cinco; alejarse

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Daniel.

—Dani, adivina quién vino. —Escuché a mi mamá gritarme, claramente sabía que era Agustín porque yo lo había llamado, rodé los ojos y terminé de cepillarme los dientes rápido, estos días había estado de un humor pésimo y mí mamá intentaba ponerle la mejor pero solamente me generaba ganas de callarla.

—¿Qué onda perro? —Dijo Agustín chocando los puños conmigo. —Traje juegos para la play, y pochoclos.

—Dan, yo voy a hacer un par de cosas al centro, después vuelvo, portense bien. —Anunció mi mamá dejando un beso en la frente de Agustín tanto como en la mía.

Con Agustín comimos unos sándwiches y jugamos a la play toda la tarde, estaba evadiendo hablar con él de lo que realmente teníamos que hablar hasta que Agustín apagó la play y se sentó mirándome en el sofá.

—¿Entonces?

—¿Qué? —Dije haciéndome el desentendido.

—Dale boludo, sabés a qué vine, contame.

Yo suspiré y comencé a hablar. —Me quedó en la cabeza lo que dijiste de Valen y de mí, como que me cayeron un par de fichas—

—Pará boludo, yo flashé ese día, capaz en serio ya me había pegado la birra, no te lo tenías que tomar seriamente.

—No amigo, pero por algo me pegó lo que dijiste, después hablé con mi mamá y me contó algo re fuerte, corte, ¿te acordás cuando de chiquitos ibamos a las juntadas y eso? —Agustín asintió. —Bueno, yo estaba re seguro de que mi primer beso había sido ahí, con una pibita, y el de él también, cuestión que le cuento a mi mamá y me dice que no, que nuestro primer beso fue juntos, juntos ¿entendés?

—No es para tanto Dan.

—Ya sé que no, pero no es para tanto si hubiesen sido vos y Valentín, vos y yo, pero es verdad que Valentín y yo somos diferentes, ¿y sí en serio nos gustamos sin darnos cuenta? Boludo, nunca nos gustó nadie, tenemos dieciocho años, es imposible que nunca nos haya atraído nadie.

—Pero porque pasan todo el día con el otro, no me acuerdo un día que no hayan estado juntos.

—Amigo, fue mi primer beso... Yo sé que puede ser una boludes pero es un beso, y no besé mucha gente en mi vida, y los que besé fueron en joda, ni siquiera sé si él sabe.

—¿Todavía no hablaste con él?

Yo negué con la cabeza. —No, tenía pensado inventarle algo para que nos alejemos un toque, pasar tiempo separados capaz me abre la cabeza.

—Capaz, igual lo tenés que hablar. —Yo asentí y miré mi celular que estaba sonando, era mi mamá avisándome que no venía a dormir y se quedaba con papá en lo de mi abuela.

—Mi mamá no vuelve, ¿te quedas y pedimos unas pizzas? —Agustín asintió y se fue al baño, yo seguí boludeando con mi celular hasta que ví que Valentín había subido un estado a WhatsApp, era una foto de él recién despierto, lo sabía por sus ojitos rojos y el pelo apuntando para todos lados, yo sonreí pensando en como extrañaba acariciarle el pelo, hace como dos días no nos veiamos ni hablábamos, él me había mandado mensajes como siempre pero yo no había respondido a ninguno.

—Eu, ¿invitamos a los pibes? —Le dije a Agus apenas salió del baño, el asintió y nos encargamos de mandar los respectivos mensajes a los pibes, de a poco fueron llegando con escabio, todos pusimos plata para las pizzas y se armó una juntada linda, con Manuel, Mateo, Mauro y Valentín como siempre, pero sumamos a otros pibes más, jugamos a la play turnandonos, escabiamos, comimos y fumamos porro.

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