Capítulo VIII

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Nota: Debido a que la historia lo requiere, ahora lo que se encuentre entre << >> y cursiva será no sólo lecturas del diario de YoonGi, sino también pensamientos y perspectivas de los personajes expresadas en primera persona, espero que se entienda porque soy muy mala explicando, cualquier duda en los comentarios jajajaja, los dejo con el texto, besitos.

<<TaeHyung creyó que permitirme leer el diario de Agust D saciaría mi curiosidad, pero sólo provocó que quisiera saber más, tuve que volver al Bar de Almirante, no tuve elección.>>

JiMin sabía que estaba cometiendo una locura al decidir volver a aquel lugar pero ya había iniciado esto y no podía parar, después de leer aquel libro se preparó y tomó de sus ropas aquellas que creyó se adecuarían mejor al lugar para ayudarlo a mezclarse y pasar desapercibido entre los vampiros, debía ser cuidadoso, esa noche podría salir sin una gota de sangre de aquel sitio si no tenía cuidado.

Por ello, tomó sus jeans negros que se ajustaban deliciosamente a sus piernas, sus botas negras, una camisa con un pronunciado cuello V que dejaba a la vista parte de sus clavículas y sus pectorales, encima vistió un saco azul marino de terciopelo y colocó una gruesa mascada como gargantilla para cubrir su cuello, sabía que había detalles que debía cuidar y uno de estos era su cuello, no había marcas de mordidas en este y necesitaba fingir que las había, necesitaba en verdad poder mezclarse entre ellos.

JiMin terminó de arreglarse, había colocado unos pupilentes de color miel en sus ojos, despejó su frente en un atractivo peinado y se maquillo un tanto cargado, para una persona normal de su ciudad, JiMin lucia demasiado osado y estrafalario, pero para aquel sitió estaba apenas a la altura, debía ser andrógino, como todos aquellos seres de la noche.

Después de unos minutos bajó del taxi y se dirigió por aquel camino de los muelles hasta adentrarse a un callejón, eran cerca de las 12 de la noche, muy temprano considerando que todas aquellas creaturas apenas comenzaban a llegar, caminó a prisa a través de aquella bruma que formaba el frío de la noche con el mar de su natal, miraba a ambos lados manteniéndose siempre alerta, estaba en claro peligro caminando en esos territorios.

Cuando al fin llegó, miró a una distancia considerable hacía la puerta de aquel lugar, estaba muy nervioso, mucho y muy asustado, la voz de su razón le indicaba que saliera huyendo de ahí, que aún estaba a tiempo, pero él sabía lo que quería y estaba dispuesto a esto. Miró como algunas personas aparecían en la esquina caminando a paso lento y cadencioso por el empedrado, todos ellos portaban ropas oscuras, pieles y capas, maquillajes y peinados extravagantes que daban un poco de vida a su pálida y grisácea piel, eran un hombre y dos mujeres, al acercarse a la puerta del lugar, una pequeña rendija se abrió, el hombre se acercó a esta y entonces la puerta se abrió dejando pasar a aquellos tres seres, la última mujer le notó y miró hacía él y JiMin pudo ver sus ojos resplandecientes  en un color inhumano, sintió temor, no podía negarlo pero necesitaba saber más, el diario de Agust D solo había logrado aumentar su curiosidad y hambre de saber e ir allí era necesario.

Tras unos minutos, otro grupo de tres personas aparecieron por la misma esquina, esta ocasión eran dos mujeres con características parecidas a las anteriores pero venían acompañadas de un hombre el cual no lucía como ellas, portaba un traje de oficina común y corriente y ambas mujeres venían de su brazo, los ojos de aquel hombre lucían normales, era más que obvio que él no era un vampiro, las tres personas se acercaron a la puerta, era la oportunidad de JiMin para poder entrar, él sabía que un humano podía ingresar solo si era llevado por un vampiro pero él no tenía ese privilegio aunque  tampoco lo quería, ciertamente que un vampiro te llevara a un bar donde hay más vampiros sólo te convierte en su cena y la de todos los demás allí, la cuestión era que debía escurrirse dentro y lo logró, justo cuando la puerta fue abierta, se pegó a aquel trio y con la cabeza gacha libró al extraño hombre que cuidaba esta.

Agust D. El Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora