Open your legs

Dulce

El moreno, termino por pedirle al chofer que los llevara de vuelta al apartamento, no sin antes comprar nuevamente ciertas cosas que empezaban a divertirlo.

En cuanto llegaron, Jin se metió a la cocina del departamento, siendo observado por Namjoon desde la barra, quien bebía una copa de vino tinto.

Namjoon: ¿Trabajaste como cocinero?

Jin: Fui un ayudante de cocina. Trabajé para un hombre muy conocido por sus platillos de mariscos.

Namjoon: ¿Qué tipo de mariscos? –Dos platos fueron puesto en la mesa, empezando por pasta con camarones bañados en una salsa de un color muy peculiar. - ¿Y esto es?

-Jin se sentó cerca de Namjoon, sirviéndose también una copa de vino.- Combinara con lo que estas tomando.- Paso el tenedor y cuchara por la pasta, dando un bocado bastante provocador para el moreno cuando sus ojos se toparon con los de él-.

-Namjoon le regalo una sonrisa, comiendo al igual que él. Con solo un bocado agrando sus ojos para decir su palabra favorita.- Es dulce.- Ahora entendía porque el vino combinada con el platillo.

Se atrevió a probar los camarones que tenían en cierta forma un sabor a ajo. Un platillo tan sencillo sabía demasiado bien. Pero algo extraño estaba pasando. Sentía su boca acalambrada y su temperatura se estaba elevando.

Miro a Jin con rapidez, dándose cuenta de que el chico seguía comiendo a pesar de estar sudando y tener las mejillas rojizas.

El moreno empezó a reír ante tal vista, metiendo un segundo bocado a su boca.

Namjoon: ¿Qué tan conocido era ese chef?

Jin: Muy conocido. Sus platillos afrodisiacos fueron la sensación del restaurante. -Ambos empezaron respirar irregularmente. Pero aun así Jin fue por el postre: Un creme bruelle de chocolate y helado de vainilla. - Falta la crema batida.- Cuando Jin dio la vuelta, Namjoon lo había acorralado en el refrigerador, devorando vorazmente sus labios.

Jin gimió cuando el moreno metió sus manos debajo de su ropa, que fue quitada rápidamente.

Jin: E-el p-postre. -Los labios de Namjoon dejaron de succionar el cuello del chico, tomando la crema batida, poniendo un poco de ella en las tetillas del chico que gimió cuando fueron chupadas y lamidas una y otra vez. Había sido buena idea comer aquello él también. Estaba tan acalorado que su mente estaba en blanco... simplemente deseoso.

Namjoon tiro todos los platos, levantando a Jin, poniéndolo en la mesa. De una forma traviesa, paso su mano por un creme brulle haciendo que el jarabe quedara embarrado en sus dedos.

Jin: Tú... no harás eso. - abrió las piernas del chico sin preámbulos y empezó a estimularlo mientras este jadeaba sin parar. -

-Los dedos entraban una y otra vez, casi siendo succionados. Pero, Namjoon, también necesitaba atención. Fue por lo que bajo su cremallera y hundió su pene en la entrada de Jin que lo recibió irónicamente bien. - Estas tan apretado. - Un vaivén rudo y excitante estaba quemando el cuerpo de ambos. -

Namjoon, volvió a tomar la crema batida y esa vez más la puso en el abdomen de Jin, lamiéndola y proporcionándole espasmos al castaño que gemía sin intención de parar.

Jin sentía las cosquillas que definían el orgasmo. Su espalda se arqueo cuando sintió el clímax, y haciéndolo alarmar cuando un líquido denso entro de igual forma en su cuerpo.

Namjoon salió de él con una sonrisa en los labios, pero esta se espumo cuando Jin se levantó de la mesa y su semen empezó a correr entre sus piernas.