rostro del vampiro.
-Nos prestan su atención por favor, solo serán dos preguntas, una a la vez.- La voz del manager se escuchó por el micrófono.
Los periodistas gritaban, alzaban sus manos y tomaban fotografías con sus cámaras, trataban de obtener la palabra para así conseguir las respuestas a las preguntas que tenían formuladas.
-Usted. - Señaló a un hombre de mediana edad el cuál con libreta en mano elevó la voz para ser escuchado.
-Y díganos, ¿Por qué aquí en Seúl?
-Vamos donde nos llaman, igual que ustedes. Respondió con cierta sorna Zico, el baterista de la banda.
-¿Cómo describen su música?- Esta vez una mujer en la audiencia tomó la palabra.
-Sexo, sangre y rock & roll. - Espetó con desinterés Le, la única chica en la banda, una hermosa fémina de 21 años, alta, delgada y con un cuerpo de infarto quien había modificado su estilo a uno más oscuro y agresivo con cabello de colores y ropas ajustadas.
Después de su respuesta los periodistas volvieron a alzar la voz tratando de obtener la palabra a lo cual el manager trató de calmarlos.
-Ok, señores, ahora voy a presentarles al vampiro Agust D.
La mano del hombre señalo detrás suyo, a la pantalla, donde la imagen se distorsionó al tiempo que sonaba una de las canciones de Agust, después de unos segundos apareció el pálido y atractivo rostro del vampiro que tanto habían esperado, sus gatunos y rasgados ojos brillaban, su mirada era profunda e intrigante, sus labios con un leve color carmesí se curveaban en una sonrisa ególatra, su cabello en ondas despeinadas caía por su frente dándole un toque que complementaba su belleza, las cámaras no dejaban de fotografiarlo, era perfecto.
-Buenas noches, siento el retraso, estaba tratando de atrapar mi almuerzo. - Cada una de las palabras que emitía eran lentas y pausadas, con un toque que volvía aquello un hechizo que te cautivaba, su voz era ronca y profunda, en sus labios aquella risa sarcástica y superior no desaparecía, hablaba con tal ligereza y despreocupación que todos reían como si aquello fuese una broma, lamió sus labios guardando silencio mientras su manager intervenía.
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Agust D. El Vampiro.
FanfictionA todo vampiro le llega el momento en que la idea de la eternidad se convierte momentáneamente insoportable viviendo en las sombras, alimentándose en la oscuridad sin más compañía que él mismo, se pudre en una existencia vacía y solitaria, la inmort...