Capítulo 3 La isla de ningun lugar

88 13 1
                                    

Siento ardor en la piel, mi pelaje está demasiado caliente pero húmedo, me despierto apenas pudiendo respirar, la arena me cubre el costado del cuerpo como la mitad de la cara, no sé dónde estoy, -¿¡Hola!?- grito forzadamente, doy leves golpea a mi pecho, siento agua en la garganta y vómito, es muy poco, -¿¡Simón!?- grito, viendo a todas partes, pero nadie responde, veo hacia el interior de la tierra, solo hay selva, no recuerdo que hubiera selva cerca de la casa de mi tía, -¡¿Hola?¡- grito de nuevo, me levanto y sacudo la arena de mi, camino hacia los árboles, quiero protegerme del sol, -No hay nadie aqui- me digo a mi mismo, -¿Ahora que hago?- me coloco bajo la sombra de lo que parece una palmera y miró al mar, no diviso nada, solo agua moviéndose, una sensación extraña me controla, estoy perdido, nadie sabe dónde estoy, o tal vez, haya algún pueblo cerca de aquí, -si eso es- digo en voz alta, veo la selva, se ve peligrosa, nadie sabe que puede haber ahí, respiro un poco, me estoy comenzando a desesperar, -¡Aaaaah!- grito aún más fuerte que antes, se escucha ruido proviniente de la selva, aleteo de aves y ruidos de animales.

No debo alejarme de la orilla. Si tengo oportunidad de volver a la civilización es aqui en la orilla, un barco puede pasar y podría intentar llamar su atención. Respiro profundo, miró mi brazo izquierdo, tengo una herida, no muy profunda, siento dolor en la cabeza, estoy sangrando, aunque no lo siento mucho por la adrenalina del momento.

Camino lentamente a la selva, no adentrándome mucho, los ruidos me alteran, pienso que cualquier cosa podría ser mi muerte, -Consigue como hacer fuego- me digo a mi mismo, buscando trozos de madera en el suelo, recojo un poco y la llevó a la playa colocándola para formar una fogata junto a un poco de planta seca. Comienzo a frotar dos varas, aunque sin resultado aparente, continuo durante más de media hora hasta que logo ver una pequeña pizca de humo en una de las varas, sigo hasta lograr encender la fogata con mucho cuidado. Ahora sólo tenía que mantenerla viva, necesito agua y algo que comer, podría comer plantas, aunque tal vez debería ir a buscar algún fruto. No quiero entrar mucho, podría perderme o pasarme algo, me quedo viendo la fogata, si me quedo ahí, moriré de hambre o sed, pero de dónde voy a sacar agua aquí, agua que pueda tomar.

El simple hecho de pensar en el agua hace que me dé sed, camino lentamente adentrándome en la selva, la humedad aumenta, aunque parece que el sol es demasiado, no sé por qué no mori de insolación. Lentamente los ruidos de la selva me hacen estremecer, —Tranquilo, no pasa nada— me digo a mi mismo, de pronto una sombra se mueve frente mío, rápidamente corro hasta la playa de dónde venía, —¿Qué demonios fue eso?—, miro hacía la selva y estoy intranquilo, comienzo a caminar un poco pero siento que alguien me observa, tomo una de las ramas de la fogata para mostrar el fuego, si es un animal salvaje con eso debería bastar para alejarlo.

No pasó nada.

Pasaron algunas horas que me quedé sentado en la arena mirando a la orilla del mar, tengo mucha sed y hambre, pero también tengo miedo de entrar mucho a la selva. El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, —No tengo refugio—, mire hacía la selva, tenía que ser valiente, camine un poco buscando los troncos más grandes que veía, los lleve a la playa y con lianas comencé a armar un pequeño techo, si llovia poco tal vez me cubriría aunque solo el agua, puse algunas hojas grandes en el techo para evitar que se filtrara alguna gota,  puse más leña en mi fuego, ya no tenía idea de que más hacer, eso era todo lo que recordaba que me habían dicho que hiciera si me encontraba en situaciones así, —Ayuda...— dije sollozando viendo al mar oscurecerse y volverse más violento.

Un rugido se escuchó dentro de la selva, -¿Que demonios?—, las hojas de los árboles se movían y las aves volaban lejos, paro de pronto, no pude distinguir nada entre los árboles, mi corazón latía demasiado rápido, escuché algo caminar cerca de los árboles de la orilla, pero no lograba distinguir nada, —¿Hola?— dije, pero no obtuve respuesta, paso otro rato sin que tuviera respuesta, arme una cama con las hojas sobrantes del techo e intenté dormir. Pero no podia, no con esos ruidos y alguna cosa extraña acechandome.

---------------------------------------------------------
Si la historia te gusta no olvides darle a la estrellita y seguir mi perfil de wattpad para que te enteres de cuando publico nuevas cosas.

Si quieres saber más de mi y mis historias puedes visitar mi blog en: https://www.hazkyroar.com

Sígueme en Twitter: @HazkyRoar

Naufragio perfecto [Furry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora