44

51 5 16
                                    

Advertencia: Crackship- pareja hetero- no habrá lemon ni palabras altisonantes en exceso- temas de violencia de género- self-harm- abuso de estupefacientes- angst.

 Advertencia: Crackship- pareja hetero- no habrá lemon ni palabras altisonantes en exceso- temas de violencia de género- self-harm- abuso de estupefacientes- angst

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ayumi estaba internada en el hospital Kieikai de Fukuoka. Le controlaron la presión arterial, el pulso y la temperatura. La habían conectado a un monitor cardíaco y le hicieron un electrocardiograma.

Le suministraron aspirinas y Trombolíticos.

Cuando la subieron a la ambulancia, ella estaba inconsciente, pero respiraba y su corazón había vuelto a latir, por lo que no era necesario reanimarla con un desfibrilador. Aún así, cuando logró recobrar el conocimiento, estaba en una cama de hospital y con suero inyectado de forma intravenosa en uno de sus brazos.

Lo ultimo que ella recordaba era que había llegado al home, y que su visión era completamente negra. Luego de eso, no era capaz de recordar nada.

Escuchó que afuera de la habitación Emily hablaba con alguien por teléfono, y cuando ella colgó, un médico, su novio, Shuya y los demás ingresaron a verla. Sus amigos sonrieron con mejoría al notarla despierta, tenía los labios resecos.

—¿Cómo te sientes, Ayumi? —le preguntó el doctor con amabilidad—. Me llamo Ichiro, seré tu médico a partir de ahora.

Ella lo miró y se tocó delicadamente el pecho con su mano derecha, sintiendo sus propios latidos.

—Algo... cansada, y tengo sed —respondió arrastrando las palabras, sintiendo el suero que iba desde sus venas hasta su organismo—. Tengo un poco de dolor de cabeza, doctor Ichiro.

—Es normal, probablemente tengas hambre también, en un rato vendrá la enfermera a traerte la comida.

—¿Qué me pasó?

—Sufriste un paro cardiorrespiratorio y, a consecuencia de tu arritmia, un síncope, por eso perdiste el conocimiento, tu novio te reanimó y pudiste llegar al hospital.

Ella observó con tristeza a Tyson, irónico era que él la hubiera salvado, hizo el esbozo de decir algo, pero se lo calló. Entonces, se dio cuenta de que no traía puesta la ropa, osease, el uniforme de béisbol.

—¿Fue muy grave?

—No en cuestiones generales, dime ¿Es la primera vez que te ocurre algo así?

—Sí, es la primera vez.

—Pues, a pesar de no haber sido muy grave, si es raro en una persona joven de veintiún años, ¿Te ejercitas con regularidad?

—Sí, lo hago bastante ¿Verdad, Shuya?

—Sí, ella hace, quizás, excesivo ejercicio. — reconoció el japonés dándole la mano, ella gustosa se la aceptó.

—No es cierto, no hago lo suficiente.

El último en mi Loco MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora