Amor vengativo

Adiós hermano

EMILIO

Desperté en el sillón de la casa y recordé lo sucedido. Le pedí a la vida que todo fuera una broma o que al menos haya soñado todo, pero no mi madre seguía llorando desconsoladamente y yo no sabía cómo acercarme a ella y decirle que todo estaría bien por qué es más que claro que no era así.

Si yo sentía un dolor horrible por haber perdido a un hermano a mi único hermano, no me quiero imaginar el dolor de perder a un hijo. Trate de acercarme a ella y no ser imprudente tenía que respetar su dolor. Preguntarle cómo estaba sería estúpido se perfectamente como está lo único que salió de mi boca fue "¿Quien va a reconocer el cuerpo? 

Natalia: Tu padre es el que se encargará de eso y de todo el proceso que se tenga que llevar.

(Mi padre y mi madre llevan separados 4 años; mi madre se cansó de una vida de alcohol y golpes y aunque mi padre cambió para mi madre no fue suficiente y ahora ambos viven por su cuenta)

No sabía que más decir, quería decirle que no estaba sola que me tenía a mí, pero ¿Como puedo decirle eso cuando su hijo se acaba de suicidar?

Estaba a punto de abrazarla cuando se escuchó el timbre de la casa; por un momento pensé que sería alguien del lugar donde trabajaba o de la Universidad, pero no, era mi padre necesitaba algunas cosas que solo mi madre tenía para dar por finalizado el proceso y que nos trajeran el cuerpo de Adrián.

Pasaron tan solo unas horas para que mi padre llegará con el féretro en donde venía mi hermano. Cuando llegó y fue instalado en la sala de la casa fue cuando caí en la realidad; ahí estaba Adrián en ese ataúd, su vida se había apagado, sus sueños, sus metas, sus ganas de triunfar en la vida. A mis padres se les había ido un hijo, su primer hijo con el que compartieron una vida de veintidós años, lo vieron crecer y fracasar y salir adelante y ahora ya no está.

Y a mí, a mi se me fue mi único hermano, mi confidente, la única persona que estaba para mi si tenía alguna duda acerca de cualquier cosa. Mi hermano ya no estaba, se había ido.

Cuando se abrió la ventana del ataúd y pude reconocer a mi hermano fue cuando sentí como la mitad de mi vida se hacía mierda y todo el mundo se caía. Todo cambio a un segundo plano, note como mi madre se desmayaba y como mi padre me hablaba para ayudarle, pero yo solo estaba inmóvil observando el rostro de Adrián; observaba cada expresión que tenía, ya no tenía el color de piel que tanto me encantaba, sus labios estaban secos y en el cuello se observaba aún la marca de la cuerda que uso para quitarse la vida. En mi mente solo maldecía a la vida por llevarse a mi hermano ¿Por qué él? Jamás había odiado la vida, pero a partir de hoy para mi la vida eso solo una mierda y nada me hará cambiar de opinión. Una voz que era reconocida por mi me saco de mi trance.

África: Lo siento mucho Emilio, no sabes cómo me duele la muerte de Adrián y también sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Algunos amigos de la Universidad llegan en un momento para acompañarlos.

Era África, la mejor amiga de Adrián y se podría considerar también mi mejor amiga; nunca fui bueno socializando y si la mayoría me hablaba era por mi hermano. Yo solo pude decirle "gracias". Tal como lo había dicho algunos compañeros de su universidad llegaron poco a poco, pero yo solo quería conocer a Joaquín; Adrián me hablaba mucho de él supuse que vendría pero no fue así. 

Nunca hizo presencia en el velorio de mi hermano ni mucho menos en el entierro. El maldito día en donde dejamos a mi hermano bajo tierra y en donde debíamos continuar la vida; pero que demonios ¿Como me piden continuar con mi vida cuando la mitad de ella se quedó bajo tierra?

Cuando salía del panteón una persona ya mayor se acercó conmigo y me dirigió estás palabras "Se que eres hermano de Adrián, se parecen bastante; solo quiero decirte que vengo por parte del hotel California para darles nuestras sinceras condolencias. Adrián era un buen muchacho, luchaba por sobre salir y continuar su carrera ¿Quién diría que se quitaría la vida?"

Solo le contesté un gracias, pero por mi mente solo se preguntaba ¿Dónde esta Joaquín? Realmente no sabes de lo sucedido con Adrián o simplemente te dio igual a pesar de que Adrián te consideraba como un hermano. Llegué a pensar que no solo Adrián te miraba como un simple amigo, pero siempre que tocaba el tema solo lo evadía o me daba por lado. Realmente necesito conocerte, mi hermano paso a tu lado un tiempo importante en donde puedo obtener varias respuestas. Estuvo un año y medio contigo y en ese medio año yo solo conocí lo que el representaba. ¡Necesito conocerte! ¡Voy a conocerte!