Nota del autor (2)

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Mi nombre es GerDylan y nací en un pueblo del sur de Chile, aproximadamente en el año 2018.

No soy el único ratón que ha sido enviado al espacio y que ha regresado con un nivel de inteligencia bastante considerable, pero estoy seguro de que soy el único ratón que escribe.

Obviamente, el género por el cual me siento más atraído es la ciencia ficción, y mis experiencias en el espacio exterior han servido de material para mis historias. Pero lo que seguramente el lector se estará preguntando es de qué manera escribo. Mi instrumento de escritura no es un lápiz, ni un teclado de computadora, sino un artefacto más complejo y adaptable a las exigencias de mi constitución física. No lo describiré porque, como aclaré en la nota anterior, mi intención en estas "notas del autor" es dar a conocer un acontecimiento.

Sin embargo, aclararé algunas cosas. Por ejemplo, que soy un apasionado de las novelas, aunque me dedico más al cuento breve, e incluso a ese subgénero que se conoce como "microrrelato", dado que lo ajetreado de mi existencia no me permite dedicarle demasiado tiempo a la literatura. Hay que tomar en cuenta que no tengo un espacio propio en el que pueda desarrollar tranquilamente mi creatividad.Vivo en una madriguera, es cierto, pero esa madriguera está en una casa en la que, por ejemplo, hay un gato que continuamente está buscando la manera de atraparme. No tengo quien me acerque comida, por lo que debo buscar los restos de alimento que el dueño de la casa probablemente haya dejado caer accidentalmente al suelo. Y esto no siempre sucede, por lo que debo salir a explorar la casa siete, ocho, y hasta diez veces por día, y tengo que hacerlo rápido, porque el gato, apenas capta mi presencia, comienza a perseguirme con una destreza que a veces me resulta difícil superar.

Cuando regresé del espacio exterior, estuve viviendo durante tres meses en uno de los laboratorios de la Base Espacial del golfo de México, donde varios ingenieros, e incluso respetados científicos, me cuidaban y me alimentaban, pero también me sometían a pruebas y estudios que me obligaron a escaparme de ese lugar y refugiarme en esta casa sucia y desvencijada. Aquí vive un anciano, al que frecuentemente viene a visitar su hija, y ese animal del infierno, al que el anciano llama "Barrabás".

Ahora, en este lugar desconocido, debo conseguir mi propia comida, pero afortunadamente he logrado traer conmigo este artefacto, con el cual estoy escribiendo, y al cual me conectaron en el laboratorio de la Base Espacial.

Bien, aclaro esto como una manera de presentarme al lector y despejar anticipadamente las posibles dudas que pueda suscitar la próxima nota, en la cual me referiré al hecho que inspiró el microrrelato que el lector seguramente ya habrá leído.

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