A la mañana siguiente me decidí a no quedarme parado perdiendo el tiempo, tenía materiales para terminar el refugio en la orilla así que eso fue lo que hice, después de eso entre un poco a buscar algunas cosas para comer, pero no tuve éxito, así que me decidi a buscar peces con una vara pero de igual forma no tuve suerte.
—Tengo que comer algo— dije, y por arte de magia un coco rodó hasta mi, —¿Eh?— mire el coco y de inmediato mire de dónde había salido, ninguno de los árboles que tenía cerca tenían frutos así que no cayó de aquí, —Se valiente, igual si algo te está cazando moriras— así que me adentre en la selva, el ya no sentir el sol en el pelaje era reconfortante, se sentía fresco, camine un poco hasta que encontré una palmera con algunos cocos, busque una piedra y comencé a tirarselas para hacer que los cocos cayeran. Solo tuve suerte con uno.
Al regresar a mi campamento note que había un racimo de plátanos en la arena, corrí hacia ellos y comi desesperadamente, ni siquiera pensé en como habían llegado hasta ahi si no hasta que acabe de comer, no pude encontrar explicación así que no lo pensé tanto, encendí de nuevo el fuego e intenté dormir.
Al siguiente día intenté entrar más en la selva para buscar algo de agua, camine durante unos minutos hasta que encontré un pequeño riachuelo, tome agua con las patas y la bebi, un sonido extraño vino hacia mi pero corrí lo más rápido que pude a mi campamento, cuando estuve ahí ví otro racimo de plátanos en la arena, comí de nuevo, tenía mucha hambre y esto era lo único que podía comer, necesitaba encontrar otra fuente de alimento, los plátanos no me mantendrían con vida todo el tiempo.
Comencé a intentar atrapar peces, hice un intento de lanza con un vara a la que le hice una punta tallandole con una piedra. No logré conseguir nada ese día.
Cuando oscureció comenzo a llover, hacía mucho frío y algunas gotas lograban llegar hasta mi, el aire era fuerte y las olas del mar comenzaron a elevarse casa vez más, tenía que salir de ahí o la marea me alcanzaría en algún momento. Corrí adentro de la selva, los truenos y los rayos me asustaban, pero camine hasta que encontré un lugar donde los árboles no permitían el paso del agua, subí a una de las ramas bajas y me senté recargado en el árbol, no podía dormir ni tampoco caminar más, tenía miedo de que algo me saliera pero al menos estaba seco, pasaron horas hasta que la lluvia se detuviera.
Al bajar del árbol la lluvia ya había parado por completo, la selva volvía llenarse de sonidos, fui lo más rápido que pude hasta dónde había dormido las últimas noches, mi refugio estaba destruido, intenté levantarlo pero era inútil, estaba arruinado por completo, no me imagino lo que me habría pasado si me quedaba.
Unos cuantos peces estaban amontonados debajo de mi refugio, encendí la fogata y los cocine, los devore en acto debido a que no había comido carne hace mucho, en eso recordé cuando estaba sirviendo comida en el barco, antes de que todo pasara, necesitaba hacer que alguien me encontrase, ¿Pero como?
Una señal en lo alto.
Camine por la orilla de la playa viendo si había alguna colina, hasta que encontré una, intenté llegar subiendo por las rocas pero el risco era demasiado escarpado, tengo que entrar a la selva.
Tomé la lanza que hice y me adentre a la selva, cuando llegue a dónde estaba la colina busque algunas cosas para hacer mi señal, amarre palos con unas lianas intentando poner SOS lentamente el día se acababa, no veía el fin de mi señal, y pensándolo mejor aún no tenía refugio, así que camine buscando algún lugar donde quedarme, debajo del risco había un pequeño agujero entre las rocas, hice una fogata fuera y con una rama prendida revise que no hubiera nada dentro, estaba vacía así que entre y ahí me quedé a dormir.
Cuando salí de mi ahora nuevo refugio logré ver una pequeña pirámide con 4 mangos, esto ya no me gustaba, hay alguien más aquí.
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Naufragio perfecto [Furry]
Teen FictionOlvier, un lobo de 15 años va de viaje a una isla remota de visita a un miembro de su familia pero en el camino el barco en el que viajaba sufre un accidente, durante un tiempo vaga por el mar hasta encontrar una isla y a sus habitantes que al parec...