Me detuve frente a la puerta del laboratorio de biología, recuperando el aliento por haber subido 6 tramos de escaleras en 30 segundos. Tambien respire profundo para agunatar algunos minutos con la ignorante de Jauregui.
-¿Por qué te detienes, Cabello?- Oí su voz molesta y entrometida preguntando y libere un último suspiro de derrota- No sé tú pero no tengo todo el día.
No diré de cuántas maneras y con cuantas palabras diferentes maldije antes de entrar de una manera grosera al salón. Me senté en la banca más alejada posible y empecé a poner mis cosas sobre el pupitre, mientras sacaba mis cosas, me di cuenta que me estaba mirando con una sonrisa ridícula en su rostro
-¿Estudiaste?- me pregunto con su voz repugnante, aparte como si lo necesitara y como si hubiera tenido tiempo de estudiar en 40 minutos.
-Yo no sé tú, pero no tengo todo el día- respondí de una forma grosera sin hacer contacto visual- Entonces a mí me encantaría si me entregas el examen de una vez.
No tuvo nada para responder, obviamente puso una cara de orto, se levantó y vino hacia a mí con el examen en las manos. Se puso detrás de mí y apoyó sus brazos sobre el pupitre, uno en cada lado de mi cuerpo
-Usted debe de saber que esa cara no me gusta-Ignoré esa frase innecesaria, y se acerco más para disminuir la distancia entre nosotros y me entrego el examen que estaba en su mano. Comence a llenaron y antes de que pudiera hacer algo sentí su aliento en mi oído derecho- Y eso me hace sentir más ansiosa por ti.
Dejé de escribir y una ola de miedo circulo por mi cuepo, abrí la boca para hablar pero me fue imposible al sentir su brazo fuertemente por mi cintura y me hizo entrar en pánico
-¡Suélteme inmediatamente!- exclamé y sin pensar le encaje mi bolígrafo de punta fina en el brazo, ella inicio a respirar rápidamente tratando de no gritar de dolor y me soltó para mejor irse.
-Buen día clase- La profesora Kordei dijo, La señorita Kordei era nuestra miss de inglés, consagrada en el colegio por su metódo de enseñanza y por desarrollar de exitosas actividades extracurriculares. Tenia 25 años, morena, alta y envidiada de pies a cabeza, y según las malas lenguas, una profesora estaba enamorada de ella.
Ella misma, Verónica Iglesias, Saben, no me gusta verlas juntas hablando en el pasillo.
Volviendo al tema, la Srita Kordei empezó la clase y como soy muy lenta para copiar, mejor inicia a escribir. Después de 15 minutos y el pizarrón lleno de la materia de ingles, la profesora se sento en su silla mirando a los idiotas atletas de la clase y se rio de las estupideces que estaban hablando, sobre futbol obviamente, poque era e único tema que entendían a tal punto de reírse.
Yo no le encuentro algo bueno a la Srita Kordei, digo es linda y simpática, pero algo en ella me incomodaba, bueno aparte del hecho que ponía a la Srita Iglesias arrodillarse a sus pies cada que ella quisiera.
-Con permiso Kordei- Oí una voz familia desde la puerta y cuándo levante mi mirada de la hoja, vi a la última persona que yo quería ver.
-Adelante Jauregui, pasa- La Srita. Kordei sonrio y Jauregui pronto camino hacia a ella, poniéndose frente a la clase
-Tengo un recado que darles- dijo para que todos dejaran de copiar (todos menos yo)- Los alumnos que están en recuperación de laboratorio de biología harán la prueba en la última clase de hoy, encuentren al profesor Turner y hagan la prueba con él.
Cuándo levante mi mirada al pizarrón tratando de seguir copiando sin llamar la atención de nadie, me di cuenta que todo el mundo me estaba mirando, y la profesora Jauregui me miraba enfurecida. Su camiseta blanca pegada a su cuerpo, realzaba sus senos, me distrajo por unas milesias de segundo, hasta que vi su antebrazo, tenía un vendaje, junto cuándo le di con el bolígrafo ayer, empece a mover mi bolígrafo entre mis dedos, en forma de señal que si ella intenta hacer algo, yo tengo todavía varias plumas de punta fina.
¡Misión cumplida! Captó el mensaje, trato de salir de la clase, agradeciendo a la profesora Kordei, contuve la risa que estaba a punto de salir y continue copiando con una gran sonrisa malvada en mi rostro, las plumas de punta fina son mis aliados en esta guerra.
Ese mismo día, hice el examen de recuperación en la clase del Sr. Turner, nuestro profesor de historia. Como el salón estaba en el quinto piso, decidi ir en el ascensor que irme a pie. Puedes llamarme floja, pero se que lo soy, tan pronto abrió la puerta, me tope con la parte más confusa de mi dia, la Srita Iglesias hablaba y se reia con la profesora Jauregui en el ascensor y en cuanto me vio, dejó de hablar. Fueron reacciones diferentes, La Srita Iglesias sonreía aparentemente feliz de verme, pero Jauregui bajo su mirada al suelo, y poco después miró su reloj, fingiendo interés en él.
-Buen día, Cabello- La profesora Iglesias me saludo y si no fuera por su sonrisa, ya habría entrado al ascensor, es peligroso ir en un ascensor con la profesora que adoras y con la que te odia, especialmente cuando no tienes una cámara filmando todo.
-Buen día, profesora- Sonreí un poco nerviosa, estaba en medio de las 2 y notaba los botones retro iluminados en un panel. No creo que alguna vez haya querido estar a solas con la Srita Iglesias y este deseo me superaba demasiado. Ahora que estaba dentro, tome cierta distancia con cierta profesora idiota del curso.
El elevador subió y cuándo las puertas se abrieron en el séptimo piso, casi agarro del brazo a la Srita Iglesias cuándo se encamino a la puerta, y para mejorar mi desgracias, no subió nadie para venir a salvarme del martirio que me esperaba
-¿Qué hace aquí, profesora?- Le pregunte tratando de ocultar mi nerviosismo
-Tengo una reunión con la profesora Kordei, es un proyecto interdisciplinario para los del segundo año.- Sonrió , pareciendo muy entusiasmada y eso hizo enojarme más.- Ademas Cabello, más tarde no te olvides de traerme el resumen de la otra vez.
-Puedes irte Iglesias- le dijo al oído a la Srita Iglesias y no sentí emoción en su voz, y poco después la puerta termino cerrada, dejándome sola con ella. Pensé en oprimir un botón y parar en cualquier piso solo para huir de esa situación pero de pronto sentí que se movió y me agarro el brazo, en un movimiento brusco.
-¿Qué está haciendo?- Grite cuándo tomo mi otro brazo y me estampo contra la pared- Déjeme ir
-Por el amor de DIOS, cierra esa boca- ella dijo y sin previo aviso, me besó, intente quitármela de encima y no permitirle profundizar el beso, pero la presión que ella tenia contra mis labios era fuerte, a tal punto que mi boca palpitaba, luchaba al máximo para que no pasará de un beso, pero sentí mis músculos relajarse y abri el paso a su lengua.
Luché desesperadamente, tratando de golpear su rodilla, alguna de sus piernas o morder sus labios, pero ella estaba tan pegada a mí que muy apenas podía moverme. Intente gritar, pero abrir mi boca solo empeoraba mi situación, de reojo vi el panel del ascensor y vi que seguíamos en el cuarto piso. Sin posibilidades de defensa la única forma de seguir luchando era hacerle daño de alguna manera o hacerla renunciar al beso.
Lentamente, fue resbalando sus manos, llegando hasta mis muñecas, pegando mis brazos a mi cuerpo, me seguía apretando y besándome intensamente. Sus pechos se resaltaban con aquella blusa apretada que llevaba, y se contraían por estar muy cerca de mi, y no me importaba cuál era la situación, era innegable que ella tenía un excelente físico. Mire el panel del ascensor y vi que estábamos en el segundo piso, ella abrió sus ojos y me miro, pero me seguía besando. Una sensación extraña recorría mi cuerpo cuándo nuestros ojos se cerraron, eso me hizo sentir débil.
Ella rompió el beso, tiro lentamente de mi labio inferior, aún con una mirada intensa hacia a mí. La puerta del ascensor se abrió, llegando a un piso lleno de gente y sin decir una sola palabra, se limpió la boca son el dorso de su mano, y se alejó, como si nada hubiera pasado.
Incapaz de moverme por alguna razón desconocida, estaba apoyada en la pared del ascensor con un el corazón acelerado, de conmoción e indignación, por su puesto, después de todo, no todos los días te besa la profesora que más odias dentro del ascensor.
-¿Camz?- Oí la voz de Dinah que me llamaba, no sé cuanto tiempo después y solo mire en dirección a la puerta, vi su aspecto preocupado- Estás palida, ¿Qué paso?
-Nada, solo fue un mareo- tartamudee, mi voz fallaba y mis piernas me tambaleban, no sé como logre salir del ascensor- Vamos, mi mamá debe estar esperándome.
¿Disfrutarón la escena Camren?