Atendiendo al amor (Itachi Uchiha y tú)

Capítulo 1: felicidad

En una aldea pequeña, donde todos se conocen, se ayudan y sonríen, aún un pequeño local, en el cual las risas, alegrías jamás faltan y el amor menos. Es una de las razones por las que trabajo aquí.

- buen día señorita ___ - me saludaban como de costumbre, con una sonrisa, que me demuestran lo hermoso de esta vida.

- Muy buenas, lo mismo de siempre ¿verdad? - atendía las mesas una tras otras, el tiempo aquí se me pasaba volando.

Me encantaba ver a la gente, como sonreían al probar la comida, seguido con una felicitación al cocinero, ver a los niños correr y jugar, pero al llegar la comida, comían como si no comieran nunca y con una gran sonrisa, diciendo "con esto seré más fuerte" o a las niñas "seré la mejor princesa" sueños eh inocencia que a todos nos encandilan.

"Hoy es un día especial" eso dicen mis padres, hoy es mi cumpleaños, para ellos siempre a sido el día más feliz de sus vidas, porque "nació la felicidad de esta aldea", lo más vergonzoso es que la aldea dice lo mismo. Para mí solo es un día más de esta maravillosa aldea, pero...

- ¡EMERGENCIA! - unos de los aldeanos llegó gritando, horrorizado, solo eso bastó para cambiar el ambiente - Ha-hay u-u-u-un hombre ensangrentado - solo bastó eso para salir corriendo hacía aquel hombre.

Esta es una aldea pequeña, por ello soy la única médica experta que hay, ya que hace un tiempo aprendí de una ninja profesional de Konoha, que por ayudarla en unos asuntos dijo que haci me lo pagaría y se lo agradezco hasta el día de hoy.

Claramente el hombre tenía sangre en su ropa y estaba inconsciente, pedí a unos de los ciudadanos más fuertes llevarlo a mí casa que se encuentra cerca.

Retire su abrigo y su ropa superior, para visualizar de donde salía aquella sangre. Por suerte la herida no era grave, así que desinfecte y cure aquella herida, pero me preocupaba su temperatura, esto debe ser cansancio, no sé quién sea este hombre, pero necesita ayuda.

Pasaba el día y él aun seguía inconsciente, me llamó la atención, su abrigo, era negra con nubes rojas, tenía algunas cicatrices en su cuerpo y ... Lo que tenía en la frente, solo se le otorga a los ninjas y él tenía la marca de Konoha, pero ¿Por qué estará tachada?.

Pasando el día me quedé al lado de aquel hombre hasta que despierte y explicarle por qué está aquí.

- ____ ¿Puedes venir un rato? - solicito mi padre lo cual accedí y salí de aquel lugar - no sabemos si es peligroso ___, déjame quedarme yo, tú puedes ir a descansar y ayudar a tu madre a ... - no le dejé continuar, sé que se preocupa, pero por alguna razón este hombre no da miedo, su cara se ve calmada y con un tanto de tristeza, me gustaría quedarme con él.

- Padre, no haría ninguna diferencia, si el hombre fuera peligroso, no podrías detenerlo, el es un ninja y tú con todos los de la aldea, incluyéndome, somos simples personas - Era la verdad, gracias a la conexión de la ninja de Konoha, contamos con la protección de ellos y eso es un alivio para muchos de las personas de aquí - así que ve con mamá y no te preocupes por mí, te prometo que estaremos bien, después de todo es ninja de Konoha - intenté tranquilizarlo.

- ¿Cómo sabes algo así, si aún sigue dormido? - preguntó dudoso.

- ¿recuerdas las bandas que utilizan los ninjas? - él asintió con la cabeza - pues él tiene una con la marca de Konoha - como esperaba, aún no se convence - estaré bien y al pendiente, si sucede algo gritaré lo más fuerte posible y correré - solo soltó un suspiro, para luego rendirse de su petición.

- solo cuídate - me otorgó un beso en la frente y se marchó, yo volví a dentro, para estar al pendiente de cualquier cosa.

La noche llegó y yo seguí cambiando aquellas toalla frías, que al ponerla en la frente de aquel hombre, se volvían tibias, por el calor de su cuerpo, pero cada ves eran menor. Me dispuse a cocinar algo para mí y por si él despierta. Las verduras eran cosechada por una vecina que siempre me regalaba unas pocas cosas, esas eran frescas y muy sabrosas, la sopa de verduras que estaba preparando, era lo suficientemente ligera para no enfermar y también lograba satisfacer el hambre de cualquier persona, por mucha el hambre que tenga.

Hoy es mi cumpleaños, el día en que "nació la felicidad de esta aldea" y el día en que cuide a un extraño, hasta poder ver sus ojos abrir.

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HISTORIA DE ITACHUKRIS, NO SÉ COMO ME IRA CON ESTO, PERO CON TOO' O SI NO PA' QUE.

ARIGATOU GOSAIMASU
SE DESPIDE
LUZ_SHIRO