Atendiendo al amor (Itachi Uchiha y tú)

Capítulo 31

— ¿Esto es posible? —preguntaba un aprendiz de médico sobre un contenido en un libro.

— Solo es recomendable para expertos, aquellos capaz de controlar a la perfección el chakra, colo Tsunade-san por ejemplo —recomendé al joven.

Últimamente estaba agotada, no veía a mi familia, tenía que estudiar seguido y más constante que antes, sin comentar que mis sentimientos siguen interviniendo en lo que hago.

— Lucé algo cansada —volteé y era Sakura con unos bocadillos—. Es para usted, pensé que lo necesitaría —dijo entregándome aquellos alimentos.

— Muchas gracias, lamento las molestias —agradecí tomándolo.

— No quiero entrometerse, pero creo que debería descansar... De hecho Kakashi-sensei piensa lo mismo —comento ella, yo me senté y aleje los libros que tenía encima del escritorio.

— Supongo que si, pero es difícil descansar con todo lo que hago y no es algo que me disguste hacer, pero supongo que estoy exigiendo más de lo que debo —

— Tan honesta como siempre _____-San —rio Sakura—, realmente admiro todo lo que hace, pero estoy preocupada; no para de suspira, comienza a obter ojeras y su rostro se ve agotado, por favor tómese aunque sea un día para descansar —recomendó amablemente Sakura.

— Tienes razón, te has vuelto una joven muy astuta —

— Bueno, también tengo que esforzarme, ya sabe... Por mi equipo —su rostro cambió a triste, era obvia su preocupación.

— Todos son fuerte y tú lo eres más que nunca, así que no te preocupes, necesito alguien que me ayude en este lugar —intente calmar a Sakura lo cual resultó, ya que sonrió—. Bueno, en ese caso, hoy creo que es buen día para ir a casa y descansar.

— Eso es bueno, la ayudó a guardar —dijo tomando algunos libros.

Ordenamos todo, guardando cada libro, mientras comía aquellos bocadillos que estaban deliciosos.

— Eso es todo, muchas gracias Sakura —

— No hay problema, descance bien y su cuervo también... ¿Cómo es que sigue con usted? —

— No lo sé, pero me hace mucha compañía y me recuerda a alguien... —

— Supongo que todos tenemos a alguien especial —

— Supongo —

Me despedí de Sakura, quien se fue primero. Tomé algunas cosas de mi pertenecía y luego tomé al pequeño cuervo dejándole en mi hombro para cerrar la puerta.

Camine a casa, la verdad es que no me sentía nada bien, sentía como cada vez perdía algo de peso, mareos, vista nublosa, todos puedes ser cansancio, estrés, solo ruego por no empeorar, así que las idea de Sakura realmente me ayuda.

— Llegas temprano —comentó Kakashi-san sin despegar la vista a su libro.

— Me siento cansada, así que para recuperar energía pensé en venir a descansar más temprano y despejarme un poco de todo—

— To descansa, yo me encargo de todo, ¿Que quieres cenar? —

— Cualquier cosa esta bien, muchas gracias —

— Eres aburrida, traeré ramen —dijo para acto seguido irse de inmediato.

Últimamente no sabía que es lo que me sucedía, a pesar de disfrutar estos momentos simples como: ayudar, estar en casa, estar con amigos, todo ésto, lo disfruto... Pero supongo que es normal después de aquel mensaje, aunque no sé si creer.