- Sabía que no era buena idea, Rafi -dije abatida y suspiré por el recibimiento.
- No te preocupes, Natalia. Alba es de mucho carácter al principio, pero enseguida se desinfla - intentó autoconvencerse la Rafi.
- No quiero que por mi presencia aquí haya malos rollos entre vosotras - dije apenada.
- Ya verás como se le pasa pronto, somos muy dramáticas en esta familia- intentó bromear y yo sonreí de vuelta -. Ven, que te enseño tu habitación.
- !Hola! - dijo la pequeña de las Reches - soy Marina - dijo manteniendo la distancia.
- Hola, yo Natalia - me presenté de vuelta-. Seré vuestra nueva compañera de piso durante unos meses, pero haré como si no existiera. No quiero que os sintais intimidadas por mi presencia...
- Si lo dices por mi hermana no se lo tengas en cuenta, la pobre ha sufrido mucho a consecuencia de algunas de sus fans - dijo haciendo el gesto de comillas -.
- Ya lo sé, por eso no quería venir sin que Rafi hablara primero con vosotras, pero...
- Ya, mi madre puede ser muy convincente a veces (por no decir siempre) - ironizó la rubia.
- Ejem... Sigo aquí - dijo la Rafi haciéndose notar y el resto reímos.
- Sólo sé que si algún día me cruzo con alguna de las personas que hizo sentir mal a tu hermana van a saber lo que es tener las vías y sondas más grandes que existen metidas en sus cuerpos - amenacé - y en temas de trabajo no bromeo.
- Me caes bien, morena - dijo sincera Marina - voy a ver que hago con mi hermana - me guiñó un ojo y se fue hacía el otro lado del salón.
- Bueno, Natalia, 2 de 3. Ya sólo te queda el hueso duro de roer de la mediana de la familia - bromeó Rafi guiándome a través de un pasillo que salía del comedor hacia mi futuro cuarto -. Es la habitación dónde duerme mi sobrina Cloe cuando viene a vernos y el lugar dónde Alba pinta y compone.
- !Perfecto, Rafi! - exclamé con sarcasmo - !Acabo de usurpar su lugar de inspiración! - dije maldiciéndome y llevando mis manos a mi cara-. Me estoy ganando puntos para que me eche de comer a los leones.
- Anda exagerada - le quitó peso al asunto-. El caballete y los instrumentos se pueden sacar a cualquier lugar de la casa...
- Pero es su lugar, Rafi - la corté - es como si te echaran de tu propia casa - bufé. Estaba claro que mi estancia en esta casa no iba a ser un camino de rosas.
- Te dejo instalarte. Hay toallas en el armario y si necesitas cenar hay de todo en el frigo - dijo ignorando mi punto de vista.
- Gracias Rafi, pero ya me he duchado y he cenado en el hostal - le dije dejando la maleta sobre el suelo.
- Siéntete en tu casa, Natalia - me dijo sincera y yo la abracé.
- Mi madre está muy agradecida contigo - le confesé-.
- Yo sólo hago lo que me gustaría que hiciesen por mi, o por mis hijas, en este caso - nos separamos y Rafi abandonó la habitación dejándome tiempo para procesar todo lo que me estaba ocurriendo en apenas unos días.
En el lado contrario de la casa...
- Tata, ¿puedo pasar? - preguntó temerosa Marina, sin saber qué se iba a encontrar en la habitación de su hermana.
- No me apetece hablar, Mini - dijo Alba tumbada en la cama mirando a la pared, mientras su gata Queen descansaba sobre sus pies.
- Alba, sé cómo te sientes... - dijo poniéndose en el lugar de la mayor de las dos.
- No, no lo sabes - dijo borde Alba y Marina agachó la cabeza -. Lo siento, Mini. No quería hablarte así. Tú no tienes la culpa - se disculpó la hermana mayor -. Pero en mi casa es el único lugar dónde puedo ser realmente yo, sin miedo a que nadie me fotografie o cuente mi vida privada - suspiró - y ahora, gracias a la idea de mamá ya no me puedo sentir agusto ni en mi propio hogar.
- Alba, escúchame - pidió Marina - con lo poco que he podido hablar con Natalia, me ha parecido una persona 100% auténtica, tiene pinta de ser un poco friki, pero es un pivon de 1.80 metros y al mismo tiempo un bebé enanísimo - Alba reía por la descripción de Marina sobre la morena-. Me ha dicho que ella no quería venir hasta que nosotras diéramos el visto bueno, pero que ante la terquedad de la Rafi...
- La Rafi es mucha Rafi - confirmó Alba.
- Pues eso, aparte ha dicho que ella va a hacer como si no existiera y que no nos íbamos a dar cuenta de que en esta casa íbamos a ser uno más.. Y lo más importante - dijo Marina creando hype...
- ¿Qué? No me dejes así - dijo Alba impaciente
- Que entiende tu desconfianza hacia ella, pero que si fuera por ella y pillaba a las que te hicieron lo de Instagram, las iba a sondar y pinchar con el número más grande que haya de cada - las dos hermanas rompieron a reir.
- Le debo una disculpa, ¿no? - propuso Alba - se ha tenido que llevar una mala impresión de mi que madre mía...
- No es como se empieza sino como se acaba, tata - dijo sincera - y no es por nada cabrona, pero a ti que te gustan las tías tienes posibilidades de darte una alegría al cuerpo... - dijo socarrona la pequeña de la familia.
- !Mini, por dios! - exclamó avergonzada Alba.
- En cuanto la veas me dices, guapa... Hasta yo me replanteaba mi sexualidad - dijo antes de marcharse de la habitación escuchando de fondo la risa de Alba Reche.
- Para eso ella tendría que jugar en mi misma liga - dije sin esperar respuesta de la menor de las Reches que ya estaba de camino a su cuarto.
Alba cogió aire y se dirigió hacia la habitación de invitados pensando cómo presentarse a la morena y hacerle ver que no era una de esas divas famosas a las que se le había subido el ego. Llamó a la puerta y sin esperar a que nadie le contestase la abrió, encontrándose a Natalia desnuda de cintura para arriba y con un minúsculo tanga que le tapaba su intimidad. En cuanto vió a la rubia, Natalia se intentó tapar con lo primero que pudo.
- !Perdón, perdón! - exclamó Alba cerrando la puerta tras de ella e intentando recuperar el aire que había perdido al observar el cuerpo esculpido por los dioses de la enfermera.
ESTÁS LEYENDO
Resistiré (ALBALIA)
Fanfiction¿Qué ocurre cuando en tiempos de cuarentena te mudas a casa de tu amor platónico? Ida de olla durante los salientes de noche.