Amor vengativo

El amor de mi vida... Adrián

MARIO

Las horas pasaban y pasaban y no encontraba la manera de ayudar a mi hijo, me sentía atado de manos y el tiempo actuaba en contra de Joaquín

Estaba en una llamada cuando Josué entro de manera brusca a mi oficina

Mario: ¿Qué te pasa? ¿Qué te pasó?

Josué: Me tienes que ayudar papá, lo tienes que hacer

Mario: ¿En qué? ¿De qué hablas?

Josué: Estoy en grandes problemas y tú cómo mi padre tienes la obligación de ayudarme

Mario: Sí, sabes que lo haré, pero primero deja terminó la llamada para ayudar a Joaquín y...

Josué: ¡No! ¡Mi problema es más grande que el de Joaquín!

Mario: ¡Explícame! ¡Si no me explicas y no te calmas no te puedo ayudar!

Josué: ¿Me vas ayudar después de que te cuente todo?

Mario: Claro que sí, eres mi hijo y no te voy a dejar sólo

EMILIO

Me estaba volviendo loco, ya solo teníamos menos de 8 horas para sacar a Joaquín de ese lugar, estaba considerando realmente cúlpame yo, al fin de cuentas no tenía nada que perder...

-Buenas noches Emilio ¿Ya te informaron algo? - Llegó el abogado por lo cual me sorprendió la hora

Emilio: ¿Qué pasó abogado? ¿Hay novedades?

Abogado: Me marcó Diego y me dijo que tenía más pruebas y que le viera aquí porque era urgente ¿Ya llegó?

Estaba a punto de contestar cuando ví que llegó Diego a la fiscalía

Emilio: ¿Qué pruebas tienes? ¿Eso es sangre?

Diego: ¿Puedo hablar con usted abogado?

Emilio: ¿Qué está pasando?

Abogado: Te sacaré un permiso para que vayas a ver a Joaquín y le digas que ya hay más pruebas a su favor Emilio

Y así fue, se me autorizó pasar a ver a Joaquín lo cual también le extrañó demasiado

Joaquín: ¿Qué haces aquí?

Emilio: Llegó Diego con más pruebas a tu favor amor

Joaquín: ¿Pruebas? ¿Sabes qué pruebas?

Emilio: No lo sé, lo que me preocupa es que Diego traía demasiada sangre en su ropa

Joaquín: ¿Sangre? Lo que menos quiero es que alguien más sufra... Ya no más amor

Emilio: Te prometo que pronto va a terminar esto y vamos a estar siempre juntos

-Joaquín Bustamante Castillo, acompáñame-

Salí con él y nos llevaron a una oficina en donde estaba Diego, el abogado y el agente