La estancia

14

La estancia 14
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Los días siguientes pasaron lentos y tortuosos para el rubio.

Por las noches le costaba dormir y durante el día pasaba el tiempo intentando enfocarse únicamente en su empleo. No podía darse el lujo de quedarse en casa tumbado en su cama llorando por Tony.

Steve apretó los labios cuando ese nombre pasó de nuevo por sus pensamientos.

Tony Stark...

-Steve... ¿estás bien?-

-¿mmmh?... si, si... solo me distraje por un momento, en seguida le traeré una manta limpia.-

Steve se disculpó con la señora Danvers antes de salir de su habitación para buscar una frazada.

A su regreso la señora Carol había encendido el televisor.

-Ese chico es muy apuesto... -

Le cuchicheo ella con una sonrisa pícara en rostro.

-Si... si lo es...-

En la pantalla Tony sonreía a las cámaras mientras caminaba por una alfombra roja.

Steve parpadeó con rapidez para despejar las lágrimas que se comenzaban a formar en sus ojos.

Apresurado acomodó la cobija para poder salir de ahí.

****

"Steve, he venido a tu casa hoy también. Pero no te encontré... te traje flores aunque se que no son suficientes para remediar lo que hice pero... las vi y no pude evitar pensar en ti... pienso en ti en cada momento y a cada a momento me arrepiento de no haberte dicho la verdad. "

Steve dobló la nota que venía pegada al bonito ramo de girasoles que había encontrado en su puerta aquella noche al volver a casa.

Había estado extendiendo sus horarios lo más posible para no tener que volver a casa tan pronto, pero Tony era tan insistente...

Miró las flores con anhelo antes de levantarlas del suelo para llevarlas dentro.

Los girasoles habían sido la flor que Tony había elegido para regalarle, decía que le recordaban a él.

Con cierto mimo las coloco en agua y las dejo sobre su mesita de centro en la pequeña sala, sabía que aquello estaba mal, que no debía aceptar su regalo, pero, lo extrañaba tanto...

Había pasado ya una semana y cada vez que Steve pensaba en Tony regresaba al mismo punto de partida.

Tony había dicho que todo había sido real... pero...

El sonido del timbre le hizo espabilar, durante esos días no había estado cuando Tony le había ido a buscar y ahora sentía que su corazón se saldría de su pecho de solo imaginar que era Tony...

El timbre volvió a sonar y Steve esta vez se levantó del sofá, suspiro armándose de valor.

Tenía que enfrentarlo tarde o temprano.

En calcetines y con uno de sus suéteres viejos y algo grandes camino hasta la puerta.

"Le diría que se fuera"

"Le diría que no quería verlo más"

"Le diría que dejará de venir..."

Claro que ninguno de sus discursos mentales le habían preparado para ver a Tony al otro lado de la puerta.

-Me has estado evitando!-

Le reprocho el moreno detrás de sus gafas oscuras, estaba vestido de una forma que Steve nunca antes lo había visto.