trece; el primero

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+18

Daniel había conseguido un buen trabajo, un poco ayudado por su papá y un poco más ayudado por el título secundario que colgaba de su pared, después de trabajar toda la semana por fin podía estar acurrucado con su novio y planeando sus futuros viajes juntos.

—Yo quiero ir a España, mirá si nos cruzamos a Messi.

—Pero para cuando nosotros vayamos capaz ya se retiró, y cuando se retire se va a venir para acá de nuevo, nos podríamos ir a Rosario. —Propuso Valentín entrelazando sus manos a las de su novio.

—Pero yo lo quiero ver jugar.

—Bueno, vamos a ver jugar a los hijos.

—No es lo mismo.

—Bue, vos querés la chancha y los veinte también.

Daniel se rió por la frase anticuada, abrazando a su novio por los hombros y relajándose entre esos brazos que lo recibían con amor y entusiasmo.

—Y a todos esos lugares, ¿Vos queres ir conmigo? —Preguntó en un susurro, el ambiente se notaba íntimo, lo unico que iluminaba la habitación esa noche era la luz de la luna que asomaba por la ventana.

—Obvio que sí, todo con vos.

—¿Adonde se fueron tus viejas? —Preguntó el rubio mientras dejaba besos cortitos en la cara de Valentín.

—A cenar creo, cumplen no sé cuántos años de novias.

—¿Nosotros también vamos a cumplir muchos años de novios?

—Síp, todavía no cumplimos ni uno igual, falta…

—¿Cuanto falta?

—Falta…

—¡Valentín, no sabés ni cuántos meses llevamos!

—Te jodo tarado, faltan cinco meses para nuestro primer año.

La pareja estaba sentada en la cama mirándose de frente, ambos tenían las piernas estiradas solo que Dani las tenía por encima de las del ojiazul.

Ya habían cenado y gracias al aniversario de las madres de Valentín, tenían la casa sola.

Valentín le acarició la mejilla a Dani justo cuando este bostezó y se acurrucó más en él.

—¿Vamos a dormir?

Dani hizo un sonido de asentimiento y después de lavarse los dientes y cambiarse de ropa se acostaron en su posición usual, Dani abrazando por la cintura a Valentín, con su pecho pegado a la espalda ajena y dejando besitos suaves en su nuca.

Pero a Daniel lavarse la cara lo había desvelado, y ahora se dedicaba a acariciar las piernas de su novio intentando conciliar el sueño que parecía haberse esfumado por completo.

Valentín hizo un sonido de gusto cuando Dani empezó a besar su cuello, cuando su pierna izquierda quiso meterse entre las suyas tuvo que darse vuelta quedando cara a cara con el rubio.

Dani fue más rápido y unió sus bocas en un beso dulce y húmedo, Valentín buscó a tientas los hombros de su novio enganchandose ahí y pensando en que quizá este era el momento para realmente hacerlo.

Lo habían intentado varias veces pero probablemente el hecho de planearlo arruinaba las cosas, cuando no era alguna de sus familias interrumpiendo era el calor y la imposibilidad de siquiera acercarse a otra persona sin transpirar litros de sudor en el intento, la ultima vez incluso les fallaron las erecciones, así que decidieron dejar de planificar y esperar a que se dé.

friends ; wosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora