Atendiendo al amor (Itachi Uchiha y tú)

Capítulo 8: ¿y tú?

- ¡Eso huele delicioso! - mi padre asomaba su cabeza en la olla - ¿Nueva receta? - pregunto mientras tomaba una cuchara para beber un poco.

- si, pero aún no está lista - le quite la cuchara de las manos - tienes que esperar - tape la olla y mi papá hacia un puchero decepcionado.

- bueno, cualquier cosa que cocines tú sabes bien - se acercó mi madre y me dio un beso a mi en la mejilla y luego ha mi padre - cierto cariño, tu amigo, Itachi, ya llegó - como si de la mejor noticia se tratase, me saque el típico moño que tenía para sujetarme el pelo durante la cocina y me arregle y salí rápidamente de la cocina.

Iba caminando hacia afuera rápidamente, pero a medidas que avanzaba mi velocidad iba disminuyendo. Mis nervios estaban a topes, como si fuera la primera vez que lo viera, como si estos típicos encuentros fueran algo raro para mi corazón. Desde que estoy consiente de lo que siento, me pongo muy nerviosa con él, siento como mi corazón late a mil, pero aún así, siempre quiero verle, quiero ver su sonrisa, sus ojos y escuchar aquella voz tan gentil. Cada movimiento de mi eran calculados por los nervios, mis manos tiritan, aunque mis pies no se libran de aquello.

Con tantos nervios no me percate que ya estaba frente a él.

- ¿Te sientes bien? Tu cara está algo roja y tus manos tiemblan - se acercó aún más a mi, mirándome directamente a los ojos.

- no es nada, solo es... Estoy algo nerviosa - aunque quisiera evitar esos ojos que quizás en cualquier momento descubrirán lo que siento, se me es imposible, quiero verlos directamente, ver cómo solo se dirigen a mí.

- ¿Tienes algo nuevo? Siempre estás nerviosa cuando me das de probar una nueva receta - me mostró una ligera sonrisa.

- Eh, ¿Yo hacía eso? - Itachi soltó una pequeña risa.

- así es - me miraba aún fijamente.

- ¿Tú... Lo notaste? - ¿él me observa? Sé que es ilógico preguntar algo así, es normal estar atento a aquello, pero pensar que se da cuenta de algo tan básico como eso... Me hace feliz

- siempre intentas mostrar aquella sonrisa y tranquilidad a la gente, pero muchas veces estás inquieta o nerviosa, creo que se debe a tu amabilidad - hablaba con aquella sutil voz que siempre tiene.

- ¿Amabilidad? - siento pequeños revoloteos en mi estómago, ¿Nervios?.

- siempre piensas primero en los demás, por ello siempre te preocupa que la otra persona se sienta a gusto y cómoda con cada acción tuya. Tienes miedo a lastimarlos... Aunque sea algo pequeño - su mirada estaba en el camino, pero volteó a verme. No sé qué cara abre tenido, pero Itachi al verme abrió sus ojos y note un ligero rojo en sus mejillas. Debió su mirada hacia el frente y yo hice lo mismo.

Avanzamos hacia el restaurante en silencio. No podía concentrarme.

- vaya, vaya, primera vez que veo esa hermosa sonrisa - comento mi madre, yo servía los platillos y preparaba el bentō para Itachi.

- no sé de qué hablas mamá, siempre soy igual - termine lo que estaba lista para salir de la cocina.

- pero esa sonrisa, solo la tiene una joven enamorada - esas palabras me sorprendieron, solo salí del lugar sin serle nada a mi madre, ¿será así? ¿Qué cara abre puesto cuando Itachi me vió? Sea lo que sea... No odio este sentimiento.

Itachi, Me preguntó si lo habrás sentido alguna vez.

¿Lo podrás sentir por mí también?