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Advertencia: Crackship- pareja hetero- no habrá lemon ni palabras altisonantes en exceso- temas de violencia de género- self-harm- abuso de estupefacientes- angst.

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¿Cuánto dolor tuviste que enfrentar
Antes de encerrar la voz de tu corazón
De esa manera?
Por favor, déjame escucharla, aunque sea sólo un susurro.

Olvidando lo que es amar
Olvidando lo que se siente al respecto
Pase lo que pase
Sigues fingiendo no darte cuenta
Tirando lejos un
corazón que nunca se rendiría
Tirando un corazón que siempre tuvo fe
Bloqueas todos tus sentimientos en el interior
Y nunca te herirán
Pero nunca sentirás felicidad

—¡Aaah! —gimió Jimin en el oído de su querida, provocando que la piel de ésta se erizara y solo pudiera aminorar sus gritos de puro placer.

—Ay si. —susurró no queriendo delatarse a sí misma, Hiro estaba inmersa en un éxtasis exquisito, mientras sus cuerpos se meneaban en el suelo de aquel dormitorio en semioscuridad. Después de su emotivo gesto, Hiro tuvo muchas ganas de devolverle de alguna manera lo bien que le hizo sentir y se lo llevó a un sitio privado para intimar con él—. Fuck yeah, give it to me, baby! —Jimin salió del interior de su amada cuando previó que estaba a punto de dejarse ir, y mientras agitaba su miembro viril, metió los tres dedos de su otra mano en la hendidura de la chica, para que ella también llegara al orgasmo. Gritó su nombre, el cual fue opacado por el sonido de la música de la sala de conciertos que estaba a tope, ella, ante esto, se entregó de lleno a él y consiguió correrse bajo un alarido desquiciado.

Jimin vertió todo su semen en el suelo de la habitación, para no manchar el lindísimo traje de enfermera que traía Hiro, aunque a esas alturas estaba casi desnuda, con sus senos expuestos y su falda bajada hasta sus tobillos, Jimin no había podido evitar quitarle a jirones la ropa ante tanta urgencia. Por su parte, sus pantalones estaban bajados y su cabello rubio estaba despeinado —Hiro tenía la manía de desordenarle el cabello a sus amantes durante el sexo—. Entre resuellos, se vistieron de nuevo, se peinaron un poco —en el caso de Hiro acomodó su peluca que era celeste y no rubia en esta ocasión— y con ayuda del perchero móvil que se encontraba en la habitación, sacaron sin distinción una prenda de ropa y limpiaron el suelo con ella. Después, la volvieron a poner en su lugar.

—Problema del que vaya a usarla —dijo Jimin volviendo a besar con efusividad a su «Lil Lulu» como había empezado a llamarla desde hacía unos cuantos encuentros íntimos, apodo que a ella no le desagradaba, puesto que sus amigos la solían llamar Lulú.

—No deberías haber terminado en el suelo —murmuró Hiro palmeándole la entrepierna con la mano, pero solo acariciarla, no quería ponerlo caliente otra vez, parecía que ese chico siempre quería más y más sexo—. Podrías haberte corrido dentro de mí sin problemas.

—No quiero dejarte embarazada, no me lo tomes a mal, pero un embarazo no deseado es lo que menos necesito en este momento.

—No te preocupes, hermoso, tengo el parche anticonceptivo. —le replicó con una sonrisa, sin haber soltado su paquete— la próxima vez, ya sabes, puedes dejarlo todo dentro cuando quieras, pollito.

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