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Septiembre

Lalisa manoban tenía razones por estar nerviosa, era su primer día de clases. Después de las vacaciones familiares durante esos dos meses había olvidado que tendría que volver al Instituto. Ahora cursaba su primer año de secundaria.

Esperaba que cualquier compañero de su escuela anterior estuviese en las misma clase que ella, aunque no serían muchos.

Echó su cabello hacia atrás como un acto nervioso, sentía las manos bañadas de sudor al entrar al Salón. Habían muchos chicos y chicas que no reconocía, comenzaba a sentirse nerviosa, de verdad.

Eso hasta que logro visualizar una cabellera negra entre la multitud y prácticamente salto, pegando gritos.

-Jisoo! -la llamó emocionada

Mientras se acercaba a la chica, la mencionada pareció reconocerla y se lanzó a abrazarla.

Su amiga era un poco más baja y siempre andaba Sonriendo, sus ojos eran oscuros, cabello negro y su piel más clara que la de lisa. Eran todo lo contrario, la piel de ella era un poco más morena.

Lalisa, gracias a dios! Pensaba que estaría sola -le sonrió y fueron a sentarse juntas, en el Salón.

-¿has visto a alguien más? Yo juraba que estaría sola, no muchos se matriculan en este Instituto -Comentó, cruzando las piernas.

Lisa se rescotó en la mesa.

-Hasta ahora sólo tú, pero es mejor así -confesó con una sonrisa juguetona.

Los estudiantes iban entrando al Salón y la pelinegra no reconocía a nadie, parecían estar en mundos diferentes.

Lisa era un chica relajada. Podría durar todo el día dibujando o escuchando música, también utilizaba ropa cómoda: unos jeans desgastados, camiseta blanca, zapatillas deportidas y una chamarra.

Ella no tenía muchos amigos pero en estos momentos se encontraba feliz con Jisoo, desde casi siempre habían sido amigas y ahora no estarían solas. Se tenían la una a la otra.

Las chicas estuvieron un rato conversando sobre las vacaciones, hasta que Lisa escucho unas risas.

Por la puerta del Salón entraron dos chicas, una pelicastaña y otra Rubia, pero quien capturó la atención de lisa fue la rubia de piel blanca.
Lograba Soltar alegría mientras reía por unos de los chistes de la otra chica, quien era más alta y tenía el cabello largo. Sus miradas se encontraron por unos segundos. Lisa se perdió en unos ojos chocolates tan profundos como el océano. Claro, un océano de chocolate, por supuesto.

Tan pronto comenzó, todo acabó. Ella apartó la mirada y la chica rubia hizo lo mismo mientras se marchaba con su amiga a los asientos frente al pizarrón.

-¿que pasó? ¿Encontraste a alguien conocido? -preguntó Jisoo, levantando el rostro para buscar entre las personas.

Lisa negó

-no fue nada -sonrió a su amiga y cuando entró el profesor, empezó la clase

Se presentó a los estudiantes y empezó a dar un pequeño discurso, les indicó que por orden de mesa deberían ir al centro de la clase y presentarse.

Lisa no quería, siempre le entraban los nervios al hablar en público. Por suerte ella se encontraba en la cuarta fila y tardarían un poco en llegar a ella. Los chicos fueron pasando y la pelinegra se sorprendió cuando Jisoo fue sin problemas y al volver le sonrió. Divertida por eso le agradaba, siempre había admirado su seguridad en sí misma.

Comenzó a hacer garabatos en su cuaderno, para distraerse. Iba bien, cuando llamaron a una chica. Vió a la misma rubia de piel blanca, levantarse.

Se veía muy linda con esos jeans oscuros y una blusa. Caminaba con seguridad y confianza mientras mostraba una sonrisa coqueta en sus rosados y finos labios, logrando resaltar sus pómulos. Se paro al frente de todos, sin mirar a nadie en específico. Era muy femenina o eso pensaba Lisa, por sus cejas delgadaz y su forma de caminar.

-Roseanne park o park Chaeyoung, Un gusto - sonrió, pestañando y de seguro la mitad del Salón ya pensaba que era linda

Lisa apartó los ojos de la hermosa rubia y volvió a hacer garabatos. No le importaba. Después de un rato era turno de ella, se levantó seguramente con el rostro pálido y fue hacia el frente, algunos murmuraban y otros reían bajito. lisa lo ignoró y siguió. Desde que estaba en primaria era el centro de burlas, pero con el paso de los años había aprendido a no darle importancia.

Rosé la miraba con interés, apoyaba la barbilla en su mano y mordía uno de sus dedos. aún haciendo ese gesto se veía increíblemente guapa y por más de decir femenina. Lisa intentó por todos los medios no observarla y al terminar fue como un rayo a sentarse a su asiento. Solto un suspiro y observó como Jisoo alzaba los pulgares, En señal de ánimo.

Después de dos horas tenían que cambiar de clases, Lisa apresurada recogía los libros mientras su amiga la apuraba.

Lisa, mueve el culo! -le apresuró Jisoo en la puerta

-¡espera, Jisoo! -le pidió, siguiendola, porque la pelinegra se había ido al pasillo

Sintió que alguien la empujaba por el hombro y se le cayeron todos los libros. Había una chica Pelinegra frente a ella, riéndose.

-ay disculpa, no te había visto -mintió los ojos burlónes, Lisa la miro mal y comenzó a recoger sus libros

A su lado paso otra chica, que pateó uno de los libros en el piso. Era otra de las amigas de Rosé, la alta que entró con ella.

-estabas en mi camino -excusó y se hecho a reír con la otra chica

Lisa fruncio el ceño y miro a Rosé, que apareció junto a ellas

-Chicas no sean tan malas -les dijo en broma, aunque también sonreía y miraba a Lisa en el suelo
-Pobrecita, Sowon.

Rosé se estaba burlando de ella, y apesar de eso, Lisa seguía pensando que se veía hermosa. Intento descubrir el porqué, pero no lo consiguió. Logró volver en sí misma cuando las tres chicas se fueron por el pasillo. Jisoo llego hasta ella, disculpándose de dejarla sola.

Lisa le resto importancia, pero seguía pensando si "Park Chaeyoung" Y sus amigas serían las idiotas que le harían la vida imposible el resto del año, puede que estuviera en lo correcto.

Rivales | Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora