No estás solo

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Narra Hippo:

Ya era de noche, mañana sería sábado y estaba nervioso, si nos descubren será el fin, pero si no podré estar más tranquilo, esperaría a Viggo en la parada del Bus, lamentablemente no le conté a mi padre sobre el problema por lo que si me descubre me mata, así que le dije que iría al bosque con los chicos por bus, el accedió rápidamente.
Estaba acostado en mi cama mirando al techo con frustración, Porque la vida se empeña tanto en torturarme?! Dios! Que he echo?! Dime!
En eso escucho un golpe en la ventana que da a mi balcón, me levanto rápidamente y no veo nada, me recosté de nuevo pensando que era el viento pero otro golpecito se escuche, suspire maldiciendo al viento y me levanté para abrir la puerta de mi balcón, mire hacia los lados y note que no había viento, en eso siento un gran empujón provocando que me caiga

Hippo; Ouch!- dije, mire a todos lados y note como la puerta del balcón se cerraba sola y las cortinas se cerraban - Pero que?!- dije asustado, cuando las cortinas se terminan de cerrar aparecen de la nada dos dragones, Chimuelo y la dragona blanca con ojos azules a la que le había caído bien - SE VUELVEN INVISIBLES?!- grite mas o menos fuertes, ellos empezaron a ronronear y se restregaron contra mi - Por Thor! Si pueden volver invisibles! Todos los dragones hacen eso?- pregunté no esperando a que me respondan, ellos  lograron derribarme de nuevo y empezaron a llenarme de baba - Ewwww puaj! Piedad!- decía entre risas, nos quedamos jugando un rato hasta que en un momento note que me había quedado dormido.
A la mañana siguiente desperté en mi cama, me levanté pensando que había sido un sueño pero note que en mis manos habían dos escamas, una blanca y otra negra. - no fue un sueño - murmure, me cambié y baje a desayunar, mi papá me dejó en la parada del bus diciendome que cualquier cosa le llamara.

Viggo: preparado para la aventura?- me preguntó sonriendome y yo asentí

Hippo: supongo - dije sonriendole forzosamente

Viggo: pues bien! Vamos!- dijo mientras subía al bus

Hippo: si, vamos - dije fingiendo emoción, en eso note a una cabellera rubia, Astrid y los chicos.
No estás solo en esta misión Hippo, recuérdalo, me decía una voz.

¿¡DRAGONES!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora