seis; confesión

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Valentín.

—No puedo creer que sea tan tarado.

—Está bien Mau, no lo voy a estar presionando. —Dije pasando el peine por mi pelo mientras me miraba al espejo, la puerta del baño estaba abierta y podía ver a Mauro en mi habitación jugando con los almohadones.

—Que bronca que tengo, encima que te habías puesto todo lindo ni te miró el idiota, ¿sabes lo que daría por que gustes de mí? Y él no lo aprovecha.

—No me gusta, es algo momentáneo.

—Valen, literalmente me llamaste diciendo Mauro, me gusta Daniel, vení a casa. ¿Vos qué decís que le habrá pintado para decirte todo eso anoche?

—No sé Mau, pero no quiero hablar más de eso. —Mauro asintió y se acomodó en mi cama mientras yo buscaba ropa.
Habíamos vuelto los dos juntos de la casa de Daniel la noche anterior y Mauro se quedó a dormir y a consolarme, lo cierto era que ayer lo llamé por esta confusión estúpida que tengo con Daniel hace unos días y su plan no fue otro más que decirme que me ponga lindo y le diga que me gusta, claramente los dos planes salieron mal.

—Dijo que iban a hablar hoy, ¿no? —Yo asentí con la cabeza poniéndome la remera.

—Igual ni sé si quiero hablar con él, corte ¿que le digo? La flashó re feo él con todo lo que me dijo.

—Para mí le tenés que decir boludo, aparte es injusto que no sepa, que sé yo.

Mi celular sonó con el tono especial que tengo para Daniel, que pendejo de mierda, hasta sonido especial tiene, lo agarré y vi que era un simple "hola", ¿hola nomás? ¿después de todo lo que me dijiste anoche ahora lo unico que tenés para decir es hola? Estoy enojado pero igual le contesté, seguro quería que nos juntemos a hablar como prometió anoche.

—Me dice que vaya a la casa. —Le avise a Mauro, quien asintió entusiasmado ofreciéndose a llevarme así que agarramos rápido los celulares y las billeteras y salimos metiéndonos al auto de mi amigo.

En el camino pensé, ¿qué le voy a decir? Ni siquiera estoy seguro de que es lo que siento, lo único que sé es que lo estoy mirando raro hace un par de semanas, me hizo sentir como el orto anoche pero estábamos re drogados y en pedo los dos, así que tengo que dejarlo explicarse, bueno, ese era el plan entonces, primero que hable él y si está todo bien hablo yo, y sino que se vaya a cagar, sonreí internamente y salí de mis pensamientos cuando Mauro dijo que ya habíamos llegado, me paré frente a la puerta que visito hace 13 años pero esta vez por alguna razón se sentía diferente, golpeé y Daniel abrió.

Yo intento decirme a mí mismo que no me gusta mi mejor amigo pero él viene y me abre la puerta así, el pelo rubio para todos lados, un jogging gris y una campera del mismo color, y el toque final y el detalle infaltable en Dani; las ojotas.

—Hola. —Dije con mi cara más seria.

—Hola, Val, pasá.

Pasé la puerta y estaba tan acostumbrado a esa casa que con solo entrar podía notar quien estaba y quién no, y Daniel en este momento estaba solo.

—¿Querés comer algo? Recién desayuné, si querés te hago un tostado o algo.

Yo negué con la cabeza sentándome en el sofá, no hacía falta ni que me lo diga, siempre que algo pasaba y teníamos que hablar de cualquier cosa mínimamente seria nos sentábamos ahí, era nuestro lugarcito.

—¿Cómo estás? —Dijo sentándose a mi lado.

—Bien, Dan, ¿vos?

Él asintió con la cabeza mirando a sus manos y jugando con sus deditos, él nunca usó anillos, no le gustan, usó una sola vez en su vida porque se lo regalé yo, y cuando le dejó de entrar le puso un hilo y ahora lo usa de collar.

—Yo te quería hablar de un par de cosas y estuve ensayando un toque todo lo que te tenía que decir pero ahora me está costando acordarme así que supongo que va a ser lo que me salga. —Yo asentí mirándolo a los ojos. —Pero no me mires fijo porque no modulo. Bueno, empiezo desde el principio. —Lo vi tomar aire y comenzó a hablar. —El otro día cuando fuimos a comer, Agustín me dijo que los pibes pensaban que nosotros estábamos juntos y no se lo queríamos decir, y yo le dije que flashó pero me quedé re maquinando esa noche, y al otro día hablé con mi mamá y me dijo que nuestro primer beso había sido juntos, y que seguramente no nos acordabamos, y al menos yo no me acordaba, y nada, me llené la cabeza de preguntas que solamente nosotros dos podíamos contestar pero en vez de decírtelo bien, te lo dije anoche todo fumado y borracho y salió mal.

Me sorprendí bastante, de todas las opciones no esperaba que sea esa la razón de su comportamiento.

—No entiendo cuál es el problema igual, mil veces la gente pensó que estamos juntos, ¿que tiene de diferente ahora?

—¿Y si realmente gustamos del otro y no nos damos cuenta?

Vos no te darás cuenta.

—Es muy posible Val, escúchame, es porque estamos acostumbrados a estar juntos, y somos literalmente novios que no se besan, pensá en todo lo demás que hacen las parejas y vas a ver que nosotros lo hacemos, yo sé que parece una locura y que te estoy tirando todo esto de golpe pero en serio lo pensé un montón.

Ni siquiera puedo ver mi cara en este momento pero estoy seguro de que no es la que más me favorece, ¿Daniel me está diciendo que gusta de mí? ¿o que yo gusto de él?

—A ver Dan, nunca fue problema como actuamos, entiendo todo lo que me planteas y yo también tengo mucho que decirte, pero ¿a qué viene realmente todo esto? —Lo conozco y sé que el problema principal no es el que me está diciendo, algo hay atrás.

—No es porque quiero encajar con los demás, ni hacer lo mismo que hacen los demás, pero quiero estar con alguien, gustar de alguien, no sentí eso nunca Val, y tengo dieciocho, el resto ya sintió eso muchas veces, a mí nunca me atrajo nadie, y juntando piezas todo tiene sentido, nunca me atrajo nadie porque no tenía tiempo de mirar a nadie más, porque estaba ocupado mirándote a vos.

—¿Me dejas hablar a mí ahora? —Dani asintió y tragó saliva así que comencé. —Hace unas semanas las cosas están raras, te veo raro, no en el mal sentido, y no sé como decir esto así que lo voy a largar como venga, me gustas, supongo. Bueno, no, no supongo, me gustas, estoy seguro y es raro porque sos vos, mi mejor amigo, pero Mau me dijo cosas parecidas a las que te dijo Agus y también me hizo recapitular una banda y como que me caían fichas de todo, y también sentí eso, como que estábamos desperdiciando algo lindo capaz. —Dejé salir el aire que al parecer estaba reteniendo sin darme cuenta.

—¿Entonces? ¿Nos gustamos?

—Supongo.

—No entiendo nada. —Dijo soltando una risa. —Es todo tan raro, cómo si nos hubiésemos dado cuenta de algo importante para la humanidad.

Yo sonreí y apoyé mi cabeza en mi codo mirándolo. —Es importante para nosotros.

—Siento que hablamos mucho pero no hablamos nada, no sé porqué.

—Porque nos declaramos supongo, pero de forma rara.

—Siempre hicimos todo de forma rara nosotros.

Los dos sonreímos mirándonos y ese brillito de siempre se hizo presente, nos miramos fijo hasta que nos reímos.

—¿Y ahora que hacemos? —Dijimos al mismo tiempo.

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friends ; wosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora